Ricardo Buzeki, el médico jubilado que da clases en el hospital de Cipolleti
Fiel a su pasión pidió quedarse sin recibir remuneración alguna para poder orientar en su residencia a los nuevos médicos. Un valor agregado para esta comunidad.
Ricardo Buzeki es docente de la facultad de Medicina de la UNCo y médico jubilado. Tras 41 años de trayectoria continúa formando residentes en el hospital Pedro Moguillansky de Cipolletti.
En 1981 inició su carrera en el campo de la medicina en el hospital de Cipolletti. Durante sus primeros años desempeñó su labor en las instalaciones del viejo hospital de la ciudad y allí comenzaron a forjarse los primeros sueños.
Desde el principio albergó en su corazón el anhelo de crear un servicio de clínica médica independiente al servicio de terapia. Este sueño, con el tiempo, se volvió una realidad. Hoy tras cuatro décadas de experiencia sigue capacitando a residentes en el hospital.
Buzeki culminó sus estudios en el ‘76 en La Plata. En los ‘80 eligió Cipolletti para ejercer su carrera. Hoy tras 41 años de trayectoria en el ejercicio de la medicina continúa eligiendo la salud pública. Y a pesar de tener 70 años continúa trabajando en el hospital. Aunque ya está jubilado hace un año, sigue desempeñando un rol importante como docente en la Facultad de Medicina y ofrece enseñanza a los médicos residentes.
Hice una nota y pedí que me dejen seguir y hoy aprovecho el hospital para dar clases. Trato de estar relacionado con los médicos recibidos que eligen hacer su residencia y especializarse para poder salir al mercado laboral muy bien formados”.
Ricardo Buzeki, médico.
En sus comienzos trabajó en el viejo hospital de la calle Fernández Oro, en aquel momento eran tres médicos de guardia. Él ejercía en el área de terapia intensiva, había otro médico generalista y un pediatra. “Nos encargabámos de todo”, recordó.
En ese lugar comenzaron a forjarse los primeros sueños. El primero fue crear un servicio de clínica médica independiente del de terapia, el segundo traer las residencias en clínica médica a Cipolletti. Los dos hoy son una realidad.
Un equipo para orientar a médicos residentes
En 2015 el sueño de crear la residencia de clínica médica se volvió real gracias a la labor de un grupo de instructores y médicos de planta que, desinteresadamente y sin cobrar, colaboran en la formación de los residentes. En la actualidad el equipo lleva formando cinco generaciones de médicos.
El trabajo que realiza Buzeki es sin retribución económica, pero a él no le importa porque a pesar de trabajar sin un sueldo continúa siguiendo sus convicciones y haciendo lo que les gusta. “Sigo por una cuestión de pasión por enseñar y aprender inevitablemente de los estudiantes. Mientras pueda voy a seguir haciendo lo que me gusta, ese es uno de los lujos que te permiten los años”, indicó.
Los residentes que se formaron en el hospital de Cipolletti destacaron la labor del grupo de trabajo. Actualmente cinco médicos son parte del servicio de clínica médica y juntos forman a los residentes que eligen al hospital para especializarse.
Es una residencia exigente de cuatro años. “Es un buen lugar para formarse y nos incentivan a dar lo mejor. La residencia es exigente, pero siempre somos acompañados por el grupo de trabajo, es muy humano y siempre fuimos bien recibidos”, destacaron.
Es evidente que el equipo está profundamente comprometido en ejercer la salud pública y esta dedicación se refleja en su constante empeño por brindar atención de calidad a los pacientes hospitalizados. A pesar de los escasos recursos que hay en el hospital, cada miembro del equipo contribuye con entusiasmo y determinación para promover el bienestar de cada individuo que requiere atención médica.
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