Ni el frío pudo con los festejos por el Día de las Infancias

Había que celebrar y se hizo. A pesar del clima se realizaron actividades en varias localidades. Este año el regalo fue una jornada de pura diversión.

Fue un día frío y nublado, pero eso no fue impedimento para que los niños y niñas de la región salieran a celebrar su día, el Día de las Infancias. Hubo de todo y para todos los gustos. En varias localidades se realizaron actividades recreativas y culturales para los peques, de manera gratuita. Espectáculos, juegos, deporte y stand con maquillaje artístico y desafíos de destreza fueron algunas de las opciones.

En épocas de bolsillos flacos, lo mejor para aquellas familias que no pudieron comprar un juguete, la opción fue salir a pasear en familia. “Tenemos tres hijos de 4, 6 y 9 años. Es difícil esta fecha pero les armamos un almuerzo diferente y luego salimos a jugar un rato. Trajimos a unos amiguitos, así que espero que la pasen bien”, contó Mariela en el ingreso al “Gigante del Este”, en el barrio Provincias Unidas de la ciudad de Neuquén, donde se organizó una jornada a todo dar.

Al ingresar al estadio, al fondo se preparaba el escenario mayor, donde entre otros, estuvieron los ya reconocidos Musis de Profica con una batucada que hizo mover a todos los cuerpitos. En un rincón se realizó un taller de guitarra para los curiosos de la casa. El Dúo de Dos la rompió en el otro extremo y los chicos y chicas no pararon hasta el último momento. Por supuesto, hubo luego chocolate caliente y facturas porque al salir la cosa se iba a poner “peluda” porque una tenue llovizna hizo descender bastante la temperatura en la capital neuquina.

Los más chiquitos quedaron rendidos en poquito tiempo en brazos de sus padres o en los carritos. Otros pedían más y más. “Tenemos a Luca y Martín. En este año se nos hizo difícil el tema regalos, pero les armamos un desayuno diferente y ayer (por el sábado), los llevamos al parque Jaime de Nevares y hoy acá. Están felices y creo que eso es el mejor regalo”, comentó Juan Cruz, que sostenía los abrigos de todos, mientras la mamá de los peques corría detrás de ellos rumbo al pelotero.

En el predio de lo que fue la cárcel exU9 se desarrollaron varias actividades lúdicas y estuvo presente el programa Neuquén Emprende, con 150 stands que ofrecieron una amplia variedad de productos artesanales locales, y los food trucks de Confluencia de Sabores, con gran gama de propuestas gastronómicas.

Un simpático payaso ofrecía a los pequeños visitantes atreverse a resolver un juego de ingenio realizado en madera. ¿Premio? El desafío y pasarla bien.

El domingo amaneció bastante lindo, pero durante la tarde las nubes y la temperatura de un invierno que se resiste a irse pusieron en alerta a las familias que querían salir a celebrar el Día de las Infancias. Pero, “si se quiere se puede”, dicen las abuelas. Abrigos, bufandas y gorros y a la calle.

Si no se puede afuera, será adentro, pero lo importante es festejar. Así lo pensaron también en El Bolsón.
El municipio organizó una jornada en el polideportivo local,
de la que participaron 1.500 niños y niñas.
Era una plaza colmada de juegos, actividades recreativas y deportivas y lo mejor de todo fue la Kermés, en la que las infancias pudieron demostrar sus habilidades para llevarse un premio. Todos tuvieron el suyo.

“Además, Gendarmería Nacional contribuyó a la festividad proporcionando chocolate caliente para todos los presentes. La jornada también incluyó la distribución de galletitas, torta y frutas, completando así una tarde inolvidable para las familias de El Bolsón”, informaron desde el municipio.

Un clásico de esta fecha es ver las plazas y espacios públicos al aire libre colmados niños y niñas. Este año, fue un poquito diferente, pero hubo valientes que se animaron al pasto y los corredores del río de la ciudad de Neuquén.

El mate y las facturas sobre la manta tirada en el pasto. El monopatín, la bici y la pelota a un costado. Las fotos. Los chicos y chicas dando vueltas por ahí. Una postal típica.

“Sí, hace frío. Pero ellos quisieron venir y es su día, así que nos abrigamos y salimos. Tempranito para regresar antes de la lluvia y porque mañana tienen que ir a la escuela. Pero todo bien”, contó Marcelo, ofreciendo un mate con yerba uruguaya, al pie del Cenotafio a los Héroes de Malvinas, de la capital neuquina.

Y apareció Tobías, con sus mejillas coloradas y un remolino de rulos en su cabeza. “¿Me compras un copo de azúcar ? Dale, dale, solo uno”, gritó en la cara de su mamá, Antonella. Ella se levantó y le fue a comprar ese dulce placer rosado que se desarma en la boca.

Fue el Día de las Infancias. Y los niños y niñas lo saben. Está todo permitido, excepto perderse la posibilidad del juego y de la diversión.


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