Neuquén: las aguas del lago Caviahue, próximas a las termas de Copahue, servirían para regenerar piel, tejidos y huesos

Las termas neuquinas de Copahue, que salen de una vertiente que nace del volcán del mismo nombre, son reconocidas a nivel nacional y tienen fama internacional por su poder curativo. La buena noticia es que, ahora, expertos en hidrología médica analizaron el lago Caviahue, que está a 18 kilómetros de allí, y determinaron que sus aguas también podrían usarse para distintas terapias.

«Lo que presumíamos antes de abordar el estudio es que ese lago tenía determinadas concentraciones de minerales que podían llegar a ser beneficiosas. Al clasificarlo desde la hidrología médica lo confirmamos» contó con entusiasmo la doctora Ana Monasterio, que es médica generalista y en hidrología medicinal. Ella integró el equipo de investigadores del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) y de la Universidad Nacional del Comahue (UNCo) que, en el mes de marzo, efectuaron esa evaluación.

«Lo que podemos contar es que la temperatura que tienen esas aguas es hipotermal, o sea, baja. Es un líquido ácido y en su composición tiene elementos como hierro, sulfato, magnesio, cloro y calcio. Esto lo vuelve útil para terapias dermatológicas y articulares. Tendría un efecto beneficioso para la rehabilitación, por eso a futuro podría llegar a ser utilizado con objetivos de prevención o recuperación de distintos cuadros, por su poder regenerativo» detalló la experta.

Dentro de ese espectro, las aguas del Caviahue «podrían ser utilizadas para enfermedades dermatológicas y osteoarticulares. Fundamentalmente para todo lo que tenga que ver con lo regenerativo, ya sea en el caso de tejidos o de huesos«.

Debido a esto, haciendo inversiones que permitiesen establecer una infraestructura adecuada, a futuro «el agua de esa boca (por el lago Caviahue) podría usarse para inmersión o administrarse por vía tópica (en contacto con la piel), para el aprovechamiento de sus propiedades curativas. Pero obvio que previa indicación de los médicos. Eso siempre tiene que estar supervisado y con un protocolo de trabajo. No es ‘vengo, me baño y ahí logro un beneficio’, todo es mucho más amplio» señaló la doctora.

Monasterio ponderó además las cualidades de la medicina termal. «El termalismo o la hidrología médica tiene un abordaje diferente al de la medicina convencional alopática, porque en primera instancia nosotros usamos lo natural como recurso terapéutico. Y a eso le agregamos el abordaje integral del individuo, con un concepto de salud. Esto incluye el bienestar biopsicosocial. Y con los recursos naturales nos dirigimos a liberar beneficios, a través de la temperatura o desde la incidencia de los neurotransmisores hormonales y nerviosos» detalló.

En el caso de las termas del Copahue, dónde las terapias se desarrollan en instalaciones enclavadas en un paisaje único, eso le suma un plus, que parte del estímulo que genera la belleza del entorno.
«Eso actúa en nuestra psiquis. Influye sobre nuestro estado de ánimo, porque incide en el sistema simpático y parasimpático. Hay trabajos de investigación que han comprobado esos efectos. Se liberan algunos neurotransmisores, como pueden ser las betaendorfinas, que son las que nos dan equilibrio, estabilidad y alegría» amplió la mujer.

«Además también tenemos ‘otra pata’ que tiene que ver con el bienestar social. En una terma es muy raro que alguien esté solo. Generalmente va con su familia, con un grupo de amigos, o se reunió con otra persona que está haciendo la misma terapia. Y eso lleva a compartir y sociabilizar, algo que es muy positivo para nuestro bienestar biopsicosocial» explicó la profesional.

Crecimiento del turismo termal

La experta en hidrología medicinal se mostró complacida con el crecimiento que el turismo termal experimentó a lo largo de los años, tanto a nivel país como dentro de la región. Ampliando, a su entender, el espectro de público, que antes estaba centrado en adultos mayores, y ahora incluye diferentes rangos de edad.

«En la última década todos comenzaron a interesarse más por la actividad física, la buena nutrición y alimentación, la incorporación de deportes desde la niñez hasta la etapa adulta, y el público que se acerca a las termas para aprovechar sus beneficios es más amplio» destacó.

Aunque consideró que, en Argentina, «habría que incorporar el concepto de ‘medicina termal’, que no es algo nuevo, y en otros países y a nivel europeo se trata mucho».

Las termas de Copahue, beneficiosas y únicas

El lago Caviahue (que según el reciente estudio se compone de agua con potencialidades benéficas) está a sólo 18 km de un complejo termal consolidado en la provincia de Neuquén, que es el Copahue.

Se ubica a 18 kilómetros del centro de esquí Caviahue, en la cordillera neuquina, y posee una infraestructura diseñada para aprovechar baños medicinales y terapias con fangos.

«La verdad es que la magia de lo natural es una medicina grandiosa, y la tenemos al alcance de todos, a cuatro horas de Neuquén capital. Nos visitan turistas de todos los lugares del mundo buscando nuestras termas. Y no nos ponemos colorados cuando decimos que son las mejores, ya que reúnen distintas alternativas terapéuticas. Tenemos fangos, algas, vapores… este fenómeno no pasa en otros sitios» contó con entusiasmo Matías Ramos, que es el presidente del ente provincial de termas de Neuquén.

Esas aguas tienen, entre otros minerales, hierro, cloro, sulfato, calcio, bicarbonato y sodio, todos ellos esenciales para la regeneración celular. Por eso se considera mineromedicinal, y proviene de una vertiente que se origina en la ladera del volcán Copahue.

Para las terapias también se usa fango gris, que se extrae del piso de la laguna sulfurosa y se utiliza para realizar tratamientos de fangoterapia, mascarillas faciales y rehabilitación, porque restituye los tejidos. Es cicatrizante, exfoliante, antiséptico y astringente, por eso mejora la elasticidad y la tonicidad de la piel.

Ahora, la novedad de que el lago Caviahue también tiene beneficios en su composición es todo un aliciente. «No hago futurología, pero se podría hacer un aprovechamiento de esas aguas» finalizó la médica generalista e hidróloga medicinal Ana Monasterio.