Perros que asisten emocionalmente a pacientes pediátricos en Neuquén

Ellos son Andy y Naomi, un labrador y una Border Collie, perros que lograron ser rescatados del maltrato y crueldad animal, que hoy, luego de un largo período de entrenamiento en Bienestar Animal, área que depende de la subsecretaria de Ciudad Saludable de la municipalidad de Neuquén, integran el programa de Asistencia Emocional para pacientes de hospitales y centros de Salud y otras instituciones como escuelas especiales.

Todos los miércoles, recorren las salas de pediatría y salud mental del hospital Castro Rendón, removiendo colas. Están un rato, que es mucho para quienes permanecen internados y para sus familiares. Van en equipo, integrado por entrenadores, un psicólogo, personal de protección animal y, un veterinario y un técnico en terapia canina.

“Lo que hacemos es llevar a cabo una terapéutica en la que es de vital importancia la interacción del humano y el animal, basada en la asistencia emocional donde el animal proporciona una relación amigable, de paz y equilibrio que constituye un gran aporte a la salud de los seres humanos. Estas prácticas promueven un estado de confort emocional ”, explicó la subsecretaria de Ciudad Saludable, Andrea Ferracioli. Sobre todo teniendo en cuenta la situación de estrés por la que pasan las personas asistidas.

El equipo de humanos y animales no humanos llegan con un plan. Llevan pelotas, aros y una serie de postas de actividades que comienzan a desenvolverse en las salas de espera. “Trabajamos en lo que tiene que ver con el fortalecimiento de las capacidades motoras, el equilibrio, el balance, la parte cognitiva, la atención, la memoria, el lenguaje, todo a través de actividades lúdicas”, agregó la funcionaria, que además agregó que no solo estas actividades son beneficiosas para las personas o pacientes, sino también para los perros, teniendo en cuenta del lugar de donde vienen.

En este sentido cabe aclarar, que son animales que fueron rescatados de situaciones de maltrato y crueldad animal, y que quedaron a resguardo de Bienestar Animal municipal, donde sus entrenadores y profesionales de la salud animal los incorporaron a un programa de resocialización con miembros de su misma especie y con los humanos.

No cualquier perro puede ingresar al programa de Asistencia Emocional. A través de una cuidadosa evaluación del carácter y personalidad de cada animal por parte del grupo de profesionales, se determina cuáles son aptos para esta solidaria tarea. En este sentido, Ferracioli insistió en que “no hacemos trabajar a los animales no humanos. Es una tarea que ayuda al bienestar emocional de ambas partes”. Todos los animales que ingresan son previamente certificados por autoridad competente.

En medio del juego, además se transmiten valores sobre el cuidado responsable de los animales que las personas tienen a su cuidado, “como parte integrante de su familia”.

“La asistencia emocional para niños y niñas es un marco fantástico para que pueden expresar sus emociones, sus miedos, aprendan, potencien su empatía, refuerce su autocontrol, pueda trabajar inseguridades, niveles de ansiedad. Todos estos son los beneficios que le dan animales”, aseguró la subsecretaría.

Al terminar la jornada, los perros regresan a su hogar “tuneados”, con extensiones de colores que son para animales que las niñas deciden colocarles a modo de juego. “El estado de ánimo se mejora inmediatamente, eso lo percibimos en cada visita”, concluyó.

Andy y Naomi no serán los únicos. En el predio de Parque Industrial está Flor, que está en proceso de entrenamiento y aparecerá cuando esté listo y cuando lo requieran, el gato Rito para sumarse al equipo.

El programa de Asistencia Emocional surgió hace cuatro años desde la subsecretaría de Ciudad Saludable, que depende de la secretaría de Derechos Humanos, Relaciones Institucionales y Cooperación Internacional, a cargo de Luciana De Giovanetti, de la municipalidad de Neuquén.

Hace dos mese se firmó convenio con la directora del hospital Castro Rendón, Silvia Alegría, para llegarlo a las áreas de pediatría y Salud Mental.

Pero además, hay acuerdos para asistir con estos “pichichos”, rescatados de situaciones de maltrato animal, a cualquier ONG que lo solicite, a centros terapéuticos, hogares de niños, niñas y adolescentes, centros de salud y otros hospitales.

Al lanzarse la propuesta, personal municipal, fue capacitado en distintas especialidades y se contacto a especialistas para garantizar que la llegada de los perros a los lugares de asistencia sea con las medidas de salubridad e higiene que se requieren tanto para humanos como para ellos mismos. Todos los animales tienen sus vacunas y desparasitación al día.