Los Mellizos Pehuenches, el dúo que traspasó las fronteras de Plaza Huincul y Cutral Co
El pasado 6 de noviembre murió Luis Alberto. Su hermano Gilberto falleció en 2016.
Una marcha para Plaza Huincul y una zamba para Cutral Co forman parte del legado artístico que uno de Los Mellizos Pehuenches dejó para la comarca petrolera. Luis Alberto Ibáñez murió este noviembre, pero su obra puede recorrerse a través de los textos y la música que junto a su hermano Gilberto, les permitió recorrer los más tradicionales escenarios del foclore de la provincia y el país.
El 6 de noviembre murió Luis Alberto. Su hermano mellizo se le había adelantado también en el mismo mes, pero de 2016.
De este modo, “Los Mellizos Pehuenches” como fueron conocidos aquí y en diversos escenarios donde el folklore convocaba se despidieron. El dúo fue muy reconocido y supo compartir jornadas y música con los principales cultores de la música neuquina como Milton Aguilar y don Marcelo Berbel.
“Varios años han nublado tu memoria. Siento orgullo ser nacido en tus entrañas, quien se aleja de ti mi ñuque Mapu vuelve al tiempo a cobijarse entre tus brazos”, dice la canción que Alberto le escribió a Plaza Huincul.
Sin embargo, también reconoció a Cutral Co en una zamba escrita junto a Gilberto. “Ay mi Cutral Co, mi tierra querida. Te encuentro más bella que todo el Neuquén. Son mil voces las que te proclaman, mi tierra querida que nos vio nacer. Tienes un tesoro que forma riqueza y lo tienes oculto en tu corazón, es el oro negro que brota con ansia y esa es la riqueza de nuestra nación.
Alberto se dio a la tarea de llevar adelante un proyecto que buscaba plantear el folclore en la educación y en 2007 escribió “El canto de la tierra”, con relatos y canciones de su autoría, como forma de un audiolibro.
En el trabajo se recopilan 26 canciones de su autoría (en su mayoría) y otras compuestas junto a su hermano Gilberto. En el disco compacto se escucha su voz que relata, a modo de introducción por qué eligió cada tema y el respeto para cada una de las figuras a las que menciona, entre ellos, por ejemplo, el obispo emérito de Neuquén, Jaime Francisco De Nevares.
Con su relato explicó que el primer obispo de la provincia, fue “el verdadero paladín de la justicia”. Estuvo junto a los obreros marginados, a los pobres, inmigrantes, enfermeros, luchador “incansable de los derechos de los mapuches” e impulsor de los organismos de derechos humanos en la provincia.
Alberto contó que lo conoció en la década de 1960 cuando junto a su hermano se encontraba internados en el Colegio Salesiano de Junín de los Andes. Luego, la vida los volvió a reunir. Los Mellizos con su canto y a don Jaime misionando.
En este trabajo, Alberto se encargó de indicar que su principal intención fue transmitir el “sentir de hijo de estas tierras patagónicas. Me guió dejar impreso como un llamado de fe para que vuelvan a su origen en este bendito suelo y juntos engrandecer el país.Entrego mi canto en plegaria para que se haga realidad”.
Como estuvieron en cada punto de la provincia, Alberto captó la vida de los pobladores, aunque también la presencia de la naturaleza. Es por esto que se refirió a los crianceros en un poema: “Gumersindo, el criancero”; a la fiesta de San Sebastián en Las Ovejas con una tonadita cordillerana en “Pa’l Santo Campesino”.
Sobre el volcán Lanín, relató que fue su nombre el que lo inspiró: “estirpe de un sueño adormecido, oh Lanín, padre nuestro del viento, donde moran las almas neuquinas”.
En ese trabajo de este músico huinculense, que había cumplido en agosto pasado 75 años, destacó que es un “antojadizo resumen de sueños y vivencias, escritos y dictados con el corazón, con la sana intención de ilustrar sencillamente a una nueva generación del legado de sus mayores”.
La trayectoria de este dúo se inició cuando tenían 9 años y participaron de un concurso organizado por la radio LU5 de Neuquén y se alzaron con el primer premio. Fue en 1959.
Esa primera presentación les abrió el camino para viajar a Buenos Aires y sumarse a otro certamen. Ya en 1974 llegaron hasta uno de los más tradicionales escenarios de la música folclórica que los consagró con el premio revelación de Cosquín.
Los Mellizos Pehuenches iniciaron así una serie de giras y presentaciones por la Patagonia, pero también en otros escenarios de festivales y encuentros de Latinoamérica.
El público de la comarca petrolera los pudo ver juntos en el encuentro Tremn Tahuen con sede en Cutral Co, en 2010. Con la muerte de Alberto, el legado de Los Mellizos Pehuenches queda en su discografía.
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