Llegan los 28 años de la Fundación Manos que Ayudan y habrá homenaje a un querido músico
Se cumple un nuevo aniversario desde que la ONG comenzó a funcionar en 1996, con epicentro en Cipolletti, pero de cara a todo el norte de la Patagonia. La fecha los encuentra reponiéndose de la reciente partida de su integrante, Marcelo Piñeiro, por eso honrarán su memoria.
“Expertos en la gestión de proyectos y en emergencias”, así define Noemí Bascur al equipo del que forma parte. Con ella, otros integrantes estables hace años y todo una red de vínculos y contactos que se activan ante cada necesidad, vienen sosteniendo el funcionamiento de la Fundación “Manos que Ayudan”, una institución que viene facilitando asistencia y recursos a pobladores de distintos puntos de la región, desde un paraje de la Línea Sur hasta los barrios más carenciados de la zona rural valletana.
28 años se cumplen este mes, desde aquel inicio formal registrado el 11 de agosto de 1996, cuando Noemí encontró en la solidaridad la manera de salir adelante de sus sucesivos problemas de salud. Desde entonces, la lista de labores realizadas y los beneficiarios alcanzados es interminable, no solo incluyendo a vecinos particulares sino también a entidades de bien público, como hospitales y cuarteles de bomberos.
Los convenios y acuerdos con empresas, a través del “sponsoreo”, como esta referente lo señala, es la herramienta más útil para evitar el desgaste que significa coordinar la organización de eventos a beneficio, pero esa retroalimentación no siempre es fácil de lograr. Es por eso que año tras año ponen todo de sí mismos para que el funcionamiento y el apoyo no se corte, ante una desastre natural o una profundización de la crisis económica. El Estado también aportó lo suyo para canalizar soluciones, fondos que fueron rendidos y hasta devueltos cuando quedó un remanente sin usar, afirma Noemí con orgullo.
28 años de la Fundación Manos que Ayudan: Homenaje a Marcelo Piñeiro
Entre todos los que han hecho posible el acompañamiento y la recaudación de fondos para cada situación que fue surgiendo, el rol del “músico solidario”, como ellos lo señalan, de Marcelo Piñeiro, fue fundamental. Como amigo y como compañero. Por eso cuando se confirmó la noticia de su muerte el pasado mes de mayo, todo el conjunto sintió el dolor y la ausencia.
El cantante, guitarrista, compositor y arreglador, docente y director de coros en Zapala, San Martín de los Andes, Chos Malal y Neuquén Capital dejó una huella imborrable en cada uno de sus aportes, siendo quizás el más emblemático el de poner su voz en el himno que la ONG tiene como marca de su identidad y sus convicciones. La versión oficial, letra y música de Daniel Sanchez, quedó grabada junto a Marité Berbel, Miguel Angel Michelena, Erna Sinner y el coro de niños de Diego Lanfiuti.
Para hacer honor a la memoria de este exponente bonaerense que se enamoró de Neuquén y de la magia que encontraba junto a sus colegas, están convocando a una Noche de Gala para el próximo domingo 23 de agosto, en el Complejo Cultural de Cipolletti, donde recibirán la ayuda y el talento de parte de Miguel Ángel Michelena, Laura Sidera, Mauricio Monzón, el Ballet de la Asociación Española de Neuquén y el Coro de la Legislatura Provincial, con la dirección de Naldo Labrín y vocalización de la profesora Nilbelys Perazza.
Lo recaudado con las entradas, que tienen un valor de 10 mil pesos, ya tiene destino establecido: continuar con las cuentas al día de la ONG y seguir ayudando a quienes lo necesitan, como la vivienda de un matrimonio de adultos mayores carenciados que tienen al cuidado a un joven con discapacidad. “Así hemos tratado de permanecer, son ocho los integrantes de la comisión directiva y hay una serie de comisiones anexas que tienen que ver con la educación, con la salud, con la generación de emprendimientos o proyectos y tratamos de poner acento a todas esas cuestiones que están mal y que hacen a la integridad de una persona. Si una persona está educada, tiene acceso a un buen trabajo y a una buena obra social y obviamente no va a necesitar de la asistencia de ninguna ONG como nosotros», planteó Bascur.
«A eso propendemos y llegamos a los lugares donde están los invisibles de la tierra y esos sucede en los parajes más recónditos de ambas provincias, visibilizamos sus necesidades, somos la voz, las manos, los pies, los oídos, los ojos y el corazón, lo tenemos siempre atento para poder despertar la empatía que nos acompaña a cada uno y hacer algo por esa persona que si no llega uno, está aislada de todas las oportunidades”, concluyó Noemí.
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