Lo que dejó la gripe aviar: un brote que afectó a la fauna marina, del que aún se desconocen las causas

Poblaciones de mamíferos marinos diezmadas y la amenaza latente de que todo vuelva a suceder, porque todavía se desconocen las causas que provocaron que la gripe aviar se trasladase a esos animales, haciendo estragos.

Ése es el triste panorama que dejó ese episodio que, en Río Negro, arrancó en agosto del año pasado, y, para esta misma época, amenazaba con afectar el normal desarrollo de la temporada de verano. Porque las mismas playas que atraen a los turistas eran hábitat de estos animalitos que enfermaban y morían, cada vez en mayor número.

Afortunadamente, a fines de ese año el brote cesó, pero el fantasma de lo ocurrido sigue generando inquietud.

En nuestra provincia los afectados fueron los lobos marinos. Pero en la vecina Chubut, por caso, más allá de los lobitos, los elefantes marinos también sufrieron muchas bajas. Hoy se sabe que el 97% de las crías nacidas en playas chubutenses durante 2023 (al igual que un número desconocido de adultos) murieron a causa de la gripe aviar.

Debido a esto los científicos indicaron que de allí surgió el primer registro de mortandad masiva, a nivel mundial, de elefantes afectados por esta influenza.
Las cifras en la costa rionegrina son igual de importantes, aunque principalmente se centran en lobos.

Números que impactan

«El número oficial es de 1.461 decesos. Ésos fueron los animales reportados por el área de ambiente provincial» informó Alejandra Romero, que es licenciada en ciencias biológicas e investigadora adjunta del Conicet en el Centro de Investigación Aplicada y Transferencia Tecnológica en Recursos Marinos “Almirante Storni” (CIMAS), ubicado en San Antonio Oeste.

A lo largo de este tiempo tanto ella como otros expertos hicieron el triste recuento de lo que dejaron esas muertes, para dimensionar, además, cómo impactaron en cada zona en particular, en las que sus pérdidas alteraron el equilibrio reinante.

En el Golfo San Matías esa tarea sigue en marcha. Un lugar clave si los hay porque, entre otras, enmarca playas de alto interés turístico como las de Las Grutas y el Puerto San Antonio Este.

«Los datos de los censos que puedo adelantar-compartió Romero- indican que este año, 2024, se contaron alrededor de un 25% de animales menos, utilizando como indicador el número de individuos censados en el verano» indicó.

Una investigación que ya está en marcha

Junto a otros colegas la profesional está realizando un trabajo que indicará cómo se vió afectada la zona por este brote, y lo que esa enfermedad dejó, tanto para la especie más golpeada (los lobos marinos) como para el resto de los seres vivos que conviven con ellos.

«Esto fue algo totalmente poco frecuente, al menos desde que yo tengo registro de los monitoreos de poblaciones de mamíferos marinos en la costa argentina. Es la primera vez que se suscita un evento de tal magnitud» graficó la licenciada.

«Hay que tener en cuenta que esta gripe aviar afectó a la gran mayoría de las especies de mamíferos marinos de América del sur, tanto en la costa del Pacífico como del Atlántico» continuó.

«El brote empezó en el norte del Pacífico sur y fue bajando, hasta pasar por el sur y subir por el Atlántico. Fue tan grave qué, todavía, hay pocos datos sobre la dimensión real del problema, por ejemplo, para las poblaciones de lobos marinos de un pelo. Lo que se sabe es que las perjudicó, y mucho» se lamentó.

Datos más precisos irán surgiendo a lo largo de los próximos meses. Porque, como ocurre con el trabajo que tiene en marcha Romero, muchos se encuentran analizando la afectación que dejó el brote, en cada punto que golpeó.

¿Podría repetirse?

Por esta razón, también, la incertidumbre es mucha. Es que aún los científicos no lograron explicar por qué esta enfermedad se trasladó a especies marinas, afectándolas como lo hizo.

«Desde ya que podría volver a suceder. De hecho aún no hay ningún estudio donde se haya identificado claramente cual fue el factor que lo desencadenó. En Chile hay un trabajo que puso a prueba diferentes variables explicativas, pero realmente no es concluyente» aportó la experta.

Otro de los puntos a tener en cuenta es que podrían variar incluso las cifras reportadas, porque el número de abortos provocados en las hembras de la especie también fue importante, y, al cuantificarlo, se podría proyectar en cuánto se verá afectada su recuperación como especie.

«Lo que sabemos es que dañó a animales de todas las clases de edad. Aún no están los valores para dimensionar a cuáles golpeó más, porque eso se obtiene al analizar las tallas de los individuos muertos. A partir de ahí se podría decir si los más golpeados fueron los adultos o los juveniles. Porque sabemos que, incluso, generó abortos» precisó Alejandra Romero.

Un evento que afectó a la fauna de todo el país

En Argentina los reportes de mortandad por el brote de gripe aviar en mamíferos marinos comenzaron a recibirse en agosto de 2023. Tierra del Fuego, Santa Cruz, Chubut, Río Negro y Buenos Aires con sus comunas costeras (Mar del Plata, Necochea, Monte Hermoso, Villa Gesell y Coronel Rosales) rápidamente comenzaron a informar acerca de una alta mortandad de lobos marinos.

En ese momento, Ariel Vagnozzi, un veterinario especializado en virus aviares del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), le explicaba a Río Negro que la denominada gripe aviar (una enfermedad altamente contagiosa producida por el virus de la Influenza A) llegó a «Sudamérica en 2022, mediante aves migratorias. Ya a principios de 2023, en Perú, hubo una gran mortalidad de aves marinas. Luego el virus mutó e infectó a lobos. Por el movimiento de esos animales fue bajando hacia el sur, llegó a Chile y, por la interacción entre las colonias del Pacífico y el Atlántico, afectó a Tierra del Fuego. De ahí siguió por toda la costa argentina».

En Río Negro la zona más afectada fue Viedma. El brote provocó el cierre de las playas de La Lobería y también del Centro de Interpretación del Área Natural de Punta Bermeja, situado a unos 3 km de allí, y a 63 km de esa capital provincial, por la ruta provincial N°1. El lugar resguarda a la colonia de lobos más grande de Sudamérica. Tras el brote, se reabrió. Fue habilitado el 17 de enero de este año.

También hubo casos en Sierra Grande, el Puerto San Antonio Oeste y San Antonio Este, cuyas playas engloba el golfo San Matías.

«En breve daremos a conocer el trabajo que se realizó sobre la afectación en nuestra zona-reiteró la licenciada en ciencias biológicas Alejandra Romero- Pero, obviamente, el perjuicio fue importante» finalizó