Primer aniversario de ChatGPT: qué opinan los expertos sobre su uso

Hace un año ChatGPT se lanzó como el primer chatbot de Inteligencia Artificial revolucionando todo. Profesores, científicos y periodistas revelan lo que aprendieron y sugieren cómo usarlo.

Imagen de frimufilms en Freepik.

El 30 de noviembre se cumplió un año del lanzamiento al mercado de ChatGPT por parte de OpenAI. En enero de 2023, la plataforma ya contaba con 100 millones de usuarios activos al mes. Su primera versión fue gratuita, y con los meses se lanzaría la versión paga, ChatGPT Plus, que proporciona un acceso al chatbot más actualizado de OpenAI, ChatGPT-4. De acuerdo con la empresa, esta última versión fue entrenada con más datos, produce menos respuestas incorrectas y es capaz de entender «instrucciones más matizadas» que el modelo anterior, como explica en detalle CNBC.

La herramienta de inteligencia artificial abrió una caja de Pandora, su impacto en la sociedad tuvo un gran despliegue publicitario y una curva de aprendizaje en su aplicación en el mundo real, como profundiza CNN.

Sus efectos en el mercado laboral se hicieron patentes. Un estudio realizado en agosto afirmó que ChatGPT afectaba negativamente a las oportunidades de empleo e ingresos de freelancers, mientras que otro estudio de septiembre de este año reveló que dar acceso al último sistema de ChatGPT a trabajadores altamente cualificados de una importante consultora podía mejorar su rendimiento en un 40%.

Desde Nature, le preguntaron a siete expertos en tecnología qué opinaban sobre ChatGPT y cómo lo habían incorporado en sus vidas. Acá te cuento algunos de esos testimonios y otras curiosidades sobre el primer aniversario del chatbot que puso de moda la Inteligencia Artificial:

Marzyeh Ghassemi

Ghassemi es una investigadora en el campo de la medicina computacional. En Canadá, estudia el desarrollo de algoritmos de aprendizaje automático para informar las decisiones de atención médica. Ella utiliza ChatGPT para rescribir contenido en un estilo diferente y para sugerir una introducción de un artículo, email o paper.

No obstante, la experta considera que la generación de texto e imágenes proporcionada por la IA puede ser más propensa a sesgos sociales y señala el caso de Tessa. Esta es una organización estadounidense sin fines de lucro, que diseñó un chatbot basado en reglas para ayudar a personas con trastornos alimenticios. Cuando se le agrego la IA generativa, el robot comenzó a dar consejos perjudiciales y fue suspendido.

«El uso de herramientas de IA generativa, en general y en entornos sanitarios, necesita más investigación con la vista puesta en la responsabilidad social más que en la eficiencia o el beneficio», afirmó Ghassemi a Nature.

Abeba Birhane

Birhane es una científica cognitiva quien trabaja en la intersección de sistemas adaptativos complejos, aprendizaje automático y sesgos algorítmicos. Ella opina que no hay todavía un uso claro para esta tecnología. «Los beneficios potenciales de la IA se sobredimensionan de forma rutinaria y sus limitaciones e inconvenientes se omiten o se mencionan de pasada», afirmó.

Por ejemplo, explicó que se han propuesto soluciones basadas en lenguajes de para la atención sanitaria de países de ingresos bajos y medios, a pesar de que se sabe que los sistemas de IA exacerban los sesgos sociales.

Siddharth Kankaria

Kankaria es manager del programa de comunicación del National Centre for Biological Sciences en India. Si bien al principio estaba emocionado por la promesa de ChatGPT, se dio cuenta de que los textos formados necesitaban ser corregidos.

Entonces, optó por mostrarles a sus alumnos los pros y contras a través de preguntas y contenidos para actividades en clase. Instó a que para realizarlas recurrieran a ChatGPT y luego generaron un debate sobre las limitaciones del uso de la herramienta y cómo podrían mejorar la propia escritura. «El planteamiento de adoptar la nueva tecnología gradualmente sin dejar de ser muy crítico con sus sesgos me pareció de lo más prudente, al menos en el contexto de la enseñanza y la comunicación de la ciencia», comentó.

Claire Malone

Malone es periodista científica en el diario New Yorker y considera que ChatGPT tiene ciertos aspectos útiles. «Es un medio eficaz para obtener una visión general de un tema, que luego puedo profundizar«, contó. «Seguramente la experiencia de cada usuario sea cada vez más personalizada a medida que gane potencia y precisión en los próximos años».

El primer paso crucial es saber cómo formular una pregunta para evitar obtener resultados irrelevantes. Asimismo, la experta considera que es una fuente de información inmediata e interactiva, aunque su exactitud no siempre esté garantizada. «Su papel es distinto al de un periodista que, más allá de la comprobación de los hechos, considera implicaciones más amplias y a menudo arroja luz sobre temas que los lectores podrían no haber pensado en explorar», comentó.


Este contenido fue originalmente publicado en RED/ACCIÓN y se republica como parte del programa ‘Periodismo Humano’, una alianza por el periodismo de calidad entre RÍO NEGRO y RED/ACCIÓN



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