Muchas mujeres con cáncer de mama no presentan síntomas: que hábitos saludables se recomiendan

La médica oncóloga Carolina Reinhardt advirtió que todos los hábitos saludables ayudan a prevenir la mayoría de las patologías oncológicas. "Está comprobado", manifestó.

El cáncer de mama es el más común diagnosticado en mujeres. Sin embargo, es prevenible si se detecta en estadíos tempranos. Por eso, la Organización Mundial de la Salud definió a octubre como el mes de sensibilización del cáncer de mama, en alusión al 19 de octubre, día internacional de la lucha contra esta enfermedad.

La médica oncóloga clínica Carolina Reinhardt advirtió que hay «un gran volumen de muertes por diagnósticos en estadíos tardíos. Por eso, se trata de ponerlo en la agenda de todo el mundo ya sea de políticos con decisiones de salud, agendas sanitarias e incluso en la cabeza de la población».

La médica insistió en la necesidad de mejorar los hábitos saludables como la alimentación, la actividad física y la eliminación del tabaco para contrarrestar no solo las enfermedades oncológicas sino la salud cardiovascular, evitar la diabetes, la hipertensión y los infartos.

«Uno tiene muy ligado el tabaco al cáncer de pulmón, pero la realidad es que todos los hábitos saludables ayudan a prevenir la mayoría de las patologías oncológicas. Está comprobado«, manifestó esta médica del Sanatorio Juan XXIII de General Roca, y miembro de la Asociación Argentina de Oncología.

Mencionó los hábitos saludables como «una prevención primaria«; en tanto «la secundaria» se basa en los controles anuales de las mamas para acceder a un diagnóstico temprano.

El control periódico es fundamental: el 75% de casi 21.000 mujeres con diagnóstico de cáncer cada año en Argentina no presentaban síntomas específicos.

«Los pacientes que se diagnostican con la enfermedad en forma temprana, en el estadío 1 o antes, tienen un mejor pronóstico y una sobrevida mayor al 90%. El control ginecológico, el examen físico, es el pilar de todo. El médico debe conocer los antecedentes para establecer los riesgo; mientras que las imágenes es una cuestión complementaria», señaló Reinhardt.

La Asociación Argentina de Mastología recomienda el control anual con una mamografía a partir de los 40 años. Las ecografías se pueden realizar desde la adolescencia hasta la adultez. Pero los especialistas aclaran que «son dos estudios diferentes que persiguen fines diferentes»: la mamografía detecta tumores y microcalcificaciones, mientras que las ecografías detectan nódulos, por ejemplo.

A diario en el consultorio, Reinhardt advierte casos de sobrepeso. Según la Encuesta Nacional de Factores de Riesgo en Argentina, el 66% de la población padecía obesidad en 2018. «Eso -expresó- se traslada a los pacientes que después se enferman. ¿Qué incide? La mala alimentación y el sobrepeso».

Consideró la necesidad de «implementar cambios hoy para ver resultados en 20 o 30 años. Lo cierto es que hay obstáculos como situaciones sociales y económicas. No tiene que ver solo con que la gente se lo proponga sino con un contexto que acompañe. Es la base para empezar los cambios».

La falta de actividad física tiene que ver, en muchos casos, con dificultades económicas y una vida cargada de estrés y ocupaciones laborales. «Si uno no lo pone en agenda no surge espontáneamente. Hay que hacerse ese tiempo necesariamente. Mucha gente dice: ‘Los trámites los hago caminado’. Claro que eso ayuda, pero el ejercicio que sirve es aquel que exige cardiometabólicamente. Tu cuerpo se tiene que enterar que estás haciendo actividad física», comentó la médica.

El Instituto Nacional del Cáncer advirtió que los tumores de mama pueden aparecer a cualquier edad. De todos modos, más del 70% de cánceres de mama se producen en mujeres mayores de 50.

«Si bien hay diagnósticos en pacientes jóvenes, un factor de riesgo es la edad: cuantos más años, más posibilidades de desarrollar algún tumor a lo largo de la vida. Tomando como referencia una expectativa de vida de 80 años, se estima que 1 de cada 8 mujeres desarrolla un cáncer de mama a lo largo de su vida. A medida que aumenta la edad, hay más chances de que pase», alertó.

Recomendó volver al médico de cabecera y «no tener miedo». «Si se siente algún dolor o una molestia en la mama o en la axila es preferible consultar de más que llegar a un diagnóstico después. Las cosas no se resuelven solas, hay que buscar ayuda«, dijo.


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