Neuquén sanea las viejas piletas contaminadas en la meseta, frente al Complejo Ambiental Neuquén
Se extraen los barros para un tratamiento de biopilas y los lodos con hidrocarburos, serán llevados a una tratadora especializada. Solo reciben el vertido de los atmosféricos de firmas registradas en la municipalidad de Neuquén
Lodos cloacales y barros empetrolados son parte del saneamiento que sigue en las viejas piletas de Neuquén (foto Matías Subat)
La municipalidad invirtió más de 55 millones de pesos en el saneamiento de las piletas de oxidación de la ciudad, que están en funcionamiento y ahora solo reciben líquidos de los camiones atmosféricos. Los lodos y barros con residuos de hidrocarburos, se extraen del lugar. El sector quedará reservado solo para la limpieza de los vertidos de la población de Neuquén que aún usa letrinas y pozos ciegos.
«Son las únicas piletas de oxidación que hay en la ciudad, estamos muy avanzados en la segunda etapa del sanemiento», informó el subsecretario de Medio Ambiente de la comuna, Francisco Baggio. Se trata de las viejas piletas que desbordaban de líquidos contaminantes frente al acceso del Complejo Ambiental Neuquén, en la meseta.
Debido a que es el único lugar para el vertido de los camiones atmosféricos, siguieron en funcionamiento a pesar de que hace años que están colapsadas. El trabajo de saneamiento fue exigido en el proceso de un amparo ambiental que planteó la Defensoría del Pueblo. en la gestión anterior.
El funcionario informó que se hicieron los análisis físicos y químicos del lugar y se determinó que en un 60%, una de las piletas tenía lodos y barros (la de 80x80x 3 metros de profundidad) en tanto la más grande (de 100 x 100) solo tenía líquidos de vertido cloacal.
Esta segunda etapa de mejoras en las piletas contaminadas por vertidos clandestinos y sin control, tiene un presupuesto de 42 millones de pesos y se prevé que finalizará todo el proceso, en septiembre.
En el lugar se observa la pileta que solamente tiene líquidos, los barros cloacales extraídos, los lodos con aceites y la pileta que aun resta trabajar en el saneamiento.
Baggio explicó que se retirarán los «sobrenadantes», es decir barros y lodos, y se hará un acopio con tratamiento similar al de la biopila (que es el tratamiento de disección de lodos para enterrar en condiciones especiales) y el de los barros con restos de hidrocarburos que se llevará a la tratadora de este tipo de residuos. La que tiene contrato con la municipalidad, es Indarsa.
El saneamiento de las viejas piletas de oxidación se produjo tras un proceso de obligaciones judiciales que tuvo que cumplir la ciudad, por un amparo que radicó la Defensoría del Pueblo de la ciudad y el accionar de organizaciones como la APDH y la Confederación de agrupaciones Mapuche cuando se produjo el conflicto por el traslado que se buscó hacer de las viejas piletas a otro sector de la barda donde se acondicionaban nuevas instalaciones.
«Estas piletas las recibimos en 2.019 vandalizadas, abandonadas y sin control alguno. Fue en el escenario de descontrol que se hicieron los vertidos clandestinos y esto sacó fuera de régimen la laguna y el trabajo natural y de descargas», sostuvo.
Agregó que hay control municipal y de policía para que se cumpla el proceso aeróbico y anaeróbico de las piletas de oxidación. No se permitirá el vertido de baños químicos o de vertidos de atmosféricos de otras localidades.
Cuando finalice la tercera etapa, de saneamiento, se sellarán las piletas y el producido se trasladará a las 160 hectáreas que está planificado instalar en el nuevo ejido.
Tras la sanción de la ordenanza que estableció las condiciones de los prestadores atmosféricos, solo 8 empresas con sus respectivos camiones cloacales, fueron habilitados para verter líquidos en las piletas de oxidación, que están ubicadas a menos de 100 metros el ingreso al Complejo Ambiental Neuquén (CAN).
No hay certeza de qué porcentaje de las viviendas en Neuquén, cuenta con letrinas o servicio de pozo ciego para el tratamiento de los efluentes domiciliarios.
Baggio destacó que hubo una primera etapa en la que se invirtió unos 13 millones de pesos para la rectificación de los taludes de las piletas, la preparación del predio circundante que «estaba convertido en un gran basural» y la cubicación de líquidos y sólidos.
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