Murió un niño de 5 años en la total precariedad, pero a 10 minutos de la zona más cara de Neuquén: «Se sobrevive como se puede»
Las intervenciones de bomberos por el uso de estufas a leña o eléctricas en condiciones poco seguras son constantes en la meseta. Hoy, se cobró la vida de Benjamín Casiano Ayala.
Ocurrió en una vivienda precaria de calle Girasol y El Lino. Foto: Matías Subat.
En la meseta de Neuquén, a solo 10 minutos de la «Pequeña Dubai», una de las zonas más cotizadas de la ciudad que se extiende por corredor Dr. Ramón y Leloir, está la Colonia Rural Nueva Esperanza. Benjamín vivía ahí con su familia y anoche murió a causa de un incendio originado por las condiciones poco seguras en las que los habitantes se calefaccionan en esa zona. «Se sobrevive como se puede», fueron las palabras del presidente de la comisión vecinal, Carlos Daniel Coronel, a RÍO NEGRO RADIO, quien lamentó la muerte de su vecino Benjamín, un niño de cinco años, y pidió la intervención del Gobierno.
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Benjamín Casiano Ayala, un niño de cinco años, murió en su casa de la calle Girasol y El Lino por un incendio a causa de una falla en una estufa eléctrica. Su familia salió de la vivienda como una reacción desesperada ante las llamas, pero al darse cuenta de que el niño no estaba con ellos e intentar entrar a rescatarlo, el fuego ya había copado las habitaciones.
«Como vecinos no tenemos gas, tenemos luz precaria y falencias de todo tipo«, contó el presidente de la comisión vecinal, Carlos Daniel Coronel, a RÍO NEGRO RADIO. «En la mayoría de los casos, los vecinos se calientan con estufas eléctricas, con leña o con lo que pueden, pero las casas son muy precarias«, agregó.
La falta de calefacción segura genera incendios todos los años. Ya que no es solo la irregularidad de las condiciones en las que se vive, sino que «la dotación de bomberos está a 7 km de distancia y cuando llegan, lo hacen 40 minutos o una hora más tarde», comentó Coronel.
«Acabábamos de terminar una reunión de seguridad donde le planteamos nuestras preocupaciones a los funcionarios de la provincia y al comisario, alrededor de las 21:00 y a las 21:30, y nos enteramos del hecho«, relató.
En la Colonia Rural Nueva esperanza viven cerca de 2500 a 2700 familias. «Sin contar las zonas aledañas, calculamos una población de 11,000 a 12,000 personas, fácilmente», aseguró Coronel. Esa es la cantidad «vive y sobrevive como se puede», exteriorizó.
El presidente de la comisión vecinal recordó el simulacro que se realizó en la Autovía Norte, del que participaron funcionarios para demostrar la efectividad del protocolo ante incendios. «El servicio resultó 100% efectivo, pero la realidad hoy en día es muy diferente, los bomberos no llegaron a tiempo», expresó
«Lo que nosotros nos preocupa y queremos hacer hincapié, es que el gobierno y las autoridades competentes nos apoyen«, comentó Coronel. Es urgente que necesitemos una dotación de bomberos ahí arriba, este no fue el primero ni será el último incendio, lamentablemente. No queremos que vuelva a suceder otra desgracia«, finalizó.
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