Mamotest, la plataforma argentina desarrollada con IA que detecta el cáncer de mama a mujeres en situación de vulnerabilidad
La empresa busca brindar telediagnósticos de cáncer de mama a mujeres a partir de una plataforma basada en inteligencia artificial. Hoy trabajan en Argentina, Costa Rica, México, Brasil, y con menor volumen España. Nicolás Lopérfido, enfatiza en diálogo con RED/ACCIÓN que un diagnóstico y tratamiento temprano pueden salvar la vida de una mujer.
Tras vivir 10 años en España emprendiendo, Guillermo Pepe decidió volver a la Argentina. Su padre, quien es médico radiólogo en Corrientes, tenía un centro de atención, que contaba con un mamógrafo y recibía mujeres de toda la región. En una charla, Guillermo se enteró de que la mayoría de las que llegaban al consultorio estaban en una etapa avanzada del cáncer de mama. Aquello sucedía por una falta de concientización sobre la importancia de los controles médicos regulares.
A partir de ello, en 2011, nació Mamotest, una plataforma basada en inteligencia artificial a través de la cual las mujeres pueden acceder a un diagnóstico de imágenes de alta resolución y acompañamiento psicológico y emocional. Los costos de las mamografías están subvencionados por el Gobierno o por organizaciones sociales para mujeres mayores a 40 años. Luego de hacer el estudio, las radiografías son enviadas a especialistas a través de internet y en 48 horas los resultados están listos con una nueva cita médica para ver cómo proceder.
Desde Mamotest también impulsaron leyes en provincias como Jujuy, Misiones y Chaco que otorgan a las mujeres uno o dos días laborales libres para ir a consultas ginecológicas y hacerse las mamografías.
El objetivo es «tratar de concientizar y, posteriormente, hacer llegar a las mujeres un tratamiento», cuenta Nicolás Lopérfido, CFO de Mamotest, a RED/ACCIÓN. El sistema de salud de nuestro país y de Latinoamérica está fraccionado por lo que muchas veces las mujeres que reciben un diagnóstico no saben a dónde recurrir o los turnos suelen ser muy espaciados. «Todo ese tiempo es tiempo perdido de probablemente un tratamiento que en una etapa temprana puede salvar la vida», afirma Lopérfido.
La empresa lleva más de diez años operando en Argentina, y en ese transcurso logró expandirse a México, Brasil, Costa Rica y España. Fue el 2020 un «punto de inflexión violento» según describe Pepe, ya que la tecnología comenzó a infiltrarse con más fuerza en los sistemas de salud. En 2022, recibieron el Premio Zayed a la Sostenibilidad, que fue un puntapié para seguir creciendo. En diálogo con RED/ACCIÓN, Lopérfido destaca el impacto de dicho premio y analiza el futuro alcance de la organización.
—¿Cómo fue el crecimiento de la empresa en estos últimos años?
—En 2021 comenzamos a buscar un poco más de visibilidad. Nos costaba muchísimo poder expandir la solución en un contexto en el que Argentina estaba en una crisis económica, y nos postulamos al Premio Zayed. En el medio también conseguimos la inversión de Merck Sharp and Dohme (MSD), una importante empresa farmacéutica de Estados Unidos. Tras ganar el premio, nuestra visibilidad y responsabilidad crecieron notablemente. En 2023, cerramos una nueva ronda con Johnson & Johnson como partner estratégico, lo cual nos posiciona muy bien en el mercado.
—¿Este crecimiento les permitió expandirse a otros países latinoamericanos?
—Exactamente. Una vez que ganamos el premio en 2021, y obviamente durante todo 2022, el objetivo fue expandir nuestra solución a otros países. Pero es algo aún desafiante en algunos lugares, como México.
—¿Por qué?
—México tiene una tradición cultural muy particular, en la cual la mujer no está recibiendo la atención. El 20 % de las mujeres de entre 40 y 50 años en 2022 en México se había hecho una mamografía. Sabíamos que era una gran necesidad, pero también que iba a ser un gran desafío porque es cambiar la cultura y la situación de un país. En ese momento, abríamos centros, íbamos a hospitales y alquilábamos un mamógrafo. A partir de 2023 cambiamos el modelo y nos conectamos a mamógrafos que ya están trabajando, para hacerlo más escalable y no tener tanto costo médico. Hoy estamos atendiendo aproximadamente 6.000 mujeres por trimestre en México. Tenemos grandes planes en ese país, pero todo requiere de fondos y mucho trabajo para generar los puentes entre un problema y una solución.
—¿Cómo es su actividad en otros países?
—Nuestros principales focos siempre fueron Argentina y México. Debido a nuestro network médico tuvimos grandes oportunidades en Costa Rica, en España y actualmente en Brasil. Hoy contamos con recursos finitos y tenemos la intención de afianzarnos en estos cinco países, principalmente Argentina, México y Brasil, que tienen una población muy grande en comparación a Costa Rica y por eso son prioridad. En España estamos trabajando fuertemente, pero es un sistema que ya está muy maduro y no hay tanta necesidad de nuestra solución como en Latinoamérica.
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