Llevan el secundario a donde era imposible acceder en Neuquén: «Ser docente rural te cambia la cabeza»

Este mes se celebra el segundo aniversario de la creación de la Escuela Secundaria Situada en Contexto de Ruralidad (ESeSiR) y a fin de año se egresarán los primeros cinco estudiantes con este formato. Dentro del sistema educativo neuquino, la ESeSIR tiene como objetivo acercar el nivel medio a las comunidades rurales dispersas, para evitar el desarraigo de los alumnos, quienes antes, debían trasladarse a zonas urbanas próximas.

Lorena Moreno hoy es integrante del equipo de trabajo de la dirección general de Educación Rural del Consejo Provincial de Educación (CPE) pero hasta hace poco tiempo fue la vicedirectora de la escuela CPEM N° 98 ubicada en el paraje Huncal – Cajón Chico. Tiene 25 años de servicio.

Esta institución tiene una particularidad. Cuando Lorena Moreno tomó el cargo presentó un proyecto para que la escuela se pueda trasladar junto a sus alumnos que hacen la veranada. Por eso, esta escuela es una escuela trashumante, es decir, ofrece el dictado de clases en tráiler y acompaña a sus alumnos mientras se trasladan. «Es hermoso ver cómo los alumnos van llegando a la escuela«, contó, «primero llegan dos, después dos más y así a medida que se van trasladando, que van allegando de los arreos se van sumando los chicos».

«Los alumnos caminaban hora, hora y media cuando no tenían transporte», explicó Moreno, «pero aunque parezca lejos, es cerca para las distancias que allá se manejan«. Y recuera una anécdota que le sucedió cuando estaba en el equipo directivo de esta institución.

En 2023 al inicio del ciclo lectivo, uno de los estudiantes la llamó aparte, le contó que tenia una conocida, de su comunidad mapuche, que se fue a Loncopue, el pueblo mas cercano para poder ir a la escuela. Pero, ella quería estar con su familia. Ahí nomas Lorena Moreno le dijo qué papeles debía presentar y al mes ya estaba cursando con ellos, cerca de su familia. «A esta alumna, tener la escuela cerca le permite no tener que irse a Loncopue, ni gastar en alquiler, ni tener estar sola para ir a la escuela en una localidad alejada de su comunidad», contó Moreno y enfatizó en la importancia de esta modalidad, que lleva la educación a las comunidades. «¿Qué harías con un hijo de 13 años si tiene que estar solo en un pueblo alejado de la comunidad para que vaya al secundario?», se preguntó.

«Esto es una respuesta real y concreta de un Estado presente porque desde el día uno lo que se pretende es brindar y ampliar los derechos de los adolescente en la comunidades«, explicó Moreno, «es un secundario situado, en contexto para que a los 18 puedan decidir, por ejemplo ser criancero pero con estos saberes  o estudiar incluso una carrera. Estas escuelas lo que generan es el derecho a poder elegir. Fomenta la igualdad y justicia curricular. El Estado presente en la ruralidad, atiende a esta población especifica con sus particularidades, limitaciones y posibilidades«.

Qué son y cómo funcionan las escuelas pensadas para los alejados de las ciudades:

La provincia hoy cuenta con seis ESeSiR: cuatro anexos del CPEM 98 ubicados en las comisiones de fomento de Los Catutos, Octavio Pico y Aguada San Roque, y en el paraje Huncal – Cajón Chico; y dos anexos del CPEM 100, en las comisiones de fomento de Santo Tomás y Chorriaca.

En la actualidad, la matrícula total es de 197 alumnos, y el anexo de Los Catutos es el que mayor matrícula tiene, con 50 estudiantes. El periodo lectivo de estas escuelas es marzo-diciembre, y se caracterizan por ser pluriaños, es decir que puede integrar estudiantes de varios años distintos en un mismo espacio áulico, cuando la matrícula lo permite. El dictado de clases es por áreas que involucran materias, y los alumnos concurren de lunes a jueves, de 9 a 16.

La mayoría funcionan en edificios compartidos, a excepción del anexo del paraje Huncal – Cajón Chico que, al ser una escuela trashumante, ofrece el dictado de clases en tráiler. Es condición para la creación de las ESeSiR, la existencia de una escuela primaria en el lugar. Otra de sus características es la impronta de lo situado, ya que se proponen actividades que estén vinculadas al contexto.

Lorena Moreno aseguró que durante estos dos años la matrícula aumentó. Sostuvo que “con esta posibilidad que se brinda, estamos asegurando el derecho al acceso a la educación, un derecho que además es reconocido por la comunidad”.

Comentó también que antes, los chicos abandonaban la escuela debido al desarraigo que les ocasionaba el tener que viajar a las urbes o vivir en albergues, en los pueblos más próximos, para cursar el secundario.

“El hecho de haber llevado la secundaria a los lugares donde para los y las estudiantes era imposible acceder, es un logro; sostenerlo y que la matricula aumente, significa que el trabajo está dando sus frutos aun cuando hay temas para seguir revisando”, subrayó Moreno. Puso en valor el compromiso de los docentes, que pasan largas jornadas con el grupo de estudiantes. “Hubo muchas familias que volvieron a las comunidades rurales porque sus hijos van a tener el secundario en el lugar”, aseguró. Agregó que las comisiones de fomento “colaboran mucho” con el desarrollo de las actividades de estas escuelas.

Las ESeSiR fueron creadas bajo resolución Nº 1168, motivada por las presentaciones realizadas por referentes de diversas comunidades que se encuentran distantes de centros urbanos del interior de la provincia. Al mismo tiempo, cumple con lo establecido en la ley orgánica Nº 2945 –de Educación Provincial- que en su artículo 44º establece la obligatoriedad de la educación secundaria para quienes hayan terminado el nivel primario.

Este año, estas escuelas secundarias tendrán los primeros cinco egresados provenientes del anexo de Aguada San Roque, que actualmente cursan el segundo ciclo pluriaño.

Moreno ponderó el trabajo iniciado en el área de Educación Rural conjuntamente con la dirección provincial de Educación Secundaria del CPE, en la tarea de atención a las demandas del nivel medio en la ruralidad. Por último, detalló que, en la actualidad, desde el área realizan tareas de revisión de este formato educativo, a fin de conocer la viabilidad de crear nuevas ESeSiR.

«Ser docente rural te cambia la cabeza», dice Moreno, «no sos el docente que va a al aula y cumple horario, hay un vinculo con la comunidad. Aprendemos más nosotros de lo que aprender los chicos, es un ida vuelta constantemente.