Qué es un bloqueo radicular, la práctica que le realizarán a Alberto Fernández por la hernia lumbar
Dependiendo de la lesión, los efectos exitosos de un bloqueo suelen extenderse hasta un año y medio. También puede fallar y en ese caso, la opción es una intervención quirúrgica.
El presidente Alberto Fernández permanecerá en reposo en la Residencia de Olivos. Foto archivo.
Ayer, el presidente Alberto Fernández fue sometido a estudios médicos con motivo de un «dolor lumbar agudo» y se determinó la presencia de «una hernia de disco lumbar», informó la Unidad Médica Presidencial. Por tal motivo, se le realizará un «bloqueo radicular programado en 48/72 horas»; se le indicó «reposo y adecuar sus actividades en la Residencia presidencial de Olivos».
Según la Asociación Argentina de Ortopedia y Traumatología «una hernia discal consiste en la salida parcial o masiva del núcleo pulposo del disco intervertebral a través de una rotura en el anillo fibroso que lo envuelve».
«Inmediatamente posteriores al disco intervertebral se encuentran la médula y las raíces nerviosas que recogen la sensibilidad y proporcionan la movilidad a las piernas. Cuando el material del núcleo pulposo se hernia posteriormente, puede comprimir estas estructuras neurológicas y producir dolor severo lumbar o a lo largo del territorio del nervio comprimido (a lo largo de la pierna), o incluso la pérdida de fuerza o la parálisis de algún músculo de la pierna o el pie», detalla.
Este tipo de dolencias suelen intentar tratarse con analgésicos o con sesiones de kinesiología, en particular con gimnasia RPG (Respuesta postural global). Cuando esto no es suficiente o el paciente demanda una curación más rápida, se lo puede tratar mediante un bloqueo, que es, básicamente, lo que también se conoce, en forma más popular, como infiltración, y consiste en la inyección, en general, de sustantivas dosis de analgésicos, en forma intravenosa, una práctica que en general se realiza en quirófanos. El objetivo de tanto analgésico es que se genere una suerte de «bolsa» de la que luego se irá liberando, para prolongar el alivio en el tiempo.
Su objetivo es tratar el dolor agudo o crónico provocado por la irritación de una raíz nerviosa específica, producida por estrechamiento del canal, protusiones discales, osteofitos, mala alineación de las vértebras, etcétera, que comprimen o pinzan la raíz nerviosa. Dependiendo de la lesión, los efectos exitosos de un bloqueo suele extenderse hasta un año y medio. También puede fallar y, tratándose a veces de un ultimo recurso, el paso siguien es operar.
La intervención quirúrgica, por su parte, consiste en «practicar una pequeña abertura en la zona posterior de la vértebra (laminectomía) para poder acceder a la hernia discal, y realizar entonces una extirpación de todo el material discal (discectomía), liberando así la compresión de las estructuras neurológicas», explica la AAOT.
«Esta intervención precisa anestesia normalmente general. Dependiendo del tipo de lesión, de sus características o del procedimiento a realizar, puede requerirse la administración de medicación oportuna para reducir la incidencia de aparición de trombosis en las venas de las extremidades inferiores o de infección en la herida quirúrgica», advierte.
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