Salvó a un flamenco atrapado con tanzas y envió un mensaje a los pescadores de Neuquén
"Si lo dejaba ahí, se moría, no tenía forma de liberarse", contó Monserrat Rodríguez una joven pescadora que se topó con el ave herida en la laguna de Zaina Yegua.
Monserrat Rodríguez tiene 32 años, nació en Chos Malal pero vive en Neuquén capital. Hace unos días, en la laguna de Zaina Yegua, se topó con un flamenco que estaba cubierto de tanzas de pescar y con claros signos de estar perdiendo la batalla con el cansancio. «Si lo dejaba ahí, si no lo sacaba seguramente se moría, no tenía forma de liberarse», contó a RÍO NEGRO.
Según relató, todo ocurrió la semana pasada cuando con un amigo decidieron hacer una salida de pesca a la laguna que está a unos 227 km de Neuquén capital.
«Íbamos caminando por la orilla, para buscar un buen punto para hacer tiros con la caña cuando lo vimos», contó y agregó que «nos llamó la atención como caminaba, tambaleaba y era obvio que algo le pasaba en las patas, no era el andar normal de un flamenco», explicó la joven que muchas veces vio a la especie, pero nunca de tan cerca.
«Me acerqué para ver lo que le pasaba, con mucha cautela porque se bien que es un animal silvestre y estoy al tanto respecto a la situación con la gripe aviar» narró.
Sin embargo, no fue difícil identificar el problema. «Trató de levantar una pata y no pudo, ahí noté que estaba completamente enredado con tanzas de pesca» explicó con detalle.
«En ese momento me metí al agua, que en esa zona es totalmente barro y el flamenco se dejó tomar sin problemas como sabiendo que yo no le quería hacer daño», contó la joven nacida en Chos Malal. Allí, desde la seguridad de la orilla estuvo más de media hora cortando las tanzas que atrapaban el cuerpo del ave.
«Tenía muchas tanzas en sus patas, alas y también en el cuello, incluso en uno de los tramos había una señuelo de pesca y por eso le costaba moverse» explicó con detalles. «Algunas estaban incrustadas lastimando su piel, le estaba ganando el cansancio, yo creo que no iba a durar mucho más en esa situación», dijo.
Fue así que ni bien pudo retirarle los hilos de nylon, el flamenco fue liberado en el mismo lugar y comenzó a reincorporarse con energía. «Nos quedamos varios minutos mirando como empezó a caminar con normalidad rastrillando el agua con su característica forma de mover su hermoso cuerpo, luego lo vimos irse hacia una zona alejada donde había un grupo de otros flamencos», narró Monserrat.
De pescadora a pescadores, el mensaje de «Monse» en un masivo grupo de Facebook
Monserrat es miembro de «Pesca Neuquén» un grupo de Facebook con más de 13 mil de amantes de la pesca en la provincia. Allí se comparten datos sobre puntos geográficos «con buen pique», datos de compra y venta de artículos para la actividad y también fotos de capturas realizadas durante las temporadas habilitadas para el deporte.
Fue ese medio el elegido por la joven para relatar lo que pasó con el flamenco herido y mandar un mensaje a todos los pescadores de Neuquén.
«Hace unos días fui a pescar a un bello lugar que tenemos en Neuquén. A lo lejos veía un flamenco que no podía volar (abría las alas intentando salir) al acercarme me di cuenta q estaba lleno de tanzas por todos lados q no le permitían moverse» dijo para resumir su encuentro y lanzó un claro «Tengamos cuidado cuando se nos enganchan las cucharitas etc… al cortar tanzas seamos cuidadosos con nuestra fauna».
En si dialogo con este medio explicó que lo que hizo no es lo más recomendable y que solo lo hizo porque el ave estaba muriendo.
«Se que lo ideal es llamar a fauna y que se haga cargo personal especializado, pero lo hice por la urgencia de la situación, si lo dejaba se iba a morir, yo no busco ser ejemplo, solo hice pública la situación para que los pescadores tengamos más cuidado a la hora de ir a nuestros ríos, lagos y lagunas», aclaró.
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