Polémica en Chos Malal tras el desmoronamiento del cerro: «El intendente nos falló»
Las familias que viven al pie del cerro de la Virgen fueron informadas por el Intendente y la asesora legal municipal que deben irse del lugar. Reclaman que el derrumbe fue causado por las detonaciones previas. "No nos vamos a mover de acá", dijeron.
El desmoronamiento de una ladera del cerro de la Virgen, en Chos Malal, el pasado 1 de agosto sobre la Ruta provincial 43 y ocasionó cuatro heridos, dos niñas y dos adultos, entre ellos, una mujer embarazada. Sigue generando efectos, principalmente en los vecinos que viven en proximidades de la formación. En las últimas horas se sumó la polémica entre las familias que están al pie del cerro a quienes el gobierno municipal, les pidió que se vayan del lugar.
Rivera y Parada son dos apellidos de muchísima historia en la localidad, ambos grupos familiares tienen propiedades muy cerca del cerro y denunciaron públicamente que los quieren «desalojar».
«Vino el intendente Hugo Gutiérrez y la asesora legal, la abogada Ramona Parada Riquelme y nos dijeron tienen que desalojar e irse», narró uno de los vecinos en el lugar al medio Fm Patagonia.
El reclamo de las familias se remonta a instancias previas el desastre que generó el colapso del cerro. «Están estudiando la causa del derrumbe, yo les dije que hablen con las empresas que hicieron las voladuras para la obra de la ruta«, recordó con indignación uno de los hombres que tiene a sus animales a pocos metros del lugar.
Las obras que se hicieron desde hace unos años para la concreción de la Ruta 43, implicaron detonaciones y tareas de alto impacto para el cerro. «Movieron todo, llovió demasiado y ese suelo no aguantó», dijo otro de los damnificados por la situación.
Más allá de la peligrosidad, las familias coincidieron en criticar al gobierno municipal por «no haber realizado los estudios previos a la obra» y consideraron que «el Intendente nos falló».
Diario RÍO NEGRO contactó a la abogada Ramona Parada Riquelme, pero se negó a brindar detalles del encuentro con los vecinos. El Intendente, en tanto, no atendió los llamados. Por lo pronto, la tensión persiste y la familia Rivera dijo que no se moverán del lugar bajo ningún punto de vista.
«Si me tengo que encadenar, lo voy hacer», anunció uno de los hombres que tiene corrales a escasos metros de la zona derrumbada.
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