La violencia digital impacta en el trabajo de periodistas argentinas: inseguridad y autocensura
Amnistía Internacional presentó un informe que da cuenta de un fenómeno que no es un nuevo: 6 de cada diez mujeres periodistas en Argentina sufren violencia en las redes sociales.
Amnistía Internacional presentó un nuevo informe titulado «Muteadas: el impacto de la violencia digital contra las periodistas», un estudio en el que encuestó periodistas mujeres y de diversas identidades de género de todo el país para dar cuenta la situación que atraviesan.
El estudio revela que el 63,5% de las periodistas mujeres y con diversas identidades de género en Argentina han sido víctimas de algún tipo de violencia digital en los últimos seis años. De ellas, un 98,3% fue objeto de insultos aislados, mientras que un 85,6% fue víctima de hostigamiento o trolleo. Un 45,9% de las periodistas experimentó acoso sexual o amenazas de violencia sexual y un 44% amenazas de violencia física.
El informe documenta el impacto de la violencia digital en la libertad de expresión, la salud mental y el ejercicio profesional de las periodistas. «Además, pone de manifiesto que la violencia de género online que se ejerce contra ellas tiene como fin disciplinarlas y silenciarlas, simplemente por el hecho de ser mujeres que alzan su voz en espacios públicos o, en el caso de las periodistas especializadas en género, por atreverse a visibilizar públicamente la desigualdad de género», analiza el informe. En consecuencia, continúa el estudio, «la producción noticiosa sobre aborto, femicidios y violencia de género y derechos humanos las expone a recibir mayor violencia».
“No se trata en absoluto de un fenómeno nuevo. Desde Amnistía Internacional venimos denunciado los ataques a periodistas durante gobiernos de distinto signo político , pero en los últimos tiempos esta práctica se ha visto exacerbada por un contexto donde la violencia y los abusos en espacios digitales es habilitada y promovida especialmente por autoridades gubernamentales, lo que agrava los riesgos de alteración del clima que preserva la libertad de expresión», expresó Mariela Belski, directora ejecutiva de Amnistía Internacional Argentina en la presentación del informe.
El estudio también revela que un 23% de las periodistas que experimentaron violencia online fue por parte de figuras del ámbito político.
«Las plataformas digitales, que inicialmente democratizaron el acceso a la información y fueron grandes aliadas de las periodistas y de las principales voceras de las agendas de género -como lo demuestran los movimientos #MeToo y #NiUnaMenos- se han convertido en espacios que amplifican discursos de odio y la violencia de género contra las periodistas», asegura Amnistía internacional.
El informe también determina que la violencia de género online hacia las periodistas no es aislada y episódica, sino un hecho cotidiano en sus vidas. «Se observa un continuo de la violencia que padecen las mujeres, niñas y diversidades en el entorno digital y fuera del mundo virtual, que emerge de la misoginia y la desigualdad estructural de género socialmente arraigada», establece.
El informe también revela que cinco de cada diez periodistas encuestadas que fueron víctima de violencia manifestaron que se autocensuran en las redes sociales para evitar experimentar ataques. También que el 80% reportó que su práctica profesional de alguna forma se vio afectada ante hechos de agresión en redes.
También asegura que casi tres de cada diez periodistas se sintieron físicamente inseguras debido a situaciones de hostigamiento en redes sociales. Además, siete de cada diez viven con el temor de ser víctimas de amenazas o ataques en línea, y dos de cada diez recurrió a un apoyo médico o psicológico debido a las situaciones de ese tipo vividas.
«En un contexto marcado por la reacción de sectores que se oponen al reconocimiento de los derechos de mujeres y personas LGBTI+, agravado por la crisis de la industria periodística y la precarización laboral, ha llevado a muchos medios a no priorizar los temas de género en la agenda mediática», asegura el informe. Y suma: «Como resultado, las periodistas y editoras especializadas en esta área han perdido respaldo institucional necesario para realizar su labor. De las 13 editoras de género que ocupaban un lugar relevante en los medios, actualmente quedan menos de la mitad«.
El informe también revela que el acceso a la justicia ante la violencia de género online enfrenta serios desafíos que requieren una atención urgente. «Las barreras son múltiples y la inadecuada respuesta estatal a esta problemática desincentiva que las mujeres denuncien la violencia sufrida en el entorno digital. A pesar de la gravedad de esta problemática, solo el 7% de las víctimas de violencia digital encuestadas ha denunciado los hechos ante la justicia, lo que pone en evidencia la percepción de que el Estado no realiza los esfuerzos necesarios para abordar de manera efectiva la violencia digital y proporcionar soluciones oportunas y eficaces a las víctimas», dice Amnistía Internacional.
Cómo se realizó el estudio de Amnistía Internacional sobre violencia digital:
Para su elaboración, Amnistía Internacional encuestó a 403 periodistas mujeres y de diversas identidades de género de todo el país y se realizaron 36 entrevistas que recopilaron testimonios de personas con diversos roles en el circuito productivo de la información.
Estas entrevistas incluyeron a periodistas, así como a directores, ejecutivos, ejecutivas, editores y editoras de medios de comunicación, representantes de asociaciones de periodistas como el Foro de Periodismo Argentino (FOPEA), la Academia Nacional de Periodismo, el Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA) y representantes de la empresa Meta (Facebook, Instagram, WhatsApp), quienes accedieron a brindar una entrevista, a diferencia de otras plataformas como X (ex twitter).
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