«Por favor, explicame»: ¿por qué somos amables cuando hablamos con chatbots de inteligencia artificial?
Hace poco se viralizó en las redes sociales un video que retrataba a una persona de la tercera edad que le solicitaba a YouTube que “por favor” le muestre determinado contenido y le decía “gracias” al finalizar el pedido. La mayoría de los centennials y millennials se rieron a escuchar “goles de Messi, por favor”. Sin embargo, el que ríe último, ríe mejor.
De hecho, los que se rieron son los que le dicen “por favor”, “gracias” y “buen día” a Chat GPT, Bard o Grok, los chatbots de inteligencia artificial que incorporamos en nuestras vidas diarias hace pocos meses. La pregunta es: ¿por qué somos amables y educados con un robot?
Son varias las razones. Un artículo elDiaro.es exploró este fenómeno y le preguntó a varias personas qué opinaban. Algunos lo adjudican a un “proceso automatizado”, ya que saben que “si sos amable, se suele responder de la misma manera”. Los modales son algo que ya tienen incorporado y no ven la razón de quitarlos frente a la IA, aunque reconocen que no están dialogando con humanos.
Otros asimilan a los chatbots de IA con aquellos chats de ayuda al cliente, que a veces están manejados por seres humanos. En esta línea, uno de los testimonios explicó que «nuestras relaciones hoy se han virtualizado” y los cuerpos han desaparecido. De esta manera, las interacciones tanto con bots de IA como con nuestros amigos por Whatsapp se asemejan y por eso aparece el “por favor” y el “gracias”.
De acuerdo con un artículo para Meidum de Jim the AI Whisperer, un escritor y programador de inteligencia artificial, incorporar un lenguaje cortés puede dar lugar a respuestas más cooperativas por parte de los modelos de IA. “Están diseñados para entender y responder a varias señales lingüísticas, incluida la cortesía, y el uso de la etiqueta puede ayudar a establecer un tono más positivo y cooperativo en la conversación”, explicó el especialista.
Ramón López de Mántaras, uno de los investigadores pioneros de IA en España, profundizó en elDiario.es que esta antropomoformización (es decir, conceder cualidades humanas a un elemento) es algo común hace mucho tiempo y en diferentes culturas. Por ejemplo, en algunas sociedades de Japón se cree que los objetos tienen almas. “Es un sesgo cognitivo que tenemos las personas. La percepción de la conciencia y la realidad de la conciencia están mal alineadas”, agregó.
Por su parte, Enrique Dans, un escritor y profesor de innovación y tecnología en IE Business School, aseguró en un artículo que la amabilidad no hace que la tecnología nos responda mejor sino que para obtener resultados óptimos hay que entender cómo funciona. “Tratarlo como si fuera un asistente humano o un compañero de trabajo no tiene sentido, en su lugar lo que debemos hacer es tratar de definir lo mejor posible lo que deseamos, de forma precisa, clara e inequívoca”, recomendó.
Por supuesto, también le pregunté a Chat GPT qué «piensa» sobre el tema. El bot me devolvió una explicación respecto a que a menudo las personas proyectamos emociones humanas en las interacciones, incluso con algo “tan artificial como un chatbot”. También justificó que, muchas veces, la amabilidad surge como un intento de establecer una “comunicación más fluida o efectiva”.
Pero la respuesta parecía incompleta. Así que le consulté sobre el creciente miedo hacia los bots y me respondió que esta podría ser una razón que explique la amabilidad. Por ejemplo, podrían preocuparse de que si son groseras o desconsideradas, el chatbot no les proporcione la ayuda o la información que necesitan.
Este contenido fue originalmente publicado en RED/ACCIÓN y se republica como parte del programa ‘Periodismo Humano’, una alianza por el periodismo de calidad entre RÍO NEGRO y RED/ACCIÓN
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