Mosca de los frutos: así trabajan para terminar con el brote en Cinco Saltos
Multiplicaron por 10 las trampas y limpian los patios para quitar los hospederos. Dan fecha estimada para que el área vuelva a ser declarada como libre de la plaga.
Los trabajadores de Funbapa recorren patios y jardines de Cinco Saltos y fumigan donde hay frutales que actúan como hospedantes para la plaga. (Foto: Gentileza Funbapa)
Los equipos del Funbapa (Fundación Barrera Zoofitosanitaria Patagónica) vienen realizando en Cinco Saltos una tarea intensiva desde el 22 de marzo, fecha en que el Senasa declaró la emergencia sanitaria por un brote de mosca de los frutos y dispuso un cerco de siete kilómetros a la redonda en el área urbana.
Las peras y manzanas fueron resguardadas en cámaras distintas de las que tienen estatus libre de mosca, que son las que se cosecharon antes del 22 de marzo.
En estos días se puede ver a las plantillas con sus camionetas visitando los jardines de las casas. Recorren manzana por manzana de Cinco Saltos para hacer pulverizaciones y levantar la fruta de los hospedantes de la plaga. Se trata de naranjos, mandarinos, limoneros, lugares donde la mosca suele alojarse para resguardarse del frío.
La mosca de los frutos es una plaga de origen tropical y normalmente el invierno las mata. Se adapta a los ambientes calurosos y húmedos, como puede pasar acá en verano».
Alejandro Mussi, jefe de emergencia para el Alto Valle Oeste del Funbapa.
También suelen elegir la zona de salida de los caños de los calefactores, donde se genera un microclima. A diferencia de los humanos, que regulan la temperatura corporal, los insectos viven o mueren en función del clima.
Las trampas se multiplicaron por diez en el lugar del brote, explicó Alejandro Mussi, jefe de emergencia de Funbapa en Alto Valle Oeste. Son 280 y caerán a la mitad a fin de mes, cuando se levante la red de 2.200 trampeos que garantizan que la Patagonia sea área libre de la mosca.
“Dejamos una red chica por si cae algo. Esperamos por si surge un alerta. Las trampas se leen cada siete días, todos los lunes pasa el monitoreador”, subrayó Mussa al describir las tareas.
Todas las trampas son analizadas en los laboratorios del Funbapa en Allen y en Viedma.
Buscan pulpas o larvas de la mosca de los frutos bajo los árboles
En cuanto a las tareas, también se intensificaron los muestreos, se bajó la fruta y se hacen tratamientos químicos y culturales para garantizar que no queden residuos, moscas, pupas o larvas bajo los árboles.
No se pudo establecer cómo surgió el brote, pero Mussi dijo que el impacto es “ínfimo” porque cuando se declaró la emergencia “el 98% de la fruta ya estaba cosechada. Solo quedaba la Pink Lady y algo de Granny.
El director de Sanidad del Senasa, Esteban Rial, explicó a Diario RÍO NEGRO que desde Funbapa están en la atención del foco para evitar que se propague a otras localidades. “Senasa supervisa todas sus tareas y además fiscaliza todos los movimientos de fruta de chacras y galpones de empaque para evitar que se la mueva hacia otros lugares sin el debido control y supervisión”.
Trampas
- 280
- las que instalaron en Cinco Saltos por la emergencia sanitaria, diez veces más que las habituales.
Rial dijo que con la llegada del frío “la plaga hace rato que no está presente” y lo que sigue es la limpieza de patios por parte de Funbapa. “Luego, en primavera tendrán que reinstalar una red de trampeo para cumplir otro ciclo de la cuarentena y en noviembre se volvería a declarar al área libre de Mosca de los frutos”, estimó.
Hace un año ocurrió un brote similar en Cipolletti y el plan de emergencia duró casi 10 meses.
La plaga mosca de los frutos es una de las de mayor importancia económica para la frutihorticultura de la Argentina, debido a los daños que produce en la fruta.
La Patagonia cuenta desde el 2005 con el reconocimiento internacional de área libre de mosca de los frutos, lo que facilita el acceso a nuevos mercados, ahorrar costos de tratamientos cuarentenarios y posibilita la diversificación de los cultivos.
Piden colaboración a los vecinos para trabajar en los jardines
El equipo de trabajo de Funbapa tiene divididas las zonas dentro del foco en Cinco Saltos y las van recorriendo para detectar los hospederos de moscas de los frutos en patios y jardines.
Resaltan lo necesaria que es la colaboración de los vecinos para ayudar a terminar con el brote, al permitirles el ingreso.
En sus recorridas por la ciudad intentan convencerlos de bajar la fruta. Una tarea difícil en muchas ocasiones. Mussa lo describe así: “es que estuvieron esperando poder comerse esa naranja que tanto les costó producir… Y cuando está justo a punto la pierden. Pero lo importante es que todos miremos a largo plazo para erradicar la plaga” .
Lo mismo les sucede cuando visitan a los productores que quedaron dentro del área de emergencia. “Se quejan y nos dicen: ´justo me tocó a mi´, como si fuera una cuestión personal. Estuvieron produciendo fruta todo el año y ahora no la pueden sacar como quieren.
Una vez que la fruta es bajada de naranjos, limoneros, mandarinos, etc, se le hace un tratamiento y la derivan al laboratorio de Allen. Allí las cortan para ver si tienen larvas o pupas.
El programa Mosca de los frutos que ejecuta el Funbapa es fianciado con fondos de los productores a través de un canon contributivo obligatorio. Si fija por tonelada de fruta hospedera exportada que sale de la región o va a la industria. El sector público brinda el marco legal a nivel nacional y provincial para el fortalecimiento del programa. Aporta personal, infraestructura, insumos y la mosca estéril del Senasa.
Las áreas del programa de control de la plaga en Patagonia
La más importante es el Alto Valle, ya que abarca 930.560 hectáreas. Le siguen 25 de Mayo-Catriel con 45.590 has., Valle Medio con 33.081; El Bolsón, Puelo, Esquel 26.195 has., Valle Inferior 14.037, y le siguen otras menores.
Las medidas para neutralizar a la mosca de los frutos
– Se intensificó la vigilancia (a través de dispositivos de trampeo y el muestreo de frutos).
– Recolección y destrucción de los frutos hospedantes de la plaga.
– Remoción del suelo bajo la copa de los árboles.
– Inmovilización de la fruta del área reglamentada, realización de tratamientos fitosanitarios y aplicación de medidas de resguardo.
– Trazabilidad para la movilización de frutos hospedantes.
– Se prohibió la exportación de frutos del área regulada hacia mercados con restricciones sin el tratamiento cuarentenario.
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