Los cementerios del Alto Valle salen del colapso tras la dura pandemia
En Roca se debieron habilitar dos manzanas exclusivas para muertos covid. En Allen se levantaron sepulturas que registran deuda para ampliar la capacidad. En Villa Regina no hubo problemas con el espacio de la tierra pero faltan nichos.
El protocolo para los fallecidos covid sigue vigente. Foto César Izza
El 2020 marcó un antes y un después por el gran número de muertos covid que impactaron en la capacidad de los cementerios de la región.
Solo en Roca fueron inhumados 144 fallecidos, mientras que en Allen la cifra sorprendió a todos ya que a pesar de tener mucho menos población los entierros ascendieron a 276.
En Villa Regina no hubo inconvenientes con el espacio pero fuentes municipales reconocieron que faltan nichos.
Por el aumento de fallecidos covid en varias necrópolis hubo que realizar obras y un relevamiento para levantar las tumbas de quienes registraban deudas, para ampliar la capacidad. Además no se podían usar todas las instalaciones como nichos ya que Salud determinó un protocolo para los fallecimientos por el virus.
Protocolo
En Río Negro los muertos covid no se velan, sino que van directamente a enterramiento, salvo por pedido de la familia para ser cremados.
El personal utiliza doble buzo, trajes de protección, botas, máscaras con respirador y dos pares de guantes. Además tienen un vehículo destinado solo para estos casos, que se desinfecta al igual que el cajón que se va a usar.
Luego se retira el occiso que ya se encuentra en un recipiente desinfectado con lavandina al hospital o a la clínica. Este procedimiento lo llevan a cabo los centros médicos. Desde ahí se lo traslada al cementerio al enterramiento o a cremación, dependiendo de la elección de la familia del fallecido.
Si bien no se permite el velorio, la familia puede presenciar la innumación de los restos aunque a varios metros de distancia.
Durante los primeros meses de pandemia se restringió la capacidad de personas para participar del servicio.
Además las visitas a los cementerios estaban limitadas hasta que las medidas se flexibilizaron y se permitió el ingreso de familias en la semana y también los días domingos.
Las cifras bajaron
Desde el municipio de Roca detallaron que en 2020 fueron inhumados 144 fallecidos durante el año más duro de pandemia. En el 2021 esa cifra bajó a 76.
El año pasado el número fue mucho menor y se registraron 17 personas fallecidas. Además detallaron que este año solo se ha inhumado a uno.
Señalaron que en el comienzo de la pandemia “se destinaron manzanas especiales para inhumar los fallecidos por covid”.
En primera instancia no se permitía velatorio; el personal designado para sepultar utilizaba los elementos de protección personal como mamelucos, guantes, barbijos, todos insumos descartables en cada servicio, además contaban con antiparras. Sólo se permitían 10 familiares para acompañar el servicio.
El crematorio
En medio del contexto de la pandemia y del aumento de cremaciones el municipio invirtió en una sala para ofrecer estos servicios que fue inaugurada en noviembre del año pasado.
Durante la pandemia no todos podían acceder a esta alternativa que se contempla en el protocolo sanitario para fallecidos de covid por el alto costo que solicitan empresas privadas.
Sin embargo en Roca el proyecto tuvo como objetivo permitir a los vecinos poder pagar este servicio a un precio más accesible.
La obra se realizó en el predio del cementerio ubicado sobre calle Mendoza y demandó una inversión de 15 millones de pesos, que fueron destinados a la construcción edilicia y la instalación de un horno de incineración.
La construcción es de mampostería de ladrillos cerámicos, con una superficie aproximada de 150 metros cuadrados. Incluye un local para funcionamiento de horno crematorio, baño y vestidor para el personal afectado a las tareas, recepción y mirador más un espacio semicubierto.
