La textil de Plaza Huincul busca volver a reinsertarse en la comunidad
La veintena de mujeres que trabaja en la textil de Plaza Huincul está volcada a la producción de ropa de trabajo y proyectan ampliar las instalaciones para lograr incrementar la confección de las prendas. Las instalaciones que funcionan en uno de los predios que tiene el municipio esperan ser remodeladas.
La historia de la textil que funciona en Plaza Huincul comienza hace unos años atrás y, después de varias experiencias, desde el 2019 logró ponerse en marcha una vez más. Si bien el emprendimiento está bajo la órbita de la Subsecretaría de Producción y Agricultura Familiar sus integrantes forman un grupo que conforma el denominado decreto asociativo.
Al principio fueron 30 las participantes que formaron parte de la capacitación hasta que finalmente quedaron 20 personas. El primer capacitador fue Pedro Di Napoli, con quien iniciaron las primeras producciones.
La pandemia de coronavirus desatada en marzo de 2020 hizo que se abocaran a confeccionar la ropa descartable para el personal de salud, como camisolines y las botas quirúrgicas. Finalizada esa etapa se volcaron a la producción.
El subsecretario Marcos Mellado explicó que están repartidas en dos turnos de 8 a 13 y de 13 a 18 horas. “Ahora estamos abocados a hacer ropa de trabajo, por un pedido de las necesidades que tiene la municipalidad, para responder al compromiso asumido con el gremio”, detalló.
Ahora, el grupo está dedicado a perfeccionar la ropa de trabajo y lograr su homologación. El objetivo es poder venderla a otros municipios, como es el caso de Cutral Co con el que ya hubo algunos contactos.
Se realizaron camisas, pantalones cargo, mamelucos, blusas, pantalones de vestir, camisas de vestir, chalecos. La totalidad de los uniformes que visten agentes de Tránsito son confeccionados en la textil.
Las trabajadoras están a cargo del tallerista Jorge Hassenauer, y en este último tiempo se sumó en calidad de coordinadora la diseñadora industrial Julieta Haag, quien permitirá homologar las confecciones.
En la textil, las operarias que tienen un ingreso mejorado al de los programas de decretos sociales cuentan con varias máquinas. Los dos grupos de trabajo que están distribuidos por turnos se desempeñan en cada uno de los sectores.
Equipamiento disponible
La textil cuenta con nueve máquinas de coser rectas, siete de ellas son livianas y dos pesadas que permiten coser hasta cuero; hay rectas dobles; en el área de diseño hay máquinas de bordado, una máquina industrial que hace las letras o los logos según sea el pedido. También hay overlocks, collaretas, cinturera, atracadora, entre otras, por lo que están equipados de manera adecuada.
El hecho de tener el sector de bordado les permite aceptar los trabajos que les soliciten como suele ocurrir a principios del ciclo lectivo, con logotipos identificatorios para los guardapolvos de las escuelas. “Estamos preparados como para dar respuestas en la parte de estampado y de bordado”, aclaró Mellado.
“Este polo de empresas (de servicios petroleros) siempre estuvo interesado, antes compraban los mamelucos y las camperas”.
Marcos Mellado.
Entre los proyectos previstos para este año figuran la posibilidad de ampliarla para que el volumen de trabajo sea mayor, y de hacer convenios con otros municipios en lo que a ropa de trabajo se refiere.
También existe la posibilidad -como lo hicieron en el principio de la textil cuando era cooperativa de trabajo- que se realicen las confecciones de trabajo para las empresas de servicios petroleros que están en el mismo sector y tienen sus bases en Plaza Huincul. “Este polo de empresas siempre estuvo interesado, antes compraban los mamelucos y las camperas, por ejemplo”, mencionó.
A hora de pensar en avances Mellado menciona la ampliación de las actuales instalaciones porque hay un proyecto de obra para que así sea, que estaría ubicado en el mismo predio porque el espacio así lo permite.
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