La huerta de la Universidad del Comahue que consume lo que siembra, un recorrido entre hortalizas y frutas

Esta ubicada en la Facultad de Ciencias Agrarias, cerca de Cinco Saltos. Abastece dos comedores y quiere comercializar sus productos.

“Caminando se siembra, hay que tener cuidado que un ave rapaz no se coma las semillas. Pero hay que seguir sembrado”, dijo en uno de sus primeros discursos la rectora de la Universidad Nacional del Comahue, Beatriz Gentile.

Y en ese camino y con el mismo y otro sentido, está la Facultad de Ciencias Agrarias de Cinco Saltos. En su predio de 32 hectáreas, ubicado en el kilómetro 12 de la ruta 151, encararon este año un ambicioso pero posible proyecto de huerta sustentable de hortalizas y frutas, cuya producción se destina a los comedores de la facultad de Cinco Santos y a los de Medicina y Ciencias de la Educación de Cipolletti.

Pero la cosa se está encaminando más lejos de allí. Según contó el decano de Agrarias, Esteban Jockers, se está pensando ya en varias alternativas para la producción excedente por fuera del ciclo lectivo universitario. Una es comercializarla en los comercios de la zona y otra es un acuerdo que están armando con la facultad de Ciencias y Tecnología de los Alimentos de Villa Regina, para realizar conservas con los productos que se cosechan en verano para sostener su durabilidad.

Siembran hortalizas y frutas. Foto: Matías Subat

Además, se están organizando proyectos de extensión con profesionales, estudiantes preprofesionales y productores para realizar jornadas de intercambio de tecnologías y conocimientos.

Lo más inmediato, es la feria que Agrarias está planificando para el próximo 7 de diciembre, donde se mostrará todo lo que se hace en el predio de la facultad y la producción de la región. «Será un encuentro en defensa de la universidad pública», sentenció Jockers.

“La docencia teórica práctica es lo principal. Pero también uno de los objetivos es la producción para abastecer a los comedores. Arrancamos este año con una experiencia piloto, en una superficie que es interesante desde el punto de vista de la práctica pero con la idea de si la experiencia sale bien, el año que viene tener una superficie más importante y tener la capacidad como para abastecer otros volúmenes y expandirnos”, comentó el decano.

El objetivo es expandir la venta al mercado del Alto Valle. Foto: Matías Subat

Años anteriores solo se realizaban cultivos a escala menor que solo permitían la práctica de los estudiantes y el consumo puertas adentro de la facultad.

Hoy, la realidad es otra. En dos hectáreas se cultivan hojas e inflorescencias. Tienen en producción repollo blanco y colorado, brócoli, coliflor, apio. pepino, espinaca, lechuga, zapallo criollo, zapallo calabaza, zuccini y cebolla. La próxima semana comenzará el trasplante de plantines de tomate perita, que fueron previamente realizados en el interior de un galpón del predio de Agrarias.

En lo que va del año entregaron a los comedores 35 bolsas de 9 kilos cada una de lechuga, 5 kilos de apio y unas 35 bolsas de espinaca. Los profesores a cargo de la huerta estiman que en los próximos días estarán en condiciones de cosechar alrededor de 30.000 kilos de zapallo calabaza y otros 5.000 kilos de cabuto y zapallito de tronco.

Se cultiva sin plaguicidas. Foto: Matías Subat

Walter Mella, profesor de trabajos prácticos de una de la cátedras, explicó que los cultivos están libres de plaguicidas, gracias a un perfecto sistema de abastecimiento de nutrientes para el suelo y que los cultivos, que están todos bajo riego por goteo.

Esa muy buena nutrición hace que las plantas puedan soportar mucho mejor cualquier problema sanitario y que prácticamente no hayamos tenido que intervenir en todo el ciclo. En los pocos momentos que tuvimos que hacerlo utilizamos agroquímicos de bajo impacto y con pocos tóxicos”, explicó.

Más allá de lo estrictamente productivo enfocado a la orientación de la facultad, el decano destacó la importancia de mantenerse en movimiento, generando proyectos nuevos y diversificándose, en tiempos tan difíciles como los que atraviesan las universidades públicas, por el desfinanciamiento con el que las hostiga el gobierno de Javier Milei.

Amplia variedad en cultivos. Foto: Matías Subat

«Si bien la situación es muy dura no podemos quedarnos quietos. Es necesario generar y mostrar lo que hace la universidad pública, es esa una manera de lucha. Con lo que tenemos nos vamos acomodando pero seguimos produciendo que eso es lo importante. La universidad pública sigue activa», aseguró el decano de Agrarias. «Caminando se siembra».


“La huerta que aplica para todo”, nuevos planes de la Facultad de Agronomía:


El decano de Agrarias, Esteban Jockers comentó que al final de predio existía un sector con árboles que estaban abandonados. “Lo que hicimos fue recuperarlos mediante técnicas agroecológicas y ahora ya están en condiciones de dar peras, manzanas y ciruelas”, detalló.

Además, como parte del proyecto de producción sustentable, la facultad tiene en su predio 100 ovinos.
Hay sectores que cuando se finaliza la cosecha de hortalizas o coles, se remueve el suelo y se siembran cultivos para el pastoreo de los animales, hasta la próxima siembra de plantas comestibles.

Otro proyecto que tienen entre manos y que están articulando con la facultad de Villa Regina es un secado de tomates, debido a que su cosecha se produce en época donde no hay dictado de clases. “La huerta que aplica para todo”.


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