Desde el Ejecutivo detallaron que se realizó la licitación del horno que fue comprado a la empresa Incol Co SA. El modelo adquirido es Super Jet Pack con enfriamiento por aire. “Se seleccionó luego de realizados los estudios sobre el impacto ambiental”, comunicaron.
Detallaron que la cremación de fallecidos residentes de Roca tiene un costo de $70.000. Mientras que el servicio a fallecidos de otras localidades cuesta $90.000.
Diferente es el caso si la cremación es de restos óseos de residentes en Roca. El valor pasa a $28.000.
Desde el municipio también detallaron que la cremación de restos óseos de otras localidades es de $45.500.
Finalmente el servicio para restos óseos provenientes de parcelas municipales es sin cargo.
Faltan nichos en el cementerio de Villa Regina
En el cementerio de Villa Regina no hubo problemas con la capacidad en la tierra durante los primeros años de la pandemia como sí ocurrió en Roca y en Allen.
Esto se debe a que la necrópolis está ubicada al pie de la barda, sobre el ingreso de la ciudad.
Sin embargo, faltan nichos, detallaron a este diario fuentes municipales.
El responsable de licitar esta obra es el Ejecutivo local pero hasta el momento no está previsto hacerlo.
Periódicamente se realiza el levantamiento de fosas cuando no hay familiares o personas responsables para el pago de las parcelas. Se hacen las comunicaciones, llamados y publicación de los listados de fallecidos, y si no hay presentación se realiza el traslado al osario. Esta situación también se repite en Roca y en Allen.
En cuanto al protocolo para las personas fallecidas por covid es el mismo. Los cuerpos se trasladan en una doble bolsa de cierre dentro del féretro aunque la única diferencia es que está permitido la sepultura en bóvedas.
En Regina no hay crematorio. En esos casos se hace el traslado a los crematorios de Roca cuando se requiere este servicio. Las empresas funerarias presentan una solicitud al municipio, de acuerdo al pedido de los familiares, y se autoriza el traslado y cremación (en los casos de fallecidos por covid).
Desde la comuna también notaron que hubo un aumento en las cremaciones, “los familiares no quieren tener mayores gastos por la sepultura (una parcela ronda los $300 mil) y a eso se suma el costo de la tasa de cementerio”, señalaron a este medio.
En Allen casi se quedan sin espacio
El cementerio de Allen fue uno de los más complicados durante los primeros años de la pandemia. Hasta 33 fallecidos se llegaron a registrar en un mes por el virus y el protocolo establecía que debía ir a tierra o cremación en caso de que la familia pudiera pagar el servicio.
En 2019 sólo se enterraron a 176 personas, pero la cifra subió más de un 55% en 2020 y la causa de la mayoría de esos decesos fue por covid.
“Antes de la pandemia todos los fallecidos iban a tierra, nicho o panteón, pero hoy los muertos covid tienen como único destino la tierra o cremación, pero eso es privado y no hay en Allen”, explicó en su momento el secretario de Servicios Públicos Benjamín Marín.
Marín mencionó que por las muertes covid se ocupó más el espacio de tierra y menos el panteón y de nicho.
Por este motivo desde el Municipio se solicitó al Concejo Deliberante que aprobara la ordenanza para realizar el levantamiento de sepulturas de tres cuadros, cuyos familiares adeudaban la tasa de mantenimiento y conservación.
Marín explicó que los cuadros que se iban a levantar eran del año 1982 a 1985. “Se notificó a los contribuyentes a través de una nota en el diario Río Negro sobre que tenían hasta 30 días para regularizar la deuda”, informó. La nota fue publicada el 29 de enero de 2021.
Remarcó que en los casos donde se pagan las tasas atrasadas no se puede levantar la tumba. Pero “hay casos donde la familia entera falleció o se mudaron los responsables de pago y esas son las tumbas que se levantarán”, contó.
Este medio intentó comunicarse con funcionarios del municipio de Allen para conocer el estado actual de la necrópolis pero no hubo respuesta a la consulta.
Comentarios