National Geographic permitió montar un laboratorio para criar abejas en Bariloche

Las instalaciones costaron 100 mil dólares y funcionarán en el Instituto de Investigaciones en Biodiversidad y Medioambiente (Inibioma).

El nuevo laboratorio consta de dos salas de “cría individual”. Foto: gentileza

La fundación National Geographic otorgó un subsidio a la investigadora del Conicet en Bariloche, Marina Arbetman, que permitió montar el Laboratorio de Cría de Abejas y Abejorros en el Instituto de Investigaciones en Biodiversidad y Medioambiente (Inibioma), que depende del Conicet y la Universidad Nacional del Comahue. El equipamiento costó alrededor de 100 mil dólares.

La obra, ubicada en el Centro de Salmonicultura de la Universidad Nacional del Comahue, comprende un total de 65 metros cuadrados. Cuenta con una sala con controles de humedad y temperatura adecuadas para la cría de abejas y abejorros destinada a experimentos científicos relacionados con la polinización, el comportamiento, la fisiología, enfermedades de abejas y cambio climático.

La responsable del proyecto explicó que el laboratorio tendrá dos objetivos “complementarios”. Por un lado, se criarán abejorros exóticos invasores para indagar por qué tienen tanto éxito en la región y los impactos que producen sobre otros abejas nativas y sobre la flora nativa.

“Estos abejorros tienen la lengua más cortita, de modo que no acceden a las flores tubulares para tomar el néctar. Entonces, van por afuera, les hacen un agujero y sacan néctar pero no se llenan el cuerpo de polen. Entonces, cuando visitan otras flores no llevan pólen y no llegan a fertilizarla”, especificó la bióloga e investigadora del Inibioma.

Marina Arbetman presentó un proyecto vinculado a la invasión de abejorros ante una convocatoria de National Geographic para investigadores de todo el mundo. Foto: gentileza

En segundo lugar, Arbetman explicó que los abejorros europeos son la causa de la desaparición del mangangá, el único abejorro nativo de la Patagonia. Por eso, los investigadores, junto a Parques Nacionales, diseñan un proyecto para criar al abejorro nativo y establecer estrategias de restauración.

Actualmente, hay algunas poblaciones en Chile y en Puerto Blest donde se realizan monitoreos.

“Estamos pensando en restaurar poblaciones que existían y ya no se encuentran. En el Challhuaco, por ejemplo, había montones y ahora, no hay ni uno. Se extinguieron. Cuando llegaron los abejorros exóticos, el nativo empezó a desaparecer”, señaló. Una de las causas más aparentes está vinculada a los parásitos que los abejorros exóticos trajeron que generan enfermedades. “A esto se suma que los abejorros están desbordados porque en la región no han encontrado predadores locales”, dijo.

¿Cuál es la importancia del mangangá? Arbetman destacó que este abejorro puede tomar el néctar de las flores tubulares, como el chilco, y al visitar otra flor, la fecunda y de esta forma, se reproducen las plantas nativas.

La inversión del laboratorio rondó los 100 millones de dólares. Foto: gentileza

Seleccionada entre investigadores de todo el mundo

En 2019, Arbetman presentó un proyecto vinculado a la invasión de abejorros ante una convocatoria de National Geographic para investigadores de todo el mundo. La propuesta barilochense quedó seleccionada lo que implicó acceder a un subsidio.

De esa forma, Arbetman se convirtió en una “exploradora” de la organización. “Hace poco estuve en Washington dando una charla sobre esta problemática en la Patagonia en un encuentro, junto a otros 400 exploradores de todo el mundo”, comentó.

El nuevo laboratorio del Inibioma consiste en una sala donde se realizarán cursos y exposiciones, una oficina y dos salas de “cría individual”. “Adentro están las estanterías donde ponemos las cajitas. Los abejorros son insectos sociales. La reina pone huevos que se hacen larvas y dan obreras. Al final de la temporada, dan marchos. Las reinas hibernan en invierno y salen al principio de la primavera hasta mediados de otoño”, describió.


Los investigadores invitan a participar del proyecto de ciencia ciudadana “Yo vi un abejorro”. La idea es que la gente saque una foto al ver un abejorro y la envíe. De esta forma, se puede conocer en qué época hay mayor cantidad y en qué lugares prevalecen.


El problema comenzó con la importación de abejorros exóticos por parte de Chile en 1997 para polinizar distintos cultivos. Esta especie logró niveles de abundancia en la zona patagónica que no se comparan con el número en Europa.

El laboratorio está ubicado en el Centro de Salmonicultura de la Universidad Nacional del Comahue. Foto: gentileza

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