Muertes en carreras de caballos en el Alto Valle: es el deporte con equinos «que se cobra más vidas»
Aseguró un veterinario especialista en caballos para deporte de Neuquén y Río Negro.
La reciente tragedia en el Club Hípico El Chiripá de Villa Regina, donde un caballo y su jinete murieron durante una carrera, conmocionó a la región y puso bajo la lupa las condiciones de las competencias. El veterinario especializado en traumatología equina, Juan Manuel González dijo a Diario RÍO NEGRO que la carrera de caballos es «la disciplina que más vidas se cobra» dentro de los deportes con equinos.
El especialista, con más de 15 años de experiencia en medicina veterinaria en Neuquén y Río Negro, explicó que las carreras entre las otras disciplinas como equitación, polo y rienda, imponen una exigencia extrema a los animales, lo que incrementa el riesgo de lesiones graves y accidentes fatales.
“Son disciplinas que tienen un impacto directo en el aparato locomotor de los caballos y esto trae como consecuencia lesiones. A veces lesiones nuevas y a veces agravamiento de lesiones preexistentes», sostuvo.
El caso de Villa Regina ilustra esta problemática. Según los informes preliminares, el caballo Pobre Jorgito sufrió un paro respiratorio durante la competencia, lo que provocó su caída y la del jinete. Este último, al impactar contra el suelo y las patas del animal, sufrió heridas críticas que le costaron la vida 24 horas después. Fue velado durante la madrugada y mañana del martes.
«Las carreras de caballos se cobran más vidas, porque las pruebas son las que más exigen a los animales y más lo acercan a los accidentes», reiteró el veterinario. «Desarrollan una alta velocidad y eso expone tanto al aparato locomotor, los huesos, los músculos, las articulaciones, los ligamentos, como expone también al aparato cardio circulatorio y al respiratorio, a una gran exigencia», explicó.
Aclaró que no tuvo acceso directo a los detalles técnicos de este caso, pero señaló que episodios como este no son aislados. “Muchas veces los accidentes ocurren porque los caballos compiten con lesiones previas no detectadas o porque el estado de las pistas no es adecuado».
El profesional subrayó la necesidad de implementar controles estrictos previos a cada competencia. “Lo básico es garantizar que el animal no presente claudicación, es decir, ningún dolor en sus extremidades. También se deben revisar signos vitales como la frecuencia cardíaca en reposo. Si un caballo tiene una frecuencia elevada en estas condiciones, no debería competir”, indicó el especialista en salud animal.
A pesar de estas recomendaciones, aseguró que las carreras «muchas veces carecen de un marco regulatorio» o debería ser más estricto, para salvaguardar la integridad física de un animal.
Se han conocido casos en el Alto Valle de caballos que han sido drogados para las competencias. “En el Alto Valle solo el hipódromo de Neuquén y algunos clubes específicos, como el de Vista Alegre, realizan pruebas antidopaje. Pero no me consta que esto sea una práctica habitual en todos los eventos”, afirmó el veterinario.
Además, diferenció que «hay dos grandes aristas y hay que entender que hay animales que reciben medicación y otro tipo de droga que son totalmente prohibidas. Estas buscan un aumento de la capacidad física de ese animal por encima de sus límites».
Detalló que las primeras están dentro del régimen de dopaje. «Hay cierta medicación como analgésicos, antiinflamatorios que deben retirarse con cierta fecha anticipación antes de la carrera, pero no significa que no se puedan dar», explicó.
Las segundas son «totalmente prohibidas porque el animal no las necesita para su salud, sino que estas drogas son administradas con el fin de aumentar la capacidad física», dijo.
Acerca del debate que se genera en estos casos por el maltrato animal, el profesional opinó que estas disciplinas «deben tener un marco regulatorio primordial, principal para las normas de bienestar animal». «Hay personas que tienen sus caballos de una manera que hay que felicitarlos, no hay que caer en generalidades», aseguró.
Además, agregó: «hay maltrato animal en todos los niveles». Explicó que para él el maltrato existe en todas las disciplinas, «lo que pasa es que las carreras son las que se cobran más vidas». «También se puede ver en caballos que se usan para equinoterapia o hay animales a los que se les mantiene bajo un cierto estado de nutrición para que las personas lo puedan andar, eso también es maltrato», señaló.
Lo importante para el veterinario es que se debe «enriquecer el debate y no tener visiones extremistas». Afirmó: «estoy a favor de que se imponga un marco regulatorio para que no haya maltrato animal».
Por último, expresó que esta regulación debe incluir a los jinetes. «Acá terminó perdiendo la vida una persona también y esto debe tener un marco regulatorio para esa persona«, manifestó.
«Me gustaría que se sepan las condiciones en la que estaba el lugar y si una persona perdió la vida que se determine por qué murió».
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