La Universidad del Comahue hizo un convenio histórico para el desarrollo del cáñamo industrial y el cannabis medicinal

Trabajará junto a una Fundación de Roca.

La UNCo y Fundación Gen firman un convenio clave. Goto: Fundación Gen

La Universidad Nacional del Comahue viene trabajando desde hace un tiempo en la difusión del cáñamo industrial y cannabis medicinal. A mediados de octubre anunció el proyecto de una maestría en la materia. Ahora, firmó un convenio histórico de trabajo con una Fundación de Roca.

El nuevo convenio fue entre la Universidad Nacional del Comahue (UNCo) y la Fundación Gen. El objetivo es clave para el desarrollo del cáñamo industrial y el cannabis medicinal. El acuerdo, firmado por la Rectora, Dra. María Beatriz Gentile, y Fundación Gen, representada por su Presidente Luciano Rivera, impulsa la investigación, educación y desarrollo productivo del cáñamo industrial y el cannabis medicinal.

Esteban Ricardo Jockers, decano de la Facultad de Ciencias Agrarias, contó que fue la Fundación Gen que se acercó a la Universidad para trabajar en conjunto. «La Fundación viene llevando adelante el desarrollo de cultivos de cáñamo industrial, que es un cultivo que tiene múltiples propiedades desde lo textil, propiedades alimenticias, de remediación de suelos, o sea, es un cultivo muy amplio«.

La Fundación Gen ha estado investigando y desarrollando proyectos en torno al cannabis medicinal y el cáñamo industrial durante varios años. Su trayectoria incluye logros destacados, como la inscripción de genéticas propias y la apertura del primer Centro de Salud Integral especializado en terapias complementarias en la región. También es conocida en la región por sus desarrollos innovadores. Por ejemplo: creó una sidra con cáñamo, también el primer aceite de cáñamo comestible del país.

Lo que buscó con la Universidad fue un trabajo en conjunto, apoyo científico para el trabajo que viene realizando. Para la UNCo, este convenio representa la oportunidad de ser pionera en el estudio y desarrollo del cáñamo industrial, integrando a estudiantes y docentes en esta nueva etapa productiva y académica.

El acuerdo incluye actividades clave como: proyectos de investigación e innovación; desarrollo de currículas académicas; capacitación en terapias complementarias y medicina cannábica; incorporación para formación académica y práctica e intercambio de estudiantes, docentes e investigadores.

«Nosotros vamos a aportar el método científico en los ensayos que ellos están haciendo», explicó el decano, «y le vamos a dar la posibilidad a estudiantes para que hagan pasantías en ese campo experimental».

Los primeros pasos del convenio estarán focalizados en la producción de semilla. «Este cultivo se abandonó y erradicó en la época de la dictadura. Por eso, en Argentina nos quedamos sin semillas», explicó Esteban Ricardo Jockers, «se han importado semillas y ahora estamos en etapa de producción, identificando variedades, desarrollándolas. Ellos – por la Fundación Gen – en su predio van a hacer los cultivos para la producción de semilla y nosotros con el equipo técnico de la facultad vamos a monitorear esos cultivos. También haremos las mediciones de producción de materia seca de kilos de semilla por hectárea y evaluación de la calidad de la semilla«.

El cáñamo industrial y el cannabis medicinal permiten diversificar la producción en el Valle:


Otro de los puntos interesantes de este convenio es la posibilidad de construir alternativas para la producción de cultivos en el Valle. Esteban Ricardo Jockers lo explica así: «en las carreras de Ciencias Agrarias estamos promoviendo la diversificación productiva y la apertura hacia otro tipo de cultivos, más allá de los cultivos tradicionales que se hacen acá. Hemos sido por años la Facultad que forma profesionales para la fruticultura, pero hay transformaciones muy profundas y han aparecido otras formas de producción como la agroecología, la horticultura, la agricultura urbana, y este tipo de cultivos – cáñamo industrial y cannabis medicinal – tienen múltiples«.

Y por último sumó: «los jóvenes están buscando alternativas para producir, para poder trabajar en la región, entonces es nuestra tarea como institución educativa brindar nuevos rumbos en proyectos de futuro. Es por eso que, estos cultivos le dan otra perspectiva a os jóvenes, porque también tienen ramas medicinales relacionas a la producción de alimentos, a la recreación, al cuidado del medio ambiente, que un cultivo tradicional como la fruticultura por te da esa perspectiva».


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