Preocupación por la posible propagación del virus de la gripe aviar entre mamíferos y humanos

La Organización Mundial de la Salud (OMS) manifestó una “gran preocupación” por el número creciente de contagios de la cepa H5N1 de gripe aviar. Desde comienzos del 2023 hasta el primero de abril de este año, se reportaron 889 casos en humanos en 23 países, de los cuales 463 murieron, lo que representa una tasa de mortalidad de 52%.

La enfermedad puede transmitirse a trabajadores avícolas o a personas en contacto con aves infectadas o superficies contaminadas.

La principal inquietud de los especialistas no es solo que el virus tenga «una tasa de mortalidad extraordinariamente alta» en las personas infectadas por contacto con animales. Se advierte la posibilidad de que el patógeno mute para transmitirse entre humanos, aunque no hay registros de casos confirmados.

Según Jeremy Farrar, de la OMS, la cepa A (H5N1) se ha convertido en «una pandemia zoonótica animal global». Advirtió que «al infectar a patos y pollos y cada vez a más mamíferos, este virus podría evolucionar» y, con el tiempo, desarrollar «la capacidad de pasar de humano a humano».

A principios de abril se detectó un caso de gripe aviar en una persona que se contagió de una vaca lechera en Texas, Estados Unidos. «Cuando ya llega a la población de mamíferos, entonces se está acercando a los humanos«, señaló Farrar.

Rafael Ojeda, veterinario zootécnico de la Universidad Nacional Autónoma de México, coincidió: “Nuestras peores sospechas se están confirmando, el virus se está adaptando cada vez mejor a distintas regiones del mundo. En cualquier momento puede convertirse en una de las peores crisis sanitarias de la región”.

Farrar adelantó que si bien hay estudios para desarrollar vacunas y tratamientos para el H5N1, es necesario garantizar los mecanismos de vigilancia y los diagnósticos a fin de conocer cuántas infecciones en humanos se producen.

La sintomatología contempla fiebre por encima de los 37.8 grados, escalofríos, tos, dolor de garganta, secreción o congestión nasal, dolores de cabeza, fatiga, dificultad para respirar, diarrea, náuseas, vómito y convulsiones.

«Suena trágico decirlo, pero si yo me infecto con H5N1 y me muero, la cosa queda ahí. En cambio, si circulo por mi comunidad y contagio a alguien más, entonces ahí comienza el ciclo», explicó.

La OMS dio a conocer que, desde 2022 se reportaron brotes del subtipo H5N1 de la gripe aviar en mamíferos dentro de 10 países en tres continentes. El estudio advirtió un aumento de la velocidad de transmisión en América del Norte, Europa, Asia y África. Esta cepa más virulenta contagió a lobos marinos, zorros, ratones, perros, gatos y hurones.

“El creciente número de detecciones en animales que están biológicamente más cerca de las personas que de las aves, genera preocupación. El patógeno podría adaptarse para infectar más fácilmente a los seres humanos. Además, algunos mamíferos pueden servir de ‘crisol’ para los virus de la gripe, lo que lleva a la aparición de nuevos microorganismos que podrían ser más dañinos”, alertaron.