Las disidencias y el 24 de marzo: «La memoria está en les 400 y todavía tenemos desaparecidos»
Desde la primera Marcha del Orgullo en la Línea Sur de Río Negro, la comunidad LGTBQ se planta por sus derechos. El 24 de marzo, sumaron la memoria por Tehuel, desaparecido en democracia. Efrath y Fran cuentan todo sobre su lucha.
“¿Dónde queda la memoria para nosotres? La memoria está en les 400, la cifra. El número 400 son las personas que habrían recibido, por su orientación sexual, un trato sádico y violento dentro de los centros de detención clandestina, por ser putos, tortas, por ser el desvío de la sociedad educada, personas que jamás volvieron”.
Las palabras de Efrath Rúa, una mujer trans de 22 años, estudiante e integrante de la organización que gestó la primera Marcha del Orgullo en la historia de los pueblos de la región Sur de Río Negro; recrearon lo que sucedió ayer en Jacobacci.
Las disidencias se sumaron con sus reclamos específicos a la movilización por el Día de la Memoria Verdad y Justicia donde todos los 24 de marzo, se realiza un homenaje al detenido y desaparecido local, Carlos Surraco, en la última dictadura militar.
Justamente, contó que la cifra “30.400 detenides desaparecides” busca visibilizar ese atropello específico hacia su comunidad. En un documento elaborado para la fecha denunciaron que: “Las políticas del gobierno Nacional de Milei y de la vicepresidenta Villaroel lo ponen en cuestionamiento”.
“Dentro de lo que es la comunidad travesti trans de la época, la historia es otra. Las travas sobrevivientes reconstruyen de las que se acuerdan, identidades que no se representan en estos 400”, agregó la referente de la “Grupa LGBTTIQ+ Wawel Niyeu”.
Efrath habló sobre la “marginalización” hacia su comunidad, que resiste a diario en una una zona rural de pequeñas localidades, comisiones de fomento y parajes.
“Se sobrevive todos los días, porque si hay algo claro es que este debate no está saldado. Ni siquiera está saldado el debate de los 30.000, no está saldado el debate de las disidencias de género y sexuales. Es por eso que nuestra memoria vuelve en cada gesto y en cada marcha, porque existimos en esa época y porque todavía tenemos desaparecidos. Es por esto que nos preguntamos dónde está Tehuel”, agregó la mujer en diálogo con Diario RIO NEGRO.
La agrupación «Wawel Niyeu” se gestó el año pasado con la primera marcha del orgullo y es una organización que lucha por los derechos de las personas de las disidencias de género y sexuales y continúan luchando por avanzar en sus derechos.
Franco Leonel Gil Muñoz tiene 21 años y es nacido y criado en Jacobacci. También es estudiante y trabajador, milita en la misma agrupación y fue uno de los idearios de la marcha de diciembre de 2023, que sacudió estructuras.
Todo empezó cuando un núcleo empezó a congregarse para debatir temas vinculados a las disidencias y las identidades de género en Jacobacci, pero con el correr de las semanas se fueron sumando personas de otras localidades como Maquinchao, Comallo y Los Menucos.
“Hay personas que se tuvieron que ir de la localidad para poder llegar a conseguir un laburo, para poder llegar a ser alguien. Entonces, luchamos por esas personas que se tuvieron que ir por no poder ser respetadas por como eran”, planteó. Así, Fran puso en evidencia la importancia de saber qué está pasando en los pueblos, por qué la gente se va, por qué la marcha no es en “nuestra propia avenida”, cuestionó.
La marcha y marcó un antes y un después el 2 de diciembre de 2023. Además, se hizo una muraleada. “Fue histórico, muy grande para ser la primera en la región sur”, aseguró el muchacho, y explicó que surgió por la inquietud de muchos adolescentes, quienes protagonizaron el evento.
“Es muy necesario en los pueblos más chicos mostrarnos como disidencia, a veces los pueblos más pequeños tienen esta mirada muy religiosa, muy tradicionalista del no querer avanzar”
Franco, uno de los organizadores de la Marcha del Orgullo en Jacobacci.
Este colectivo quería salir a la calle y decir “yo estoy presente, yo soy alguien en mi pueblo’”, apuntó Fran. “Lo más liberador y lo más emocionante fue ver a personas que estaban ocupando su lugar y también que se estaban haciendo visibles, porque realmente merecían serlo”, afirmó.
“Yo sigo acá en mi pueblo para generar un cambio también como persona disidente, la cual busca ocupar espacios y también poder llegar a tener la visibilidad que realmente merece una comunidad como la nuestra”, expresó.
Personalmente, Fran se identificó como un chico gay y activista y remarcó que tiene una familia que lo apoya. “Esa fue la clave de yo también poder llegar a construir una familia sana para aquellos que no la tenían y poder generar un espacio de contención y seguro para todos”, dijo.
La primera Marcha del Orgullo en la línea sur de Río Negro
“Fue una de las mejores cosas que pude hacer como persona porque a mis 21 años, me puse una mochila súper grande que pensé que no iba a poder. La seguridad y el orgullo hizo que lo lograra, construir espacios para poder ser escuchados”, contó Fran.
La movilización surgió en una charla común y corriente luego de expresar su deseo de marchar en la colorida e inmensa columna de Buenos Aires. Pero inmediatamente se dio cuenta que el desafío no era viajar 1500 kilómetros sino poner ese esfuerzo en hacerla en sus calles, en su pueblo.
Entre las repercusiones de la movilización, señalaron que los unió como región y logró visibilizar un tema que permanecía oculto, y también desnudó visiones negativas sobre la diversidad. “Nos encontramos con distintas miradas un poco negativas, pero dentro de todo con los pueblos vecinos nos pudimos afianzar y articular en actividades”, reflejó Fran.
El desafío de ganar espacios
La lucha por las reivindicaciones específicas del movimiento de la diversidad es parte de lo que siguen impulsando luego de la marcha. Uno de los reclamos es que haya espacios públicos y estatales para las personas del colectivo LGBTTIQ+. Cupo laboral trans, espacios de escucha, de salud y de encuentro son algunas de las demandas. Sobre todo, oportunidades.
“Nosotros también merecemos ocupar espacios, porque es más difícil conseguir un laburo, porque hay muchas personas que tienen aún más posibilidades que nosotros. Y queríamos contarlo desde la lucha”, apuntó Fran.
“Acá en nuestro pueblo no hay personas ocupando espacios, un lugar de trabajo, para nosotros era sumamente necesario, más siendo juventudes que estamos estudiando, de llegar a tener un futuro como personas”, expresó.
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