Por qué pese a las lluvias y nevadas, el riesgo de incendios «trepará» en primavera en la región de Bariloche

Según un informe del Servicio Nacional de Manejo del Fuego, el invierno pasado se registraron lluvias por encima de lo normal con lo cual el pico del peligro llegó en enero.

Las previsiones para los próximos meses no son buenas. Foto: archivo

El meteorólogo Ezequiel Marcuzzi, del Servicio Nacional de Manejo del Fuego, advirtió que las previsiones para los próximos meses no son buenas y que el riesgo de incendios forestales será alto.

«Ahora en primavera trepa rápido el peligro. El invierno pasado, en cambio, se registraron lluvias por encima de lo normal con lo cual el pico del peligro fue más tarde, en enero. Ahora, podría adelantarse a diciembre. Puede ser que tengamos más incendios importantes que el pasado», alertó este licenciado en Ciencias de la Atmósfera.

Este año, la zona cordillerana recibió intensas nevadas y lluvias a partir de mayo que se extendieron a junio, aunque los dos meses siguientes resultaron llamativamente secos. Septiembre, en cambio, registró un alto nivel de nieve y precipitaciones. Si bien esta situación redujo el índice de peligrosidad de incendios, hay alerta por el fenómeno de La Niña para los próximos meses.

«Estamos viendo que, a pesar de las precipitaciones de los últimos días, se preveen lluvias por debajo de lo normal y temperaturas por encima de lo normal. Eso hace que el peligro crezca rápidamente en primavera«, resumió Marcuzzi.

En este sentido, Ezequiel Molina, de la Dirección de Lucha contra Incendios Forestales en Bariloche, puso como ejemplo el incendio en una estancia privada en Fortín Chacabuco, camino a Villa La Angostura, semanas atrás. «Había llovido el día anterior y era impresionante cómo quemaba. Eso nos da la pauta de cómo están las condiciones. Otro caso fue una quema -permitida- en la Comarca días atrás, que fue agarrando pinos al punto que debieron cortar la ruta. Estos días estuvo lloviendo y nevando, pero cuando eso cambie, se va a complicar», recalcó.

Marcuzzi advirtió que el déficit de precipitaciones en invierno impactará «en la vegetación viva que está estresada durante este verano» y, por ende, aumentará el índice de peligrosidad de incendios forestales.

«En 2023, tuvimos un invierno con lluvias por encima de lo normal; de modo que la vegetación viva estaba menos estresada. No es el mismo panorama para este verano: todavía no se nota mucho el aumento de la temperatura, pero se notará en noviembre y diciembre», señaló.

Recalcó que, a veces, se registran precipitaciones entre fines de enero y febrero. «Habrá que evaluar si eso finalmente se da; si no, el peligro trepará mucho más«, evaluó.


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