Parapente en el cerro Otto: «Hay que derogar la ordenanza: ya tuvimos que lamentar una muerte»
La fundación que administra el teleférico cerro Otto insisten a las autoridades municipales para derogar la ordenanza que permite aterrizar en el predio del kilómetro 5, al oeste de Bariloche. "Ningún lugar del mundo permite sobrevolar las áreas urbanas", indicaron.
La Fundación Sara María Furman que administra el teleférico del cerro Otto analiza la posibildiad de avanzar con una presentación judicial a fin de que se prohiban los aterrizajes en parapente en el predio de la institución en el kilómetro 5 de la avenida Pioneros, al oeste de Bariloche.
«Lo ideal es resolverlo administrativamente. Hay un riesgo latente para la gente y días atrás, una mujer no murió de casualidad. Esperamos encontrar una respuesta sensata. Si no hay otra alternativa, deberemos recurrir a la vía judicial contra la ordenanza«, advirtió el abogado de la fundación Rodolfo Rodrigo.
En mayo del último año, los concejales aprobaron una ordenanza a través de la cual reconocieron como sitio de aterrizaje para los parapentistas a dos calles públicas, en proximidades de la base del Teleférico Cerro Otto. En esa oportunidad, Oscar Borrelli, presidente de la Fundación Sara María Furman, se mostró «sorprendido» por la aprobación de la norma, sin haber sido convocado para dar una opinión o explicar «los antecedentes de accidentes en la zona».
Dijo que el problema con parapentistas es recurrente y esto se confirmó el pasado 28 de diciembre cuando una turista y su instructor quedaron sobre el tendido eléctrico. La mujer sufrió quemaduras en sus piernas. A partir de ese episodio, desde la fundación decidieron tomar cartas en el asunto una vez más, pidiendo a las autoridades municipales que den marcha atrás con la ordenanza.
«Nos llamó la atención que el Concejo Deliberante autorizara de forma inconsulta, sin hablar con nosotros, sin saber las normas de vuelo, el descenso en nuestros predios privados, un lugar que encima no es apto. Los accidente que ocurren así lo demuestran. Tuvimos que lamentar hasta una muerte», comentó.
En abril del 2016, un turista francés murió en Bariloche, al caer en picada desde una altura de 70 metros, cuando realizaba una travesía en parapente. El hombre de 52 años se lanzó con su propio equipo. En un momento, se deslizó de su arnés al punto de quedar parado y apenas agarrado por sus manos hasta que no soportó más el esfuerzo y cayó en el patio de una casa ubicada en Avenida Furman. Su parapente quedó colgado de un árbol.
«No tenemos registros de la cantidad de accidentes que se han registrado, pero son muchos. En este último accidente, estas dos personas salvaron la vida milagrosamente porque quedaron colgadas en los cables de la CEB», planteó Borrelli y agregó: «Tuvieron suerte porque se tocaron los cables y saltó el protector que cortó la energía. Si no, quedaban fulminados ahí. Y eso que había un instructor con experiencia lo que demuestra que el lugar no es apto».
Borrelli aseguró que no se permite sobrevolar la zona urbana en ningún país del mundo. «Hay cables y en este caso, cables de los medios de elevación. Sucede que a los instructores de parapente les conviene la cercanía del lugar. De hecho, en su página web como dirección la base del teléferico. No estamos en contra de la actividad: el tema es dónde se practica«, manifestó.
Tras insistir con la preocupación a las autoridades municipales, hubo un compromiso de revertir esa norma municipal. «De todos modos, vamos a avanzar con la presentación judicial para proteger a quienes lo practican como así también a quienes contratan ese servicio«, subrayó.
Comentarios