Neuquén también tuvo un funeral de Eva Perón
El 26 de julio de 1952, el Concejo Municipal aprobó una resolución para adherir al duelo nacional y organizó una misa en la iglesia “Nuestra Señora de los Dolores”.
La ciudad de Neuquén también tuvo su funeral de Eva Perón, por el que pasaron miles de neuquinos y neuquinas, incluido el exgobernador de la provincia, Felipe Sapag, entre otras personalidades destacadas.
Las crónicas históricas que se guardan en el museo Paraje Confluencia de la ciudad capital, dan cuenta que el 26 de julio de 1952, “alrededor de las 23, durante una sesión extraordinaria del Concejo Municipal se trató el único tema que los convoca: realizar en la ciudad un homenaje con motivo del deceso de la señora Eva Duarte de Perón, esposa del entonces presidente de la Nación y una figura muy querida por gran parte del pueblo argentino”.
Fue así que por unanimidad, los miembros del Concejo aprobaron una declaración “destacando el accionar de la fundación Eva Perón, su labor por los trabajadores, niños y ancianos, la mujer y su vinculación con los sectores más desprotegidos”. Se resolvió además, adherir al duelo nacional y que las puertas del edificio municipal permanezcan entornadas.
El Ejecutivo municipal envió un telegrama de pésame al expresidente Juan Domingo Perón y se organizó un funeral en la iglesia “Nuestra Señora de los Dolores”, ubicada sobre la actual avenida Argentina.
“Muchísimos vecinos de la ciudad asistieron a la capilla ardiente con gran solemnidad y en misa popular se despidieron de Evita. Como en el resto del país, se repetían las imágenes de llantos, cánticos y vitores”, se relata en los archivos históricos.
Por el largo desfile de personas también pasaron muchos peronistas que formaron parte de la historia de la ciudad y de la provincia de Neuquén. Entre ellos, estuvieron Luis Alonso, Celestino Sagaseta, Alfredo de Martín, Rogelio Rodríguez, Donato Ruiz, Pedro Luis Quarta, Nélida Álvarez, Leonor Di Rago, Jorge Forestier, Ángel Romero, Rossina de Rodríguez, Felipe y Elías Sapag, Perla Consoli, entre tantos otros.
El nombre de Eva Duarte de Perón dejó en la capital neuquina otras dos historias, una sobre el momento en que el monumento que se había levantado en su nombre fue derribado por un tractor y la otra sobre el día en que misteriosamente desapareció un busto suyo de la Gobernación.
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