Las siete fuentes de agua de Neuquén, puntos con historia

Las fuentes han tenido en todo el mundo diferentes usos desde sus orígenes. En un primer momento para garantizar el acceso al agua, y después como uso ornamental y obra de arte. La ciudad de Neuquén no es ajena a estos atractivos. En la capital provincial hay siete fuentes, todas ubicadas en la zona céntrica.

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Las condiciones climáticas y en ocasiones el poco cuidado de los vecinos hace que requieran mantenimiento.

Para transitar la mayoría de estos sitios, basta con hacer el trayecto desde Plaza de las Banderas hasta el Parque Central. En el Bajo se completa el recorrido.

Patricia Vera, subsecretaria de Espacios Verdes del municipio, dijo que hay mantenimiento de lo que es la estructura donde están depositadas y la parte mecánica. Incluyen las cañerías, sistema eléctrico, iluminación y pintura. También se cepillan las paredes y se barre el fondo. Además se hacen trabajos en el agua, con cloro y alguicida, los elementos más usados por el personal que se encarga de que se mantengan en condiciones. Parte de la suciedad es removida con redes.

El área de Espacios Verdes, cuenta con un sector de Bombas y Fuentes. “No sólo para las bombas de las fuentes, si no para las que hay en otros sectores de la ciudad, por ejemplo, para la parte de lo que es riego en plazas”, agregó la funcionaria.

Marcó que hay inclemencias como el viento y las lluvias, o vecinos que arrojan basura, que hacen necesario un mantenimiento más frecuente. “Hay que desagotarlas, limpiarlas, volver a llenarlas, lleva un proceso. Puede ser cada 20 días, un mes, o antes por las condiciones en las que se encuentran. Hay que tener en cuenta que están al aire libre y la cantidad de hojas que puedan caer también influye”, indicó.

Apuntó a que hay casos, muy excepcionales, de personas que tiran alguna moneda en las fuentes. “No es que haya un cúmulo de monedas que se junten. No es algo habitué”, aclaró.

Cada uno de estos espacios tiene una historia y un diseño propio. La fuente La Cibeles, sobre el boulevard en avenida Argentina, data de la década del 30. Félix Pérez y Pérez, inmigrante español conocido como “El Chaval», donó la fuente a la ciudad.

Su nombre, según informa la cartelería de este atractivo, “evoca a la famosa fuente de Madrid, en España”, cuyo conjunto escultórico incluye a la diosa Cibeles, símbolo de la tierra, la agricultura y la fecundidad.

En cuanto a volúmenes de agua, las que más tienen son la ubicadas en el Cenotafio a los Caídos en Malvinas y en Plaza de las Banderas, marcó la funcionaria municipal.

Dijo que la que suele permanecer limpia por más tiempo, antes del nuevo mantenimiento, es la que está en el extremo norte de Avenida Argentina.

Vera contó que después de la limpieza en cada fuente, el llenado suele durar toda una noche o medio día.

En contrapartida, La Cibeles (por las hojas) y la del Monumento a San Martín (por festejos o reclamos) son las que se ensucian con más frecuencia.

La subsecretaria de Espacios Verdes, Patricia Vera, dijo que hubo dos fuentes que volvieron a funcionar este año. Una de ellas es la que está frente al museo Gregorio Álvarez, que estuvo en desuso más de 12 años. “Se acondicionó el lugar, se compró una bomba y se refaccionó la cisterna”, aseguró la funcionaria.

La otra es la fuente de la Unión de la Confluencia, que está sobre Olascoaga, en el Parque Central.

En mantenimiento, uno de los mayores costos en insumos tiene que ver con el cloro y el alguicida “para mantenerla cristalina”, precisó Vera.

Los espacios se convierten en lugares de fotos frecuentes y en puntos de encuentro.

“Forma parte de apostar a que sea una zona turística, todo suma para el circuito turístico de la ciudad’, describió Vera.

La más activa en cuanto a funcionamiento permanente es la de Plaza de la Banderas y la del Monumento a San Martín, mencionó la funcionaria.

Las siete fuentes están todas en el centro de la capital provincial.

Por el momento, no hay planificado agregar más de estos espacios en otros puntos de la ciudad. En el futuro se buscará sumar más, “pero todavía no hay nada en concreto”.

Al respecto, la funcionaria dijo que “lo principal es poner en valor las que ya están. Por eso las que no estaban funcionando, se reactivaron. Primero se enfocó en eso”.

Marcó que las fuentes además de embellecer el lugar, “hasta cambian la temperatura, se siente cuando uno pasa por al lado en verano que está más fresco”.