La odisea de pasar un frío de 12 grados bajo cero sin gas en Bariloche
Las mañanas de frío extremo ponen en evidencia la precariedad de los barrios sin servicio por red. Electricidad, garrafas y leña son las alternativas, pero carísimas.
Ezequiel Curapil cargaba cinco garrafas en el baúl de su Fiat Uno con rapidez ayer a media mañana. No porque estuviera apurado sino por las bajísimas temperaturas.
En un cartel enorme al ingreso de una distribuidora ubicada en la avenida Juan Marcos Herman, al ingreso del barrio El Frutillar, se lee que la garrafa de 10 kilos cuesta 624 pesos y la de 45 kilos, 9.400. El movimiento es incesante.
“Soy del barrio Matadero y ya estamos avanzados con el tema del gas. Ya pagué al matriculado. Así que espero que ésta sea mi última compra. Mi último invierno sin gas”, indicó optimista Curapil.
El invierno se adelantó en Bariloche y luego de dos intensas nevadas en la ciudad, la mañana de ayer se registró una temperatura de ocho grados bajo cero y una sensación térmica de 12 grados bajo cero.
Al sur de la ciudad, en la zona más alta, aún quedan vestigios de nieve. Los autos sorteaban los sectores con hielo en las calles y en las rutas, los chicos caminaban rumbo a la escuela con las manos en los bolsillos, totalmente tapados por gorros y bufandas y, de muchas viviendas humeaban las chimeneas.
Mara Rodríguez vive en el barrio Nahuel Hue desde hace 12 años. Junto a su esposo, habían avanzado con el pago para conectarse al gas, pero en plena pandemia murió el gasista y el trámite que esperaron por años quedó en la nada. “Necesitamos unos 200.000 pesos porque necesitamos un termotanque, un calefactor y los caños, más la mano de obra. Por suerte, recibimos la garrafa semanal del Plan Calor de mayo a octubre, aunque solo la usamos para cocinar y no para calefaccionarnos porque larga mucho olor”, detalló la mujer.
Su esposo, Walter Noguera, agregó que una bolsa de leña les cuesta alrededor de 7.000 pesos. “¿Cuánto nos dura? Depende de lo que uno consuma. Estamos gastando unos 30 mil pesos de leña al mes, dependiendo del frío. ¡Y eso que salimos a buscar leña en el verano! No quiero pensar en la gente que no puede pagarlo”, se lamentó el hombre.
Reconoció que tienen estufas pero las prenden recién a media mañana para calentar un poco el ambiente.
“La luz en Bariloche es carísima. Y tenemos una deuda grande (con la Cooperativa) , así que estamos pagando en forma fraccionada. Cada verano nos repetimos que este invierno vamos a tener gas, pero no se llega con la plata”, señaló Noguera.
Según el Servicio Meteorológico Nacional, Bariloche fue una de las ciudades más frías del país este jueves, junto a Esquel, Chapelco y Puerto Madryn. Pero el frío llegó para quedarse ya que para hoy, se esperan 6 grados bajo cero y una máxima de 4; el sábado, habrá 5 grados bajo cero de mínima y una máxima de apenas 5 y, para el domingo, una mínima de 4 bajo cero y una máxima de 4 grados.
Aumento de demanda
A través de una ventana de vidrio, la empleada de la distribuidora de garrafas, con gorro y guantes, reconoció que, con los últimos días de frío intenso, las ventas no solo se adelantaron sino que se incrementaron.
“Por mes se me van 11 mil pesos en garrafas. Cada una me dura unos 4 días (si la amortizás, quizás 5). Tengo una estufa en el baño y en la pieza tengo paneles, pero en verano llegué a pagar 7.000 pesos de luz. No quiero saber cuánto me vendrá ahora”, afirmó Curapil. En su casa, dijo, el primero que se levanta en estos días tan fríos, “está encargado de prender el fueguito en el comedor”.
Mirta Alvarado vive en una de las últimas casas del barrio Malvinas desde hace 8 años. “Cada invierno es más duro. Y este año empezó mucho antes. Por suerte, el papá de mis hijos hizo un volteo de árboles para hacer su casa y me trajo toda esta leña. Si no, es todo un presupuesto”, planteó la mujer que se quedó sin trabajo un mes atrás y hoy se las rebusca vendiendo milanesas y dulces caseros. Vive con su hija y su nieto de tres años.
Los costos del calor
- 1.000 pesos
- puede llegar a costar en un almacén o un kiosco la garrafa de gas, que en la distribuidora sale poco más de 600.
También recibe una garrafa todas las semanas, pero al igual que Mara, solo la usa para cocinar. “Es muy fuerte el olor que larga y nos da miedo el monóxido”, expresó la mujer que no se separa de la salamandra. El ambiente es pequeño pero el frío se siente. Su nieto corre por el lugar con un gorrito de lana.
Evelyn Paz tiene 26 años y vive en la misma casa desde que tenía 14. Nunca tuvo gas, y parece estar acostumbrada ya que sale de su casa en remera. Hoy, la situación ha cambiado para ella ya que tiene una beba de apenas dos meses.
“Antes nos cuidábamos más de no gastar; ahora con un bebé no pensamos en nada más”, aclaró. Aseguró que suelen comprar una bolsa de leña que dura una semana. “Pero los últimos días no conseguíamos porque no había. Recién ayer encontramos. Si hay que comprar en un kiosco, una bolsa chica de leña, te sale 560 pesos. Una locura”, dijo.
En el barrio Vivero, un hombre aporta su auto para que otras dos vecinas puedan ir a comprar garrafas. No todos tienen la suerte de poder trasladarse hasta las distribuidoras y se ven obligados a comprar en las despensas más cercanas. El costo es aún mayor.
“A principios de mayo ya hubo dos aumentos y hoy una garrafa se consigue a 1.000 pesos en los kioscos. No todos pueden ir a comprar hasta la distribuidora porque no tienen vehículo”, aseguró Antonia Reuque, presidenta del barrio Unión.
Reconoció que, en su barrio, los vecinos no logran organizase para acudir a las distribuidoras. No es tan sencillo. “Acá en el barrio tenemos mucha nieve y mucho hielo. Cuesta moverse a pie e incluso, en auto. Además, los vecinos que tienen auto no tienen plata para la nafta porque usan dinero para adquirir las garrafas”, acotó Antonia.
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