Las cotorras, la pesadilla de los cultivos en Río Negro y Neuquén: las estrategias para bajar la reproducción

Los especialistas evalúan estrategias para bajar el nivel reproductivo.

La cotorra fue declarada como «especie perjudicial para la producción» días atrás por parte de la Subsecretaría de Fauna del Ministerio de Desarrollo Económico y Productivo. La medida pone el foco en los crecientes daños que esta especie genera en cultivos frutícolas y extensivos, en los Valles de Río Negro y Neuquén, donde su población ha crecido significativamente en los últimos años.

«En el Valle Inferior, producen un gran impacto en los frutales, básicamente se manifestaron daños en frutos secos, nueces y avellanos. Para la zona de Valle Medio, hay reclamos de productores de cerezas y en el caso del Alto Valle, también hay reclamos», resumió el veterinario Roberto Espósito, subsecretario de Fauna Silvestre de Río Negro.

Si bien son originarias de Sudamérica, las cotorras han logrado reproducirse con mucha facilidad en el último tiempo y su población ha aumentado exponencialmente. «Creemos que se han visto favorecidas por los monocultivos, como el girasol y otros cereales que antes no había en cantidad en el Valle Medio«, plantean los especialistas.

«Si bien hace tiempo que están las cotorras -los primeros registros son de la década del 60-, su población ha aumentado tanto, no solamente en Río Negro y Neuquén sino también en otras provincias del país, que produce un impacto bastante negativo», explicó Espósito, quien aclaró que no solo se pueden ver en las zonas de producción sino también «en los grandes lugares de concentración como las plazas donde arman sus grandes nidos de dos -y hasta tres- metros, que alojan varias familias de cotorras. Como no tienen competencia, salvo alguna que otra ave rapaz, la población aumenta considerablemente».

Comentó que tiempo atrás, este animal fue llevado a España «como mascota» donde hoy, está considerada como plaga y no saben cómo combatirla.

La Ley de Fauna de Río Negro autoriza a declarar a una especie como perjudicial para la agricultura y fruticultura, ya sea autóctona o exótica. «La cotorra siempre estuvo presente, pero su impacto no era tan manifiesto. A partir del 2021, empezaron a surgir estudios a partir de los reclamos de los productores», contó.

Las cámaras de fruticultores del Alto Valle y el Instituto de Desarrollo del Valle Inferior (Idevi) insistieron en el impacto de las cotorras en sus producciones, especialmente en los frutos de carozo y de pepita, y en las bajas de los rindes de sus cosechas.

Espósito explicó que hoy el impacto en la producción es variada. «En el Valle Inferior se han encontrado bajas en los rindes de la producción de las cosechas de los frutos secos entre un 10 y un 15%. Para el caso del Alto Valle y Valle Medio, en algunos lugares hay impacto de 20 a un 30%. Hubo un impacto muy negativo en una producción de Cervantes donde se registró un 70% de daño en la producción debido a la cotorra», detalló Espósito.

Mencionó otro impacto del crecimiento poblacional de la cotorra: cuando las plantas o los frutales están en flor, estas aves cortan los brotes para elaborar sus nidos. «O sea que, a su vez, baja el rinde por planta a raíz del impacto que produce la extracción de yemas o de tallos», acotó.

Ante la situación, se conformó una mesa interinstitucional integrada por la Subsecretaría de Fauna Silvestre, la Secretaría de Fruticultura, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) del Valle y el gobierno de Neúquen para abordar el tema. «Es un trabajo en conjunto. Río Negro ya sacó una resolución para declararla especie perjudicial y seguramente, Neuquén lo hará en breve», indicó.

Es la primera vez que Río Negro declara a la cotorra como especie perjudicial. Sin embargo, ya en 2021, la Secretaría de Ambiente y Cambio Climático de Río Negro autorizó el volteo de nidos de cotorras en épocas no reproductivas para atacar su multiplicación tras los reiterados pedidos de los productores.

Ahora, el próximo paso será establecer los métodos de control de la especie ya sea para bajar la tasa de reproducción o el crecimiento poblacional. En este sentido, una posibilidad que se analiza es el volteo de los nidos para que la reproducción no sea tan elevada.


Certificado según norma CWA 17493
Journalism Trust Initiative
Nuestras directrices editoriales
<span>Certificado según norma CWA 17493 <br><strong>Journalism Trust Initiative</strong></span>

Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios