Mucho más que un simple arrorró: por qué es importante cantarle a los bebés

Las canciones de cuna son más que un recurso para hacer dormir a los recién nacidos: son cruciales para ayudarlos a aprender el lenguaje, según sostiene un reciente estudio publicado en Nature.

Mucho más que un simple arrorró: por qué es importante cantarle a los bebés. Imagen de Drazen Zigic en Freepik

El Arrorró es mucho más que un recurso para hacer dormir bebés. De hecho, ese uso monótono del habla es crucial para ayudar a los recién nacidos a que aprendan el lenguaje, ya que “la capacidad humana para comprender el habla se basa en un complejo sistema neuronal, cuyas bases se desarrollan durante los primeros años de vida”, introduce el informe de una nueva investigación que sugiere que las canciones de cuna son mucho más importantes de lo que pensábamos.

“Creemos que la información sobre el ritmo del habla es el pegamento oculto que sustenta el desarrollo de un sistema lingüístico que funcione bien”, dijo el profesor Usha Goswami, neurocientífico de la Universidad de Cambridge y autor del estudio, a The Guardian.

Para obtener estos resultados, su equipo de investigadores registró la actividad cerebral de 50 bebés de cuatro, siete y 11 meses de edad mientras veían un vídeo de una maestra cantando 18 canciones infantiles. Mientras tanto, utilizaron algoritmos para interpretar cómo codificaban esta información en el cerebro.

En efecto, encontraron que los pequeños aprenden idiomas a partir de información rítmica, es decir, a través del ascenso y descenso del tono. Además, descubrieron que no comienzan a procesar información fonética (los sonidos más pequeños del habla) hasta que tienen aproximadamente siete meses.

Los hallazgos publicados en la revista científica Nature Communications hipotetizan que la dislexia y el trastorno del desarrollo del lenguaje pueden estar asociados con la percepción del ritmo y no únicamente en las dificultades con el procesamiento de información fonética.

Según Goswami, cuya lengua es el inglés: “Los bebés pueden usar información rítmica como un andamio o un esqueleto para agregar información fonética. Por ejemplo, podrían aprender que el patrón rítmico de las palabras en inglés suele ser fuerte-débil, como en ‘daddy’ o ‘mummy’, con el acento en la primera sílaba. Pueden usar este patrón de ritmo para adivinar dónde termina una palabra y comienza otra cuando escuchan el habla natural».

Este estudio es parte de un proyecto llamado BabyRhythm, liderado por el mismo investigador, que explora cómo se relaciona el lenguaje con la dislexia y los trastornos del desarrollo del lenguaje. «Los padres deben hablar y cantarles a sus bebés tanto como sea posible o utilizar discursos dirigidos a ellos, como canciones infantiles, porque eso marcará una diferencia en el resultado del lenguaje», recomendó el autor.


Este contenido fue originalmente publicado en RED/ACCIÓN y se republica como parte del programa ‘Periodismo Humano’, una alianza por el periodismo de calidad entre RÍO NEGRO y RED/ACCIÓN



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