Murió una joven de 26 años y acusan de mala praxis al Hospital de Las Grutas
Sus familiares la llevaron a Cipolletti porque en el balneario minimizaban sus síntomas. Allí le detectaron un cáncer avanzado y falleció tras una intervención. Tenía una hija y estudiaba para ser docente.
Los familiares de Agustina Guzmán, una joven de 26 años que falleció días atrás en la Clínica Modelo de Cipolletti tras ser intervenida y detectarle un cáncer avanzado en su zona estomacal acusan de mala praxis al hospital de Las Grutas, al que relatan que la chica asistió en innumerables oportunidades en busca de asistencia.
Agustina vivía en el balneario junto a su esposo y a su pequeña hija. Tras múltiples visitas al nosocomio Violeta Villalobos (dónde sus allegados afirman que minimizaban sus dolores abdominales) optaron por viajar a Cipolletti para una interconsulta.
Al llegar detectaron que la mujer, que vomitaba y evacuaba sangre, tenía una grave infección y una úlcera estomacal de 4 cm, que se le había generado al menos hacía un mes. La operaron de urgencia y allí le encontraron múltiples tumores, que se habían extendido en su zona abdominal, producto de un posible cáncer de colon. Luego, se produjo su fallecimiento.
“Resulta difícil creer que nunca se sospechó de algo inusual en sus recurrentes asistencias al hospital. ¿Es normal que vayan personas vomitando sangre o defecando negro? Nos preguntamos si clínicamente no hay análisis que permitan inferir o diagnosticar alguna enfermedad grave. Su padre años atrás había fallecido de un cáncer de colon con metástasis en el hígado” contó su familia a través de un comunicado.
En el relato hacen alusión a Felipe, el papá de la joven, que era un respetado lonko de la comunidad mapuche de Las Grutas Traun Kutral. Su madre, Cristina, sigue trabajando en esa comunidad de la que también participaba Agustina. Además estudiaba docencia en San Antonio.
En el escrito la familia relató que fueron innumerables las visitas al hospital de Las Grutas y también al policlínico de San Antonio “siempre con dolores o malestares estomacales, con vómitos y diarreas que con el correr del tiempo se hicieron más recurrentes y prolongadas”.
“Durante los primeros meses de este año su malestar se incrementó, sin ninguna asistencia concreta por parte de los profesionales. Sólo se remitían a problemas vesiculares y estrés, para lo cual se le indicaban analgésicos”.
Cuentan incluso que, por el antecedente de su padre, “durante una campaña nacional de cáncer de colon Agustina asistió al hospital a fin de poder realizarse la colonoscopia, y recibió como respuesta que aún no tenía edad para la misma”.
En los días previos a su viaje a Cipolletti para realizar la interconsulta “visitó tres veces el nosocomio grutense, donde le practicaron una ecografía y le informaron que observaron quistes en los ovarios, y que tenía infección en los intestinos. Pero primero debía tratar lo de los quistes, para lo cual le dieron un turno para el día 3 de este mes”.
Como seguían los dolores decidieron viajar y a partir de allí quedó internada, hasta que se produjo su muerte.
“Agustina ya no está más, pero creemos que esto no puede seguir así. Todo pudo haberse tratado o diagnosticado si en el transcurso de sus asistencias al hospital ella se hubiera encontrado con profesionales a la altura de las circunstancias, con empatía ante el malestar del enfermo” se lamentó su familia.
Según trascendió, los allegados de la joven evalúan presentar una denuncia por mala praxis. Se desconoce si señalando sólo al hospital de Las Grutas Violeta Villalobos o incluyendo, por caso, al policlínico de San Antonio, al que también mencionan en su escrito como uno de los lugares a los que la chica acudió a lo largo de su derrotero en busca de ayuda médica.
El fallecimiento de Agustina generó un profundo pesar en la localidad, donde era muy querida, al igual que su familia.
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