La feria gastronómica de Bariloche más importante del país recibió a 160 productores
Bariloche a la Carta surgió 10 años atrás para promocionar la ciudad y fortalecer su identidad gastronómica.
"Secretos del Monte", de San Rafael de Mendoza. Foto: Chino Leiva
Alfajores, dulces, chocolates, embutidos, chacinados, cervezas, vinos, sidras, snacks, cremas. Alrededor de 160 productores de Bariloche, la región y todo el país se congregaron este jueves al mediodía para exponer una diversidad de mercadería gastronómica en la décima primera edición del Bariloche a la Carta (Balc).
Turistas y barilochenses recorrieron la carpa que se montó una vez más en la calle principal del Centro Cívico para recorrer los stands y el patio gastronómico y cervecero que se extenderá hasta el domingo.
Bariloche a la Carta nació 10 años atrás como una iniciativa de la Asociación Empresarial Gastronómica de la ciudad para reforzar la promoción de Bariloche. «La excusa fue hablar de gastronomía para instalar la ciudad y hoy el Balc es una gran plataforma de promoción. Con el tiempo, para profundizar la identidad gastronómica, empezaron a aparecer productores de Río Negro lo que enriqueció nuestra gastronomía. Todo eso se fue retroalimentando y generó que hoy Balc sea una gran construcción colectiva», resumió el coordinador del encuentro, Lucio Bellora.
Destacó que hoy es el único evento gastronómico de su tipo en el país. Puso como ejemplo la Feria Masticar en Buenos Aires aunque «solo es una feria, inmensa y espectacular pero solo una feria. Acá tenemos un circuito gastronómico, la feria, actividades para chicos vinculadas a la alimentación saludable y clases asociadas a la ciencia. Son como cinco eventos en uno y todo pasa al mismo tiempo«.
Tras haber cumplido una década, los impulsores consideran que el evento logró instalar la identidad gastronómica de la Patagonia aunque hoy también se suman cocineros de Misiones, Chaco, Santiago del Estero, Mendoza, Buenos Aires y Chubut.
160 productores
«Bruncherie» es uno de los stands más llamativos del patio de comidas de la feria. Se definen como «una cafetería de especialidad» que arrancó como un foodtrack y un año atrás abrió un local en el kilómetro 24 de Circuito Chico.
«Ofrecemos pastelería de autor, café de especialidad y algunos productos salados. Hoy la especialidad de la casa es un cheesecake de pistachos con frambuesas, alfajores de pistacho y una focaccia casera», contó Patricia Salvetti.
Consideró que participar de Bariloche a la Carta es «una oportunidad importante para llegar al centro», pero sobre todo «para compartir un evento a todos los que nos apasiona la gastronomía». «Recién abrimos y se ve mucha gente que está picoteando un poquito de todo y quiere conocer marcas nuevas», dijo.
Una pila de cajas de chocolate de color naranja asomaban en uno de los stands atendido por dos mujeres sonrientes. «La Península» es un emprendimiento familiar de Península San Pedro, al oeste de Bariloche, dedicado a elaborar dulces y mermeladas, alfajores, chocolates y chocolate caliente que se comercializan en Mitre y Frey.
«Hace más de 25 años que elaboramos dulces de manera artesanal. Somos productores de nuestra propia fruta, así que trabajamos con materia prima noble. Estamos 100% seguros de que entregamos un producto de calidad», indicó Elena Henríquez.
Y agregó: «Trabajamos a base de azúcar y fruta. Nada más. No usamos conservantes ni ningún tipo de químico. Es un dulce hecho con buena materia prima. Con los chocolates empezamos hace tres años. Elaboramos las cremas hechas a base de los dulces o mermeladas de nuestra propia producción».
Elena destacó la posibilidad de participar en Bariloche a la Carta para encontrarse con otros productores y darse a conocer entre el público. «Es abrir una puerta. Siempre la pelea es en la calle Mitre por quién tiene el primer puesto. Acá estamos todos juntos, no hay competencia sino que se viene a compartir«, evaluó.
Maximiliano Pallero, otro de los expositores, desembarcó a Bariloche a la Carta desde San Rafael en Mendoza al igual que en los últimos siete años. «Secretos del monte» es una fábrica familiar de embutidos y ahumadero que ya lleva 22 años.
«La idea nació desde el gusto de ahumar en una chimenea en casa y luego, se fue perfeccionando el sistema, se fue tecnologizando. Pero sigue siendo artesanal. Todos los productos son seleccionados a mano, envasados y etiquetados a mano», detalló. Aclaró que más allá «del cerdo y el vacuno, se trabaja con productos premium como el ciervo, el jabalí, el faisán y el ñandú. Siempre traemos algún producto nuevo a Bariloche, en este caso es el choripán de jabalí», contó.
Si bien su empresa es proveedora de varios hoteles de Bariloche, Pallero recalcó que el objetivo de participar en Balc es que «el cliente conozca la marca y pruebe los productos». «Es un contexto difícil. Participamos en eventos a lo largo y ancho del país y en los últimos eventos se ha notado que la situación es cada vez está más difícil, pero la gente acepta nuestras propuestas. La gente se da, al menos un gustito: siempre toma y come algo«, consideró.
De Las Grutas a Bariloche
Carlos Silvan lleva adelante una plantación de olivos Las Grutas desde hace 23 años. El emprendimiento de aceitunas y aceite de oliva se llama Olivos Patagónicos y nació en 2001, en plena crisis.
Consideró que la feria de Bariloche a la Carta «es un punto de venta al público»: «Vendemos en la Patagonia y en la zona de Buenos Aires y Rosario. Pero en Bariloche tenemos muchos clientes -muchos restaurantes y hoteles-. Estar hoy acá es, de alguna manera, una devolución. Pero además, es la feria más importante del país. Lo cierto es que no hay tanta gente como en las ediciones prepandemia».
Lucía Varela enumeraba las propiedades de una crema de rosa mosqueta que elabora su madre desde hace 30 años. En ese entonces, la mujer trabajaba como guía de turismo y, siempre le habían interesado las plantas. Hizo un curs de cosmética y poco a poco, nació Maná Cosmética Natural. Su hija se sumó al emprendimiento.
«Tenemos una línea de 9 productos de rosa mosqueta, hechos con el aceite de rosa mosqueta de primera prensa en frío: una hidratante, una nutritiva, un sérum, agua micelar, entre otros. Todos están aprobados por Anmat», detalló Lucía.
¿Qué busca la gente en estos productos? «Sin dudas, algo más saludable. Pero también les atrae el hecho de que seamos de Bariloche, saber que son productos de buena calidad. Por eso, estamos por primera vez en Balc: para que nuestra marca se conozca», manifestó.
Más de 70 restaurantes, cervecerías, bares y cafés se sumaron con diversas propuestas a la semana del BALC. Con la tarjeta de beneficios BALC se accede a un 20% de descuento. Para más información https://barilochealacarta.com/.
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