Museos y salas de arte en Neuquén, un recorrido cultural por el Parque Central
Los museos Paraje Confluencia y Gregorio Álvarez, junto a las salas Emilio Saraco y Alicia Fernández Rego, son parte del recorrido cultural del Parque Central.
En su visita a la ciudad, los turistas pueden recorrer los museos y salas de arte, donde se exponen obras de artistas locales, objetos paleontológicos y la historia de la capital de Neuquén.
El recorrido se puede iniciar de este a oeste del Parque Central. Allí se encuentra en cercanías del pasaje Vecinalistas Neuquinos, el museo Gregorio Álvarez, un edificio que antiguamente fue el depósito de máquinas de la empresa Ferrocarriles del Sud. Se construyó en 1901 y luego en 1986 fue restaurado y se convirtió en resguardo del patrimonio paleontológico neuquino.
Está integrado por una sala de exposiciones permanentes, donde se exhiben colecciones del patrimonio cultural de toda la Patagonia. Allí se puede apreciar una muestra arqueológica de más de 7.000 años de antigüedad, hallada en la cueva Chenque Haichol, situada en la estancia homónima en cercanías de la localidad de Las Lajas, pudiéndose apreciar en muchos casos, el proceso de contacto entre pueblos originarios de la región y españoles.
El museo cuenta con una segunda sala de exposiciones temporales, donde van rotando muestras itinerantes relacionas con el patrimonio cultural de la ciudad de Neuquén.
Se le suma un laboratorio donde se realizan tareas de investigación científica y de conservación preventiva de piezas. Estas actividades se realizan a la vista del público.
Más propuestas para visitar
De allí hacia el este, en el sector más moderno del Parque Central, se encuentran las salas Alicia Fernández Rego y Emilio Saraco, emplazadas en antiguos depósitos del ferrocarril. En esos espacios se realizan exposiciones de artistas locales y de la región. También se realizan talleres y charlas sobre arte y cultura.
Un poco más allá, pasando el Museo Nacional de Bellas Artes, se ubica el museo Paraje Confluencia. Su edificación formó parte de las viviendas que formaron la Colonia Ferroviaria. Se construyeron entre 1920 y 1930 para albergar a los trabajadores de Ferrocarriles del Sud y sus familias.
En 1998, la casa fue restaurada y un año después el museo abrió sus puertas, con una invalorable colección de imágenes y objetos que recorre la historia de la ciudad.
Allí se encuentran el escritorio y el traje del Obispo Jaime De Nevares, entre otros tesoros, muchos de los cuales fueron donados por familias pioneras.
A través de un recorrido fotográfico se puede conocer, por ejemplo, cómo fue aquel 12 de septiembre de 1904 cuando se inauguró la nueva capital del Territorio del Neuquén.
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