Misiones al borde del estallido social: salarios bajos y pocos recursos, las claves para entender la crisis

La crisis en Misiones se intensificó. Además de los policías, las protestas de docentes, salud, energía y otros sectores, salieron a la calle a exigir aumentos salariales. La provincia, dependiente de la coparticipación federal, enfrenta desafíos únicos que complican las negociaciones con el gobierno nacional.

Hace una semana que la provincia de Misiones atraviesa una crisis sin precedentes. Esta mañana, Leandro Sánchez de la Unión de Trabajadores de la Educación de Misiones (UTEM), caracterizó en RÍO NEGRO RADIO la situación como histórica e inédita en la provincia. Las movilizaciones de docentes, policías y médicos que exigen un aumento salarial del 100%, complejizan las negociaciones entre los demandantes y las autoridades, quienes solo ofrecen un 20%. Qué rol cumple la política provincial, el Gobierno de Milei y las negociaciones, en medio de un clima de tensión y malestar social en la región.

Según publicó A24, Misiones es una de las provincias que menos coparticipación per cápita recibe. A pesar de ser una región con baja densidad poblacional, su economía se basa principalmente en la producción de yerba mate y el turismo.

En los últimos años, se iniciaron desarrollos tecnológicos que, según las autoridades, rendirán frutos en el futuro, pero estos no alivian la situación actual.

La relación entre Misiones y el gobierno nacional es fundamental debido a la dependencia de las transferencias federales para financiar gran parte de los costos provinciales.

Sin embargo, en el primer mes del año bajo la presidencia de Javier Milei, Misiones fue la provincia más afectada por el ajuste en las transferencias nacionales. Aunque esta situación se fue compensando a lo largo del año, las transferencias nacionales todavía muestran una caída del 40%, según un estudio del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF).

Políticamente, Misiones intentó mantener una relación constructiva con el gobierno nacional. La provincia apoyó iniciativas clave del gobierno de Milei, como la Ley Bases en Diputados, y actuó como bloqueador de otras propuestas opositoras en el Congreso.

No obstante, las autoridades provinciales advirtieron que no recibieron nada a cambio, ya que no se han concretado los fondos comprometidos por el gobierno nacional ni se reanudaron las obras públicas paralizadas.

Un factor adicional que complicó la situación en Misiones es su ubicación fronteriza. La apreciación del peso argentino ha hecho que la economía local se vuelva muy cara en dólares, reduciendo el ingreso de visitantes de países vecinos que antes solían hacer compras en la provincia.

Además, muchos habitantes locales prefieren comprar en países vecinos, lo que reduce aún más la recaudación fiscal y profundiza la crisis económica.

Mientras tanto, el vocero presidencial Manuel Adorni indicó que «la crisis en Misiones es un problema local» y que el gobierno nacional no planea intervenir directamente. Esta postura generó incertidumbre y descontento entre los funcionarios y residentes de la provincia, quienes sienten que sus necesidades no están siendo atendidas por el Ejecutivo nacional.

La situación en Misiones terminó siendo un reflejo de las tensiones y desafíos que enfrentan muchas provincias en un contexto económico complicado, con poco diálogo con el gobierno de Milei. Con la falta de recursos y apoyo financiero nacional, la provincia continúa en una encrucijada, y el conflicto abierto podría tener repercusiones más amplias en el escenario político y económico del país.

Con información de A24


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