Ni una Menos: Mujeres marcharon para exigir el cumplimiento de sus derechos en Bariloche

Con una serie de reivindicaciones marcharon esta tarde de viernes un grupo numeroso de mujeres que se sumó a la convocatoria del espacio “Ni Una Menos Furilofche”. Además, volvieron manifestar su respaldo a las mujeres de la comunidad mapuche Lafken Winkul Mapu, que están detenidas con arresto domiciliario, imputadas en varias causas por las usupaciones en Villa Mascardi.

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Desde la organización explicaron que la marcha se hizo este viernes “porque las condiciones climáticas” anunciadas para este sábado no eran buenas para la participación. “Hay que cuidar la salud de quienes deciden marchar, porque a veces son compañeras con niñes y también embarazadas”, destacaron.

La marcha comenzó en la ruka, ubicada en la calle Cabo Campos, donde tres mujeres mapuches cumplen la prisión preventiva domiciliaria. Comentaron que allí les entregaron un documento para leer en el acto en la Plaza de los Pañuelos y Kultrunes, en el Centro Cívico.

Las manifestantes iniciaron en ese sector de la zona este de Bariloche la marcha y avanzaron por la avenida 12 de Octubre hasta Diagonal Capraro. Después, siguieron por la calle Moreno hasta el centro de Bariloche. Contaron con la colaboración de personal de Tránsito municipal para el operativo de seguridad, que incluyó el corte de las calles para que avanzara la movilización.

Durante todo el recorrido las mujeres gritaron la consigna: “¡No estamos todas, faltan las presas!”, para denunciar que las mujeres mapuches llevan casi 8 meses detenidas. Las manifestantes se detuvieron frente a la Intendencia del Parque Nacional Nahuel Huapi, donde alzaron las voces para reiterar el pedido de libertad de las mujeres de la comunidad Lafken Winkul Mapu.

Desde la organización recordaron que los reclamos pasan por la reforma judicial con perspectiva de género, que se termine la brecha salarial entre varones y mujeres y diversidad, “el mismo trabajo misma remuneración”. También, que las tareas de cuidado se tomen como tareas de trabajo. “Eso que llaman amor es trabajo no pago”, es otra de las consignas. Advirtieron que no solo tiene un valor económico, sino que ademas es producción de trabajo. Además, exigieron el cumplimiento de la ESI, la ley Brisa, Micaela, de la interrupción del embarazo y de identidad de género.

Explicaron que este año la marcha tuvo de vuelta la consigna: “Vivas y Libres y desendeudas nos queremos”. “Entendemos que la deuda externa siempre la que más pagamos somos los colectivos de mujeres y diversidades”, denunciaron.

Demandaron equidad en los recursos. “No podemos seguir teniendo compañeras donde los servicios básicos sean un privilegio solo de algunos, la accesibilidad para estudiar”.

Plantearon que subirse al colectivo, “hacer cualquier trámite que haya que hacer para las mujeres siempre es más pesado porque vamos con nuestros niñes a cuestas, con nuestros adultos mayores, que generalmente el cuidado de esas personas recae sobre las mujeres y las diversidades feminizadas”. La marcha finalizó en el Centro Cívico de esta ciudad al caer la tarde noche. Allí, se leyeron los documentos con todos los reclamos.