Renunció el criminalista Prueger a la Universidad Nacional de Río Negro después de 12 años: «Así no se puede seguir»
El perito Enrique Prueger, querido y admirado por sus estudiantes, tomó una drástica decisión. "Lo lamento por los alumnos", expresó.
Enrique Prueger es licenciado en criminalista con más de 40 años de experiencia. Participó en casos resonantes como el asesinato del soldado Omar Carrasco y de Carlos Menem junior. También se desempeñó como perito oficial en otros. Pero por sobre todo, durante 12 años fue profesor en la Universidad Nacional de Río Negro. Querido por sus alumnos por su profesionalismo y dedicación, tomó una drástica decisión y renunció a las cuatro cátedras que tenía a cargo. Contó a Diario RÍO NEGRO los motivos y cómo lo despidieron sus alumnos.
La noticia de su renuncia les llegó a los alumnos este lunes. Un documento del comunicado y un video explicándoles los motivos. Así, los grupos de WhatsApp de estudiantes se llenaron de mensajes de tristeza.
«Lo venía pensando hace mucho tiempo. Lo que pasa es que hemos tenido un destrato importante dentro de la universidad», denunció el perito, que aseguró que se trató de «diferencias insalvables». «Estoy a cargo de cuatro cátedras, es raro que solo un docente tenga tantas y sea titular», explicó.
El profesor aseguró que a los alumnos «los tiene con un nivel académico importante». «Les brindé todo lo que pude, pero ha habido situaciones muy complejas», manifestó.
Aseguró que él mismo ha propuesto egresados de la carrera para ser ayudantes de cátedra para algunas materias y que «los tuvieron ad honorem todo el año». «Si los directivos no le dan posibilidad de trabajo a los egresados, imaginate la gente de afuera», expresó.

El criminalista que actualmente enseña sonido dentro de la escena del crimen, una novedosa y exclusiva técnica que solo se enseña en Balseiro y en esta universidad, habló de diferencias insalvables en cuanto a la epistemología de la criminología.
«Hablan como si no fuera una ciencia», aseguró e insinuó que hay cierto desprecio a la carrera. Afirmó que este punto fue «la gota que rebalsó el vaso». A pesar de esto, aclaró: «No tengo nada contra las personas de la universidad».
Se trató de una decisión difícil y expresó «lo lamento por los alumnos«. «He sido una persona exigente pero respetuosa. La excelencia no significa que uno no sea empático y eso lo entendieron desde el primer momento», manifestó.
Renunció el criminalista Prueger: «Lo lamento por los alumnos»
«Yo más que nada lo lamento por los alumnos», dijo. «Pero no quiero perder la calidad en la enseñanza. Cuando uno está enojado por los destratos no es justo». Aseguró que seguirá en el Instituto Prueger y que no se jubilará. «Me los cruzaré, tengo muchos alumnos que colaboran conmigo», señaló.
Aseguró «los chicos me pueden encontrar, yo sigo siendo docente».
Así, el mensaje que mandó a sus alumnos este lunes encontró a los grupos de WhatsApp llenos de palabras emotivas. Según contaron algunos, era un profesor que «podía estar horas hablando, o una hora respondiendo una sola pregunta, porque amaba lo que hacía».
Escribieron: «De verdad que se nota la pasión y el amor por el conocimiento que nos fue enseñando. Sin dudas un profe que hace que te apasione la carrera, no va a ser lo mismo». «Es una tristeza muy grande que se vaya profe. Ha sido un honor recibir educación de alguien con tanta experiencia».
«Es un honor haber recibido saberes de la criminalística por parte de usted y me llevo para toda la vida los conocimientos que nos ha brindado».
También egresados o estudiantes avanzados mandaron sus saludos: «Formé parte de la última remesa de estudiantes. Quiero agradecerle profundamente, de manera personal e individual, por todo lo que nos ha brindado tanto en el plano académico como en el humano. Es verdaderamente admirable el esfuerzo, la dedicación y el compromiso que ponía en cada clase para ofrecernos un nivel de formación de excelencia».
Enrique Prueger es licenciado en criminalista con más de 40 años de experiencia. Participó en casos resonantes como el asesinato del soldado Omar Carrasco y de Carlos Menem junior. También se desempeñó como perito oficial en otros. Pero por sobre todo, durante 12 años fue profesor en la Universidad Nacional de Río Negro. Querido por sus alumnos por su profesionalismo y dedicación, tomó una drástica decisión y renunció a las cuatro cátedras que tenía a cargo. Contó a Diario RÍO NEGRO los motivos y cómo lo despidieron sus alumnos.
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