María, de Allen a Suecia: un viaje que le abrió mundos y hoy se afianza en su carrera científica
Hace 10 años esta joven aceptó la invitación de su abuelo a viajar para visitar a la familia. Egresada de la Universidad del Comahue, pudo desplegar su carrera científica a nivel internacional.
Hace casi 10 años María Langa vivía en Allen. Esta patagónica por el mundo se fue del país cuando se recibió en el 2015 de la Licenciatura en Comunicación Social de la Universidad Nacional del Comahue. La historia del por qué, el dónde y el cómo se remonta hace un tiempo atrás.
En la década del 80’ su tío por parte de madre y artista plástico, se había mudado a Suecia. “Crecí con parte de la familia a la distancia”, cuenta, “viendo a mis primos y tíos cuando venían a visitarnos desde Upsala, que es una ciudad ubicada al norte de la capital, Estocolmo”.
Un día de 2014 su abuelo le dijo: “te pago un viaje para que acompañes a tu abuela a ver a la familia allá. Yo estaba terminando la tesis y trabajando un poco en periodismo. Tenía tiempo para hacerlo así que me fui a visitar a la familia a Europa”. Estuvieron dos meses, conoció el lugar, su gente, y aprovechó para extender sus propios límites.
Hizo un viaje que transformó su forma de ver el mundo. Compró un pase en el Interrail, un pase de tren que permite viajar en casi todos los trenes de Europa y acceder a las compañías ferroviarias de al menos 30 países. Fue un antes y un después.
“Viajando sola de un lado al otro me abrió la perspectiva, ver otros lugares y decir ‘hay un mundo allá afuera de Allen y de Argentina”, recuerda. Hasta el momento lo había vivido a través del relato de otras personas, “de segunda mano”, pero ahora podía tener la experiencia directa.
Volvió al país, terminó la tesis, se graduó y comenzó a buscar las posibilidades de continuar su carrera académica. Quería hacer un doctorado y tal vez dar clases en la Universidad. Mientras buscaba oportunidades, le informaron que con su título argentino podía aplicar a posiciones en Europa y Suecia, particularmente.
Tuvo que traducir su tesis de licenciatura del español al inglés, luego completar formularios y también pedir cartas de recomendación. Había una posición del departamento de Sociología de la Universidad de Upsala vinculada al medio ambiente que era la que más le interesaba.
“En ese momento yo había estado participando de distintos movimientos medioambientales, particularmente el movimiento anti fracking en la zona. Mandé todo, hice una entrevista y me aceptaron. Era una beca paga por 4 años con posibilidades de extensión si das clases en la Universidad. Por eso me fui a Suecia, por la conexión con la familia que vive allá. No era que me iba a un lugar en el que no había nadie o era completamente nuevo. Me fui con la seguridad de la familia, mis tíos y primos que me apoyaron muchísimo. Ni bien llegué empecé en mi trabajo para hacer el doctorado”, detalló.
Hasta mediados del año pasado María vivió en Upsala. Es “una ciudad grande que no lo parece” y una “clásica ciudad universitaria europea”, definió. Fue centro de poder en Suecia y su universidad, es una de las más viejas de Europa. Allí el peso histórico de la tradición y de la excelencia científico – académica convive con la vida estudiantil y los muchos inmigrantes que van a estudiar y se quedan.
“Es muy pintoresco y mágico. Tiene edificios muy viejos, con mucha naturaleza integrada, hay bosques, jardines, parques. Yo vivía en un edificio del centro muy tradicional que era de la Universidad y lo renovaron para departamentos. Enfrente tenía el Aula Magna y un parque con runas vikingas al aire libre. A dos cuadras, tenía un café donde cuentan que iba Michel Foucault porque había empezado un doctorado que al final no se lo dieron”, agregó.
Para darnos una idea del peso de la tradición repasó la ceremonia en la que recibió su título de doctorado. El evento fue muy formal, se hizo en latín, hubo saludos con cañones antiguos para cada egresado y además les pusieron una corona de laurel en la cabeza que pertenece a un árbol histórico del primer jardín botánico del país.
