Se prevé un aumento de los glaciares, pero no es una buena noticia
A partir del retroceso de los glaciares, se generan varios “desmembramientos”. Se espera que este proceso continúe en los próximos años.
Según el último inventario nacional, Argentina tiene 15.000 glaciares. En los próximos años, el número podría aumentar, pero la causa no responde a una buena noticia. Sucede que a partir del retroceso, se generan varios “desmembramientos”.
El glaciólogo investigador del Conicet, Lucas Ruiz, explicó que el inventario, que se realiza cada cinco años, surgió por la ley de Protección de Glaciares sancionada en 2010. El último informe se publicó en 2018 y ahora, se avanza en el segundo trabajo.
Las imágenes satélites se analizan en un laboratorio y se emplean métodos automáticos y manuales. “Es una foto, una instantánea de dónde están los glaciares, cómo son y cómo están. En términos de cantidad y superficie, se observa un retroceso en todos los glaciares de la cordillera”, sintetizó Ruiz.
Este investigador del Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales (Ianigla) reconoció que se espera un incremento del número de glaciares producto de los desmembramientos. “Un glaciar grande se va achicando y se van formando varios. En los próximos años esperamos que este proceso continúe”, explicó.
En noviembre del año pasado, el centro de interpretación interactivo Glaciarium de El Calafate confirmó la separación de los glaciares Upsala y Bertacchi. Esto evidenció el retroceso del tercer glaciar más grande de Sudamérica que, en ocho meses, cedió 300 metros en el sector este y perdió casi un kilómetro cuadrado de superficie.
“Hoy, se los considera dos glaciares independientes. Este será el caso de otros glaciares. Es un proceso que depende de la morfología de los glaciares. Pero es esperable que con el retroceso, las diferentes zonas de acumulación se transformen en glaciares independientes”, planteó Ruiz.
Aclaró que, en los últimos 10 años, hay una mayor pérdida de masa por parte de los glaciares y por lo tanto, resulta esperable que “la extensión sea menor”. El retroceso más acelerado se registra en la Patagonia Sur.
Todos los glaciares del cerro Tronador han perdido masa aunque los valores no son tan altos como en el Campo de Hielo Sur donde alarma el retroceso y el “adelgazamiento” del glaciar Upsala. “Toda la superficie de ese glaciar perdió en promedio en las últimas dos décadas el equivalente a una columna de dos metros y medio de agua. En ese mismo período, los cambios en la cuenca del Tronador se refleja en centímetros”, expresó el investigador.
En el sur de la Patagonia, el retroceso de los grandes glaciares marcará la tendencia del próximo inventario ya que en esa región, está la mayor cantidad de masa de hielo. “Alrededor del 50% de toda la superficie de hielo de Argentina está en la cuenca del río Santa Cruz que se alimenta en gran parte en el Campo de Hielo Sur”, explicó.
Otro análisis consiste en el cambio de la morfología de los glaciares, especialmente en los de valle (aquellos que se encuentran en las montañas), como el Ventisquero Negro o Alerces, en Bariloche, o el Frías. “Son glaciares que se han estudiado con mayor detalle para conocer cómo ha cambiado su morfología y a partir de esa información, entender qué ha pasado con otros glaciares de la región. A partir de los cambios en la morfología se puede inferir cuánto volumen han perdido”, mencionó.
Ruiz explicó que el cambio climático de origen antrópico se expresa a través del aumento promedio de temperatura y una disminución de precipitaciones. “Los glaciares de los Andes Centrales y Desérticos son más sensibles a los cambios de precipitación que al aumento de la temperatura porque ya de por sí están en zonas muy frías”, expresó.
En la Patagonia Norte, en cambio, donde se registran abundantes precipitaciones, los glaciares son más sensibles a los cambios de temperatura. “La excepción es cuando se dan años como el 2021, con un invierno seco, pocas nevadas y un verano tan caluroso. Estos años son catastróficos para los glaciares. Lo que observamos en el monitoreo del glaciar Alerces, por ejemplo, es un balance de masa levemente negativo, pero, de repente, aparecen años secos como el 2016 o 2021, y el balance pasa a ser altamente negativo”, dijo.
Las erupciones volcánicas en Patagonia Norte y los incendios forestales también contribuyen en forma negativa. Ruiz especificó que “la ceniza volcánica o el hollín de los incendios oscurecen las superficies de los glaciares y hace que absorban mayor radiación solar y por ende, llevan al derretimiento de nieve y hielo. Entre otras cosas, estamos trabajando para cuantificando el efecto que han tenido estos eventos”
Por último, Ruiz insistió en que el retroceso de los glaciares esta relacionado con el cambio climático. “Dependiendo de nuestra capacidad de reducir las emisiones, el cambio en los glaciares será mayor o menor. Cuántos glaciares o cuánta superficie de hielo exista en el futuro depende de si logramos reducir nuestras emisiones de gases de efecto invernadero”, concluyó.
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