Piden vetar una ordenanza para parapentistas en Bariloche: «No permitiremos la invasión del espacio aéreo»

La Fundación Sara María Furman solicitó al intendente de Bariloche, Walter Cortés, el veto de la ordenanza que fue aprobada en la última sesión del Concejo Municipal y que habilita como sitio de aterrizaje para los parapentistas a dos calles públicas que hoy permanecen cerradas, en proximidades de la base del Teleférico Cerro Otto, en el kilómetro 5 de la avenida Pioneros.

“Se reservan todas las acciones legales, administrativas y judiciales que sean necesarias y correspondan en defensa de los derechos de esta Fundación“, plantearon y aclararon: “No estamos en contra de la práctica de esta actividad caracterizada como de ‘aventura´, si se realiza en los lugares adecuados“.

La nota que lleva la firma del presidente y secretario de la fundación, Oscar Borrelli y Jorge Olguín, advierte que la flamante ordenanza reconoce como área de aterrizaje de vuelos de parapentes a calles no abiertas y sin nombres “que limitan en toda su extensión con los inmuebles de nuestra propiedad“. En este sentido, cuestionaron no haber sido convocados para debatir la propuesta de la asociación que congrega a los parapentistas.

“Tampoco han considerado cuestiones legales ni hechos luctuosos y accidentes que ocurrieron con asiduidad en el lugar, durante esta práctica“, dijeron y agregaron: “Además de ser un dislate jurídico, se ha reconocido dos calles para el aterrizaje de parapentes, sin considerar que son espacios por donde circulan personas y vehículos particulares que concurren al medio de elevación, colectivos de propiedad y maquinaria pesada de la Fundación“.

Según manifestaron, por la playa de estacionamiento ubicada en la base inferior del Teleférico Cerro Otto concurren diariamente alrededor de 300 vehículos en temporada alta y alrededor de 200, en temporada baja.

“Tampoco consideró el Concejo Municipal la existencia de la estación inferior del Teleférico Cerro Otto, desde la cual salen las cabinas que, a través de cuatro cables de acero, ascienden a la cumbre de la montaña, como lo hace desde hace más de 50 años“, manifestaron.

“El área que la ordenanza reconoce como área de descenso -continuaron- es altamente peligrosa para ellos y para la seguridad propia del medio de elevación que transporta más de 200.000 mil personas cada año“.

Consideraron que la ordenanza tampoco especifica si autoriza -o no- “el paso de los parapentistas sobre el espacio aéreo de nuestra propiedad“. “De ningún modo, permitiremos la invasión del espacio aéreo sobre ningún lote de nuestra propiedad, porque tenemos responsabilidad civil, sin perjuicio de la culpa penal o el dolo eventual, cuando suceden hechos graves de lesiones o peores sobre nuestro personal o los miles de turistas que sufran alguna consecuencia física, o sobre sus bienes, de lo que hay antecedentes“, concluyeron.

Recalcaron que en ningún lugar del país, se permite volar sobre áreas altamente pobladas “como el caso de la zona afectada, mucho menos sobre tendidos eléctricos de alta y media tensión o sobre un medio de transporte de personas por cable“.