¡Lo siento!, la capital se traslada sí o sí a Neuquén
En 1904 un decreto del presidente determinaba que la nueva administración del Territorio sería el paraje Confluencia. Vecinos de Chos Malal resistieron, pero ni un telegrama funcionó.
Ya es sabido que el traslado de la capital del Territorio del Neuquén, desde Chos Malal al paraje Confluencia tuvo una fuerte resistencia de los habitantes y autoridades de segundo rango de la localidad del norte. Fue el entonces gobernador, Carlos Bouquet Roldán, junto al ministro del Interior, Joaquín V. González, quien impulsó la histórica gesta.
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Veían estas tierras un próspero progreso, pero no todos estaban de acuerdo. Y todo “explotó” cuando a Chos Malal llegó el decreto del 19 de mayo de 1904 del presidente Julio Argentino Roca que establecía el traslado.
Fue entonces que una comisión de nobles vecinos envió telegramas a la presidencia de la Nación para impedirlo. Fueron firmados por más de 60 personas.
“El 95% de la población reside en la región andina. Es conveniente y político la presencia de las autoridades superiores allí donde la población es más densa”, se puede leer en la misiva que replicó en su página web, masneuquen.com.ar, el historiador Eduardo Tarruela.
El telegrama calificaba de “retroceso” el traslado “a un punto desierto” y que únicamente se han tenido en cuenta “los intereses de algunos propietarios de campos inservibles”. Los vecinos de la antigua capital sostenían que la administración del Territorio funcionaba “cómodamente en edificios que costaron a la Nación 200.000 pesos y que para el traslado no se tuvieron en cuenta los inmensos sacrificios de los laboriosos pobladores que durante 17 años han luchado para levantar el pueblo”.
Y le pasaron datos al presidente, como para que entienda de lo erróneo de su decisión. Detallaron que en Chos Malal había 11 escuelas en un radio de 15 leguas. “Y en la Confluencia nada se ha hecho. En edificios y canales se gastaría un millón de pesos”, aseguraron.
El presidente le encargó a su ministro del Interior que se encargue de responder. “Tengo encargo del excelentísimo señor presidente de acusar recibo al telegrama y debo manifestarles que al dictarse la resolución de trasladarse la capital no se han consultado por el gobierno ni los intereses privados ni la comodidad de los empleados, sino los generales del territorio. El esfuerzo de los laboriosos habitantes de esa región no será anulado por esa resolución; por el contrario, la propagación de centros urbanos en el territorio traerá mayores actividades a las muchas existentes, formándoles vinculaciones positivas dentro de las propias fronteras, atrayendo población y comercio para aumentar su prosperidad. Los saludo. Joaquín V. González”.
Los vecinos insistieron, pero no lograron su cometido. La decisión estaba firmemente tomada y no quedaba nada más que hacer que cargar los carros y encarar el viaje de 14 días hacia la nueva capital del Territorio del Neuquén.
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