Se robaron 35 medidores de agua en una sola noche en Roca

No tardan más de dos minutos. Primero recorren la cuadra levantando la tapa de los medidores pertenecientes a la empresa ARSA y luego -si todo está en condiciones- cortan los extremos de las mangueras que lleva el agua al domicilio y rápidamente escapan con el equipo.

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Así, y en una sola noche, los delincuentes se alzaron con 35 medidores lo que no solamente generó la pérdida de miles y miles de litros de agua potable sino también un perjuicio económico para los vecinos que resultaron víctimas de este tipo de delitos.

Cuando María Soto se despertó el miércoles por la mañana no tenía ni una sola gota de agua en su casa ubicada en calle Jachal al 2500, en el corazón del barrio Unter, ubicado en el extremo oeste de la ciudad y a pocas cuadras de la Ruta Provincial 6.

Cuando comenzó a buscar los motivos del problema una vecina le advirtió que se habían llevado el medidor de la vereda de su casa por lo que el agua potable corría por la calle hacia la zona sur.
El río se unía a otros provenientes de calles aledañas donde los delincuentes habían hecho estragos y prácticamente habían dejado “seco” al barrio.

El robo generó un verdadero dolor de cabeza para todos. Es que lo primero que hizo María junto a su esposo fue hacer el reclamo en la sede de la empresa ARSA, ubicada en calle Don Bosco a metros de San Martín.

Allí les informaron que en realidad el primer trámite que debían hacer era comunicarse al 0800 de la empresa provincial y luego hacer la denuncia correspondiente en la sede policial.
Tras varias idas y vueltas, finalmente lograron llegar a la Comisaría 21 donde había varios vecinos en la misma situación.

“Sólo en mi cuadra se llevaron -cerca de las 4,30 de la madrugada- seis pero la semana pasada ya se habían robado otra tanda cerca de calle Evita”, dijo la vecina, quien el miércoles al mediodía todavía observaba con inquietud como los cientos de litros de agua potable salían de la pequeña caja ubicada en la vereda.

La preocupación para la vecina era que se acercaba el fin de semana largo y debían tomar algún tipo de medida para recuperar el servicio.
Además contó que el robo quedó registrado en una cámara de seguridad y se logró captar alguna imagen de los sujetos aunque ninguna de ellas servía para su identificación.

Multiplicado

Oficialmente se informó que en la Comisaría 21 se recibieron el miércoles 35 denuncias de vecinos que padecieron el mismo problema. Y según trascendió no se logró detener a ningún sospechosos.
“Es un delito difícil de rastrear porque lo cometen de manera rápida y sin dejar demasiadas huellas. La gente no viene a denunciar enseguida porque primero quiere solucionar la falta de agua”, dijo el uniformado quien pidió reserva de su identidad.

Ni la manija de la puerta

Omar Aimar es docente y vive a dos cuadras de María Soto. No se conocen pero el miércoles los unió la desazón y la preocupación por un tipo de delitos que nunca se había visto en el barrio de los docentes.
Bien temprano se enteró del robo aunque había tenido la fortuna que horas después se encontró con una cuadrilla de operarios de ARSA que estaba instalando las uniones para restablecer el servicio en la mayoría de las viviendas.

“Primero pasaron por las veredas de barrio mirando y luego lo hicieron levantando los medidores. Dicen que le sacan más de 200 gramos de cobre y eso después lo venden”, dijo el vecino quien se mostró resignado frente a este tipo de hechos.

Lo más insólito es que también a otro vecino que no pudieron llevarle el medidor le llevaron la manija de la puerta del garage que también era de cobre.
“Y la de la canilla que está en el patio de mi otro vecino no se la pudieron llevar porque estaba muy apretada. Si hubieran podido también la sacaban”, explicó.

Lejos de frenar el raid delictivo, los delincuentes continuaron con la metodología el jueves a la madrugada cuando se llevaron otra tanda de equipos del barrio Alta Barda, que se encuentra sobre calle Evita y Rosario de Santa Fe.
Afortunadamente la empresa ARSA ya había dispuesto la intervención de una cuadrilla de operarios que llegó al barrio para tratar de hacer un conexión parcial y volver la próxima semana para reponer el equipo que se llevaron y que sirve para medir el consumo de agua.
La metodología es la misma pero no se sabe si se trata de la misma banda.

Sin respuesta oficial

Varias fuentes consultadas de la empresa ARSA no quisieron brindar detalles de los medidores robados en Roca.

“Sabemos que son muchos pero no los tenemos cuantificados. El problema es que este tipo de metodología podría trasladarse a otras ciudades de la provincia lo que generaría un verdadero dolor de cabeza porque no nos alcanzarían para reponerlos”, explicó un funcionario de ARSA , en Viedma, quien pidió reserva de su identidad.

Actualmente el costo por la reposición del medidor lo deben afrontar los propios vecinos que tienen que desembolsar unos 12 mil pesos y se puede efectuar hasta en tres cuotas, explicaron desde la empresa provincial.
Fuentes consultadas en Roca explicaron que el delito se comenzó a multiplicar en el segundo semestre.
Cada medidor cuenta con unos 200 o 25o gramos de bronce que es, en realidad, lo que buscan comerciar los delincuentes dedicados a este tipo de hechos.

En valor del bronce multiplica los robos

Al igual de lo que sucede con el robo de cables de la empresa Edersa para extraer el cobre, los ladrones buscan extraer el bronce que se encuentra en el interior de los medidores de la empresa ARSA.
Calculan que entre 200 y 250 gramos pueden extraer de los equipos y rápidamente los pueden comercializar ya que varios comerciantes publicitan en redes sociales el valor de este material. Por ejemplo, por el kilo de cobre se pagan 900 pesos mientras que el cobre se llega a pagar 1.600 pesos.