Las Grutas: Se viene el verano y están cerca las aves migratorias, conocé su increíble ruta
Los playeros rojizos hacen un recorrido extenso, pero siempre sorprenden en las playas más lindas
Falta, pero ya se hablará de ellos al final del verano. Porque los playeros rojizos, esas aves migratorias que unen continentes, también descansan en Las Grutas después de un año ajetreado.
Para verlas habrá que esperar hasta que llegue marzo, porque ellas optan por el último ‘coletazo’ de la temporada para disfrutar de esas playas que, en enero y febrero, suelen explotar de turistas.
Pero vale la pena ir conociendo su historia- o recordándola- para poner en valor la increíble fuerza que puede albergar un pájaro tan pequeño. Porque la naturaleza y sus habitantes (ya sea que vengan del mar o de la tierra) también son fascinantes en estas costas.
Aves sorprendentes
Los playeros rojizos (Calidris canutus rufa) llegan todos los años a partir de marzo al Área Natural Protegida Bahía de San Antonio.
Vienen desde Tierra del Fuego, dónde mantuvieron su plumaje gris, no reproductivo, que luego comienzan a mudar por el rojo con el que se los verá más tarde. Se preparan para su reproducción. El cortejo previo, el apareamiento y la posterior nidificación se dará en el Artico de Canadá.
Por eso en la costa rionegrina descansan y se alimentan para duplicar su tamaño. Es la previa de un vuelo en el que viajarán más de 6000 km sin parar, hasta su próxima escala hasta el Polo Norte.
Antes arribaban bandadas de 20.000 ejemplares, pero ahora rondan los 1.300, una cifra que aportaron los científicos que se dedican al estudio de la especie, que lamentablemente está en peligro de extinción.
¿Porqué se los monitorea?
El comportamiento migratorio de esas aves y sus posibles cambios están siendo investigados mediante el uso de pequeños dispositivos, que emiten señales que son captadas en diferentes puntos de la extensa geografía que recorren. Se busca precisar qué es lo que produce esas fluctuaciones en las poblaciones de la especie.
También se hacen campañas de anillado. Ese anillado consiste en capturar a algunas de ellas e identificarlas con una ‘banderilla’, para individualizarlas y posibilitar su seguimiento. El estilo, color, y la altura de esa pequeña insignia permite saber su procedencia.
B95, un playero rojizo famoso
B95, también conocido como Moonbird (el pájaro de la luna) es un playero rojizo que se hizo mundialmente famoso porque recorrió, durante su ruta migratoria, una distancia mayor a la que separa la Tierra de la Luna.
La bióloga de San Antonio Oeste Patricia González lo “anilló” (el proceso que usa para poner una ‘banderilla’ para identificarlo y posibilitar su seguimiento) por primera vez en 1995 en Río Grande, Tierra del Fuego, y en 2012 volvió a anillarlo en la Bahía de Delawere, en Estados Unidos.
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