Lammens en Bariloche pidió a los empresarios «responsabilidad» con las tarifas para el verano 2023
El ministro de Turismo se refirió a los precios para la temporada y una "sensación agria" cuando superan los índices de la inflación. Ponderó el Previaje y habló del objetivo del dólar para extranjeros.
El ministro de Turismo de la Nación, Matías Lammens, criticó hoy en Bariloche la “lógica cultural” que lleva a muchos prestadores turísticos a intentar “salvarse con una temporada” y los convocó a tener una “actitud responsable” a la hora de fijar precios.
Admitió que la hotelería y la gastronomía tuvieron aumentos en octubre que superaron la inflación promedio (según el Indec 7,4% contra 6,3%) y anticipó su voluntad de promover “nuevos acuerdos de precios” en el sector, con el antecedente de los que ya fueron instrumentados con el programa Previaje 3. “No fue fácil, pero se logró”, subrayó Lammens.
Dijo que el sector privado “ha demostrado su compromiso” con inversiones y otras medidas que permitieron recuperar al turismo y eliminar las bajas temporadas, pero esos logros “deben estar acompañados por un plan de precios y una actitud responsable”.
Según Lammens, hay una tendencia al alza de las tarifas favorecida por un auge de la demanda (tal como lo publicó RÍO NEGRO), que exige un seguimiento más atento del Estado. “Cuando salen los índices de precios que publica el Indec y vemos que el sector está por encima de la inflación a todos nos genera una sensación agria”, afirmó.
Lammens abrió en Bariloche el último encuentro del año del Consejo Federal de Turismo, del que participan representantes del gobierno nacional y de todas las provincias. Estaba previsto que además de la conectividad aérea y vial y las políticas de promoción, el tema de las tarifas tuviera un espacio destacado en la agenda de la asamblea.
La gobernadora Arabela Carreras ya lo había anticipado durante la conferencia de prensa previa a la apertura. Sin que nadie se lo pregunte, habló de la importancia de “mantener el crecimiento del turismo, mantener las inversiones y mantener un nivel de precios razonable”. Advirtió que era un buen tema para “debatir” en ese marco.
Lammens ponderó los atractivos de Bariloche, dijo que es un destino turístico “icónico” y que en las tres ediciones de Previaje “encabezó las preferencias de las argentinas y los argentinos”.
Recordó que el turismo en la Argentina “está primero en indicadores de empleo y en la variación interanual de la actividad económica” y dijo que “es un gran desafío mantener estos niveles de ocupación”. Según el ministro, Bariloche “prácticamente no ha tenido temporada baja este año y la misma situación se repite en todo el país”.
A su entender, la desaparición de esas fluctuaciones históricas son “una gran noticia para la actividad” y consideró que es un error relacionarlo con el impacto del dólar alto y el encarecimiento de los viajes al exterior. “No tiene que ver con el tipo de cambio y que los argentinos puedan viajar más dentro del país -opinó Lammens-. De hecho, eso ha pasado ya otras veces en los últimos 20 años y siempre hubo temporadas bajas”.
Pero entendió también que ese nuevo escenario debería tener un comportamiento distinto de los prestadores en materia de precios y tarifas. Dijo que hace falta “romper con una lógica cultural” que rige entre los prestadores turísticos, por la cual buscan engrosar sus ingresos extra en los meses de mayor afluencia de visitantes para cubrirse de los períodos menos demandados. “Romper eso lleva años y tiene marchas y contramarchas. Salvarse con una temporada, con un verano, es algo que no puede volver a pasar. Es necesario que el sector privado asuma ese compromiso”, argumentó.
Reivindicación del Previaje
Lammens dijo que el ministerio a su cargo trabaja hoy con planes “de largo aliento” y defendió una vez más el programa Previaje, que se ideó en la salida de la pandemia de Covid para estimular los consumos turísticos mediante una millonaria inversión de fondos públicos.
“Fueron tres etapas, una primera para recuperar al sector -detalló-. Una segunda más masiva para terminar de fortalecerlo y una tercera más quirúrgica y puntual, dirigida a los meses de baja temporada, que ayudó justamente a que no hubiera baja”.
Dijo tener la convicción de que este verano se encamina a ser “muy bueno” para la actividad, con la perspectiva de superar los niveles del año pasado, “que ya fueron récord”.
Consultado acerca de por qué en otros rubros la inflación empezó a generar una retracción de los volúmenes de venta que parece no afectar al turismo, Lammens buscó explicaciones en “la cuestión macroecoómica”, que a su juicio “hace que el consumo se acelere mucho y que cuando la gente tiene la capacidad de gastar, lo haga”. Se abstuvo de considerar los casos de quienes no tienen esa capacidad de gastar.
El ministro se mostró reacio a dejar libradas las tarifas al juego libre de oferta y demanda, y consideró indispensable explorar nuevos acuerdos de precios, como los pactados días atrás con las expendedoras de combustible.
En relación con las cifras del Indec, que culpan a la hotelería y la gastronomía de impulsar hacia arriba el índice de inflación, Lammens dijo que “para ser justo, lo razonable sería separar” esos dos rubros, que aparecen unificados. Así se lo solicitaron al organismo de estadísticas. Señaló que “la hotelería no es lo mismo que la gastronomía, cuyos costos tienen relación más directa con los precios de los alimentos”. Abogó por un cambio en la presentación del índice y dijo que sería “algo para pulir”.
Según Lammens “el turismo no es lo que era hace cinco o seis años, hoy es una de las actividades económicas más importantes, de las que más empleo generan y por eso hacen falta indicadores y estadísticas que ayuden a tomar buenas decisiones”.
Dólares de turistas para el Banco Central
Lammens también puso la mira en los resultados que el gobierno espera obtener del dólar especial acordado recientemente para el turista extranjero. “Tenemos mucha expectativa, no de que lleguen más turistas, al menos en el corto plazo, sino en cuanto a las reservas del Banco Central”, sostuvo el funcionario.
Explicó que “una de las cuestiones que hacen del turismo sea una actividad estratégica es su capacidad de generar reservas. Esa capacidad la tenemos que aprovechar, y no sucede si no le damos un tipo de cambio diferenciado y no formalizamos el ingreso de esos dólares”. Calculó que, solo en diciembre, el beneficio cambiario para los turistas foráneos aportaría a las cuentas del BCRA unos 600 millones de dólares.
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