Murió Garoglio, el agresor de Ivana Rosales, caso emblemático de violencia de género en Neuquén
El hombre no cumplió la pena por el intento de femicidio porque huyó. Luego, fue condenado por abusar sexualmente de sus hijas. Más de una década después, Provincia y Nación reconocieron las violaciones a los Derechos Humanos.
Garoglio fue condenado por el intento de homicidio de Ivana Rosales, por el que no cumplió la pena, y el abuso sexual de sus dos hijas. (Foto archivo Matías Subat).-
Esta mañana se conoció la muerte de Mario Garoglio, agresor de Ivana Rosales y protagonista de uno de los casos más emblemáticos de violencia de género en Neuquén. Su fallecimiento ocurrió cinco años después de la partida de Rosales, quien sufría las secuelas de la feroz golpiza con la que Garoglio pensó que la había matado.
Fuentes familiares y judiciales confirmaron la muerte de Garoglio, quien sufría de cáncer desde hacía tiempo.
El hombre había sido condenado por el intento de femicidio de Ivana Rosales en 2003. Un año antes, cuando ella le dijo que se quería separar, él la había ahorcado con un alambre, golpeado con una piedra en el rostro y la cabeza, y encerrado en el baúl de un auto.
Un testigo circunstancial avisó a la policía y desde la comisaría llamaron a Garoglio a su casa, justo cuando buscaba una pala para enterrar a Ivana. Le ordenaron que se presentara en el destacamento donde, cuando abrió el baúl, un policía alcanzó a ver que Ivana movía levemente un dedo, que aún estaba viva.
Durante el juicio, el fiscal Alfredo Velasco Copello sostuvo la existencia de circunstancias extraordinarias de atenuación: «ella se lo buscó», nombre que recibiría la película de Susana Nieri sobre lo ocurrido. La defensora Alicia Garayo le pidió al tribunal que «juzguen como hombres».
La pena fue de cinco años de prisión, pero huyó, mucho no lo buscaron y en 2009 se dio por extinguida.
Cuatro años de prisión por abuso
En ese período, Ivana volvió a vivir con sus dos hijas (Mayka y Abril) y su hijo. En los controles médicos descubrió, con las profesionales, que las niñas habían sido abusadas por su padre y se inició un nuevo proceso judicial.
Los hechos ocurrieron en 2004, cuando ocurría el juicio por el intento de homicidio a Ivana (la figura de femicidio se incorporó en 2012). Garoglio fue declarado culpable por la Cámara Segunda en lo Criminal de Cipolletti, con una pena de cuatro años que esta vez sí cumplió, pero, según contaban los vecinos de la comisaría, se lo veía haciendo asado y lavando el patrullero.
En 2012, durante el proceso, Mayka se quitó la vida. Según su familia, la angustia que sentía por la violencia sufrida se acrecentó cuando le negaron declarar en el juicio y tuvo que hacerlo en Cámara Gesell por su edad.
Garoglio, una vez que quedó en libertad, retomó su trabajo en el sector petrolero, dentro de una empresa de servicios de una reconocida familia neuquina.
Si bien Ivana presentó una denuncia por el proceso judicial ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, esta clase de instancia analiza las actuaciones de los estados y no de las personas. Fue en este contexto y con el acompañamiento del CELS, que en 2019 Abril Rosales y el Gobierno de Neuquén firmaron un acuerdo. Lo mismo ocurrió en 2021 con Nación. Ambos pidieron disculpas por las violaciones a los Derechos Humanos y se comprometieron a implementar acciones de reparación y no repetición.
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