Libreros a los diputados que tratan la Ley Ómnibus: «¿Quieren un país con menos libros?»
Difundieron un documento en el que le adviertes a los legisladores que en este momento están en sesión en el Congreso de la Nación sobre la gravedad de derogar la ley 25.542 que regula la industria.
El 60% del gasto de un libro es papel. La inflación no ayuda a la industria. (FOTO: Archivo)
Mientras la Cámara de Diputados del Congreso de la Nación se está debatiendo la «Ley Ómnibus», presentada por el presidente Javier Milei, los libreros del país emitieron un nuevo documento donde insisten y solicitan a los legisladores, el «rechazo total» a la derogación de la ley 25.542 que regula la industria editorial del país. «Confiamos en cada uno de ustedes, en sus experiencias personales y su formación, que los llegó a ser representantes del pueblo en el Congreso. Confiamos en que ninguno de ustedes quiere un país con menos libros», expresaron.
Y aportan datos significativos para fundamentar su reclamo, en tiempos donde los libros de papel vienen siendo avasallados por el consumo digital y tecnológico. Uno de los puntos que los libreros aclaran o intentan explicar a los diputados en su documento, es el alto precio de los libros. Aseguran que la razón por la cual los libros sostienen un precio por encima de la inflación es porque el precio del papel aumentó un 70% en el último bimestre y un 300% durante el último año.
«El papel representa el 60% del costo del libro, por lo que resulta evidente que el problema del precio del libro viene directamente del costo del papel. La experiencia internacional, sólidamente documentada, prueba que cuando se suprimen leyes semejantes a ésta, los precios de los libros aumentan, no disminuyen, perjudicando de este modo a los lectores y a todos los participantes del ecosistema editorial: escritores, ilustradores, traductores, editores, correctores, diseñadores, distribuidores y librerías», agregaron.
Ahora, ¿Por qué se insiste en que esta ley no se derogue? Porque no solo afecta a los intereses económicos de quienes participan de esta industria, sino porque atenta contra un derecho fundamental que es el acceso a la cultura y al conocimiento. Hay escritores mundialmente reconocidos que aseguran que un libro es un viaje por todo el mundo sin necesidad de moverse de una silla, donde se pueden adquirir conocimientos y experiencias únicas. Un lugar donde se aprende y se enriquece la mente y el alma.
En este sentido, los libreros firmante del manifiesto explican los alcances de la ley 25.542 que se propone eliminar. «Dicha ley no representa ningún gasto para el Estado. Sólo establece que cada productor de libros (editor) o importador fije un precio a cada título y cada vendedor (librerías, tiendas online) lo respete. Vigente desde 2002 (y similar a otras, anteriores, que rigen en Alemania, Francia, España y una veintena de países), no fue impuesta por ningún gobierno, sino que se trató de un acuerdo entre todos los actores del libro. En Argentina el consenso sobre esto es amplísimo, y abarca librerías pequeñas y cadenas», desarrollaron.
Los libreros, nucleados en cámaras, confirman que la normativa vigente demostró una gran influencia positiva en la cantidad como en la diversidad de libros que se producen, venden y circulan. «Ha generado sana competencia (los vendedores competimos por mejor servicio, atención, difusión), crea y sostiene puestos de trabajo, y fomenta la fuerza cultural del país. En nuestro caso los beneficios también
inciden en otras áreas, como la economía del conocimiento y el importante turismo cultural del que somos receptores», agregaron.
Según datos de la Cámara Argentina del Libro, desde la implementación de esta ley, la producción de novedades editoriales tuvo un incremento del 200%, se triplicó la cantidad de librerías y surgieron más de 200 editoriales pymes.
«Esta ley establece reglas de juego claras y justas para todos los actores del sector. Una industria bien organizada, obtiene mejores resultados», concluyeron.
librerías de Neuquén, espacios culturales
Una resolución del exministerio de las Culturas, disuelto por el gobernador Rolando Figueroa al asumir en diciembre, declara de interés cultural aquellas librerías que funcionan como espacios culturales, enfocados en difundir la producción local.
La resolución 5 del 2021 establece que serán declaradas espacios culturales aquellas librerías que tienen como objetivo «difundir, promover, comercializar, visibilizar, exponer obras en distintos formatos tecnológicos de autores y autoras de nuestra región literaria patagónica; obras de editoriales regionales, independientes, autogestivas, artesanales garantizando la bibliodiversidad, la mirada federal, evitando la concentración editorial y el monopolio cultural. Asimismo, fortalecer la identidad regional de la literatura que se escribe desde este territorio».
Además, son las que participan activamente de actividades culturales vinculadas a la promoción, difusión y fomento de la lectura y la escritura de la región y desarrollen programas de extensión para que el espacio de la librería interactúe con la comunidad artística de la zona en pos del fortalecimiento mutuo, respetando la diversidad estética, política, de género y la inclusión a las diferentes discapacidades.
«Son 18 librerías las que se encuentran en funcionamiento, sin contar las especializadas en actividades religiosas, jurídicas y de idiomas. Las librerías que comercializan bienes y servicios culturales de autoras y autores neuquinos, son consideradas valiosos espacios culturales de vital importancia para el fomento de la lectura como también por el trabajo social que realizan en la comunidad, a través de la participación en las ferias del libro Provinciales y Municipales», aseguraron desde el ministerio en el momento en que entró en vigencia la resolución.
Comentarios