Presentaron en Neuquén el programa Identidad de origen para ampliar la búsqueda de bebés apropiados
En el país, hay 520 madres que buscan a sus hijos e hijas que fueron robadas en un momento de vulnerabilidad luego de que dieron a luz. Personal de Salud y del Registro Civil se involucraron en la presentación federal del programa
La apropiación de bebés durante la dictadura no fue una idea propia de la represión política, sino que se nutrieron de una modalidad delictiva de robo de bebés y de identidades que ya estaba instalada, dijo la coordinadora del programa nacional sobre el derecho a la identidad biológica (CONADI), María Gracia Iglesias. Equipos técnicos del Registro Civil y de Salud de la provincia, participaron del lanzamiento de la campaña federal en busca de la identidad de origen.
La presentación de la campaña federal «mamás que buscan» se realizó en la Casa de las Leyes de Neuquén. Estuvieron, entre otros, personal de los registros civiles de la provincia y de Salud. La subsecretaria de Derechos Humanos de Neuquén, Alicia Comelli, destacó que la participación de las y los operadores intermedios en la cadena de investigación y búsqueda de la identidad de origen, fue de gran impacto, en especial, al conocer por el testimonio de propias víctimas, la importancia de la celeridad en cada proceso.
Iglesias dijo que unas 18.000 personas están en búsqueda de su origen biológico desde que el programa se lanzó 2019, en tanto en esta campaña «estamos informando de qué se trata, para que las mamás nos busquen» y a través de la organización estatal, se puedan activar los mecanismos de ayuda a aquellas mujeres que entre los 14 y 16 años, en condiciones de vulnerabilidad, les fueron arrebatados sus hijos al nacer.
Describió que en muchos casos «fueron sus mamás las que decidieron por ellas» o la cercanía de una trabajadora social o personal vinculado a la maternidad en la que iba a dar a luz, les convencían de que no iban a ser buenas madres y la mejor salida era entregar ese bebé por nacer. Hubo muchos casos en los que se les informó que el bebé había fallecido al nacer y eran vendidos «a precio de casa o auto«, porque formaban parte de una «extensa red de trata en donde el bebé se entregaba» como propia a una pareja que pagaba.
Se trata de bebés que en pocos casos fueron anotados como dados en adopción, aunque en la mayoría se inscribieron como propios tras una maniobra con el acta de nacimiento, o en el juzgado de Paz.
Iglesias destacó que son 520 mamás las que están en búsqueda de aquellos bebés cuya entrega se produjo en condiciones de vulnerabilidad.
En la provincia existe un programa similar al de Nación, que con el número de ley 3249 creó el programa de búsqueda de identidad de origen para colaborar a la madre que busca o a la persona que busca a su madre biológica, en asesoría, acompañamiento, solicitud de registros, actas de nacimientos o partos, entre otros.
madres que buscan
- 520
- Son mamás que a los 14 ó 16 años, que presionadas o en condiciones de vulnerabilidad, entregaron a sus bebés y otras familias los anotaron como propios
El programa de la búsqueda de origen fue una ampliación de la búsqueda de los bebés nacidos en centros clandestinos, apropiados a sus madres desaparecidas durante el cautiverio.
Del acto participó en calidad testimonial y de asesoría legal, la abogada Julieta Terrile, abogada del programa de identidad de la Conadi, quien encontró a su familia y madre biológica luego de una intensa búsqueda. Su padre era abogado, su mamá trabajadora social y su madre biológica, una mujer del norte del país a la que conoció hace unos 10 años.
«Si hay 18.000 personas presentadas buscando sus orígenes, y tenemos 520 madres buscando a sus hijos, significa que las madres están buscando, pero no las hemos recepcionado» y por eso se aceleró la campaña federal, dijo Iglesias. Agregó que para completar la búsqueda de niños apropiados entre el 74 y el 83, el programa «acompaña a todas las personas que buscan su origen biológico o a las mamás que tuvieron que entregar sus bebés (por fuera de la adopción legal), porque donde hay impunidad, el delito se sigue cometiendo
Respecto a la denuncia penal tras el hallazgo, que no siempre devino en encuentros, se indicó que tanto en la provincia como en el programa nacional se deja sujeto a la persona que busca, el inicio de un planteo legal. «No es con una causa penal como se encuentra el origen» dijo Terrile, quien planteó las dificultades casi infranqueables para las búsquedas cuando no hay documentación.
Iglesias detalló la red de tráfico de bebés que se dedicaban a encontrar a adolescentes en salas de espera de maternidades públicas. Indicó que así como hace años atrás las madres de esas niñas de 14 a 16 años eran las que decidían la entrega del bebé, «hoy hay muchas instituciones que deciden no dar detalles a las personas que buscan sobre cómo se produjo esa situación anómala de entrega del niño o niña porque piensan que va a ser terrible que se enteren y obstaculizan llegar al origen y la búsqueda es la parte más tortuosa de este proceso», planteó.
Comelli destacó la participación de operadores de Neuquén en diferentes reparticiones a las que, con testimonios directos, se les planteó la importancia de su aporte en la cadena de búsqueda. «Transversalmente pudieron entender del esfuerzo y la gravedad de una acción urgente, porque se nos acaban los tiempos», sostuvo. Destacó la necesidad de digitalizar actas, libros de partos, de nacimientos, la necesidad de brindar informes con celeridad «aunque sean pedidos de otra jurisdicción: estamos en un distrito pequeño en relación a la búsqueda que hace Nación, pero de una fuerte migracióon interna, por l que hay que escarbar mucho y desentrañar caminos en cada pedido de acompañamiento de esta búsqueda de la identidad», sostuvo.
En Neuquén, se cuenta con unas 4 a 6 entrevistas mensuales en el programa provincial de personas que hacen consultas sobre la posibilidad de conocer su identidad de origen. La situación pública más conocida fue hace unos años cuando se conoció la modalidad de entrega de bebés de mujeres de la ruralidad en Junín de los Andes a personas que no podían tener hijos, según la discrecionalidad de funcionarios y funcionarias públicas.
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