A principios del 2024 se fue a vivir al sur, a Malmö, y hace unos meses se mudó a Copenhague (Dinamarca). Es la primera vez que vive en una ciudad tan grande y que es capital de un país. “Hay mucha vida nocturna, arte y cultura. Es todo más underground, con menos naturaleza, pero con más diversidad. Escucho argentinos por todas partes y además la gente te habla en la calle, algo que en Suecia no es tan común”, indicó.
“Vivir allá me ha permitido conocer otras culturas, gente de todo el mundo, viajar, abrirme a nuevas experiencias y desarrollar mi carrera a nivel internacional”, repasó. Pese a eso extraña a su familia, sus amigos, el Valle, el río, el mate, la familiaridad, y la interacción fácil, cotidiana, propia de la vida en un espacio más chico.
Una carrera científica con proyección internacional
En 2021 María terminó el doctorado y trabajó en una fundación en temas de desarrollo internacional con las Naciones Unidas.
De 2023 a 2024 hizo un posdoctorado en un proyecto de investigación financiado por la Unión Europea. Es un trabajo muy grande que se desarrolla en cinco unidades en cuatro países del continente.
María está en la unidad local en la Universidad de Copenhague, en el departamento de Sociología, e integra uno de los dos equipos que trabaja en la parte cualitativa. Así lo explicó: “se trata de un análisis del rol de las imágenes en la comunicación sobre cambio climático, específicamente tratando de estudiar la polarización política y cuál es el rol de los discursos negacionistas.
“Cada equipo estudia las redes sociales, las conexiones entre personas, cómo se mueven la información y las imágenes, y hace análisis computacional del contenido on line. Yo trabajo en la intersección entre la investigación cualitativa que hacemos entrevistas y análisis de contenido cualitativo integrando esto con otro trabajo cuantitativo y computacional”. explicó.
Ganó dos becas posdoctorales pero ya desestimó una para desarrollar un proyecto propio de investigación. Había presentado una propuesta al Consejo de Ciencia en Suecia, en el área de Desarrollo Sustentable, y se lo aprobaron.
Ahora tendrá por delante cuatro años en la Universidad de Gotemburgo. “El trabajo pondrá el foco en los jardines urbanos en Suecia para analizar la construcción de ideas morales respecto de la naturaleza urbana y el cambio de estas ideas a través de la historia hasta la actualidad. Voy a estar haciendo historia oral, trabajo de archivo y un poco de etnografía para terminar con la creación de una base de datos con ese material”, desarrolló.
Recomendaciones si vas a Suecia
Upsala es una ciudad universitaria en la que vivió ocho años. Por eso María recomendó hacer una experiencia única: ir el 30 de abril a la gran fiesta de estudiantes. En esa celebración, la máxima autoridad universitaria da un saludo tradicional, a veces hay gente de la familia real que se suma desde la biblioteca histórica.
“Todos salen a los parques a hacer pic-nic y hay montón de actividades. En el momento del saludo, los estudiantes se juntan, tiran un sombrero hacia arriba y corren calle abajo. Es muy divertido y entretenido para ver. En las distintas facultades se realizan competencias de barco y balsas artesanales que bajan por el río. Algunas se desarman y no llegan, es muy curioso”, aseguró.
Otra recomendación en Upsala es visitar el Museo de la Ciencia donde se puede ver una Biblia íntegramente de plata, el libro sagrado de origen polaco que está escrito en tinta de plata y cuyas tapas también son de plata. Lo más interesante para ver allí también es la colección de textos sobre ciencia. Tienen las primeras ediciones de un libro de Newton, anotaciones de Darwin, grandes hitos en la historia del conocimiento científico.
Suecia en números
- 10.551.707
- personas viven en Suecia hasta el 2024
- 20
- habitantes por km² es la densidad de población
- 450.295
- km² de extensión. Es el quinto país más extenso de Europa.
Suecia está catalogada como uno de los mejores países del mundo en calidad de vida, según el “Índice para una Vida Mejor”, la OCDE.
“Viajar sola de un lado al otro me abrió la perspectiva. Vi otros lugares y dije ‘Hay un mundo allá afuera de Allen y de Argentina”
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